A la hora de comprar un monitor nos puede tirar hacía atrás el tiempo de respuesta de las especificaciones, especialmente si estamos por comprar un tipo de panel u otro donde en algunos prima la velocidad sobre el tiempo de respuesta en los monitores. Todo ello viene de una serie de mitos y falacias que creemos importante desmentir.
Mucha gente piensa erróneamente que el ser humano capta la cantidad de fotogramas, la realidad no es así y esto lleva a errores de concepto que llevan a confusiones a la hora de comprar un monitor gaming.
Tiempo de respuesta en monitores
Antes de nada tenemos que definir lo que los fabricantes definen como tiempo de respuesta del monitor o Input lag del mismo. Lo cual es también conocido como tiempo de movimiento a fotón. ¿A que corresponde ese tiempo? Pues al tiempo que ocurre desde que pulsamos un botón hasta que vemos su acción apareciendo en pantalla.
Se ha de aclarar que el input lag desde nuestra perspectiva no es lo mismo que el input lag desde la perspectiva del monitor. En nuestro caso hay una serie de etapas que consisten en la CPU y la GPU generando la escena para después enviarla a la pantalla y que esta cambie el valor de los píxeles. En cambio en el caso del monitor su latencia es la combinación entre el tiempo que tarda en recibir la imagen y el tiempo que tarda en mostrarla.
Debido a que los diferentes tipos de panel se venden con un tiempo de respuesta del monitor distinto, mucho se preguntan si realmente si esto afecta al gaming. La respuesta es que depende, seguid leyendo y sabréis a qué se debe dicha afirmación.
El tiempo de reacción de un ser humano
Nosotros captamos la realidad en movimiento, pero esta no tiene un contador de fotogramas por segundo y nuestro cerebro no lo entiende de esta manera. La complejidad es tal que a día de hoy no hemos conseguido una simulación perfecta a través de visión por computador y redes neurales del funcionamiento del ojo humano y todas sus complicaciones, sino aproximaciones muy lejanas que permiten a máquinas ver para poder identificar objetos.
A la hora de jugar a los juegos lo que nos importa es que exista un flujo de fotogramas lo suficientemente grande como para que nuestro cerebro capte la suavidad del movimiento. Esto hace creer a mucha gente que nuestro cerebro puede ver a una tasa de fotogramas concreta cuando realmente nuestro cerebro no cuenta fotogramas.
Es más, todos nosotros cuando estamos interactuando en un juego con la pantalla estamos reaccionando con un tiempo de latencia considerable y no solo de uno o dos fotogramas, dependiendo los reflejos visuales de cada uno podemos hablar de tiempos de respuesta de 100 ms a los 300 ms respecto a cuando se muestra la información en pantalla.
¿Influye el tiempo de respuesta en monitores?
Cuando hablamos por ejemplo de monitores de alta frecuencia o sistemas pensados para ello como el NVIDIA Reflex que permite tiempos con una velocidad de 360 Hz realmente lo que se está haciendo no es mostrar la información en pantalla a esa velocidad, sino acortar el tiempo de respuesta total unos milisegundos, lo cual es clave en juegos competitivos y cooperativos donde milisegundos de respuesta pueden suponer que tu personaje se lleve una bala en la cabeza o sea el personaje de otro jugador quien sea abatido.
Por lo que lo importante en el fondo es la velocidad a la que tu cerebro recibe el estímulo, pero también la velocidad a la que lo hace. Estos dos factores son cruciales, pero tampoco nos podemos olvidar de que cada juego está diseñado para reaccionar a tiempos de respuesta diferentes por parte del usuario.
¿La respuesta a la pregunta? No solo es el tiempo de respuesta del monitor, también es la persona que juega y las exigencias del juego en sí. Por lo que no solo es el tipo de panel de tu monitor, sino que existen otros factores.