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Una placa base de MSI se incendia, pero la compañía afirma que estaba en perfecto estado

  • 08 de noviembre, 2019 • 21:00
  • Redacción
  • 7

En los últimos días ha salido a la luz un incidente que tuvo lugar durante una transmisión en directo en una tienda de Hangzhou, en China, durante el cual una placa base MSI B450M MORTAR salió ardiendo. A raíz de esto, diversos rumores se han sucedido en Internet y la calidad de las placas base de MSI ha sido puesta, una vez más, en entredicho. Lo raro de todo esto es que la compañía asegura que ha realizado pruebas con la placa base, y que estaba en perfecto estado.

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Portátiles

MSI GS65 Stealth Thin 8RE, review: análisis del mejor portátil gaming ligero

  • 08 de octubre, 2018 • 21:00
  • Alberto García
  • 1

Hoy analizamos el MSI GS65 Stealth Thin 8RE, un portátil tope de gama que no sacrifica rendimiento, y que es extremadamente ligero. Estamos ante uno de los mejores portátiles del mercado; una obra maestra de la ingeniería en el portátil ideal si trabajas en él durante el día y juegas de noche. Y además, es el primer portátil ligero que tiene una pantalla de 144 Hz.

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Placas Base

Análisis: MSI B360 Gaming Pro Carbon

  • 03 de abril, 2018 • 08:00
  • Miguel Ángel Rodríguez

msi nuevos productos

 

Parece que Intel pone fin a los rumores sobre la supuesta llegada de los tres chipsets para Coffee Lake de gama media-baja y que vienen a acompañar, al hasta ahora único, chipset Z370 que ya lanzó allá por el cuarto trimestre del pasado año 2017. Mucho ha llovido desde aquel entonces y por otro lado saca tres nuevos chipsets que tienen toda la razón de ser para los poseedores de procesadores Intel Coffee Lake i3 e i5. Es obvio que utilizar una placa Z370 para estos procesadores sería como «matar moscas a cañonazos» y para ello Intel, libera estos tres nuevos chipsets de gama baja para poder encontrar el contrapeso a esos procesadores menos exigentes.

Y no hace nada nuevo, pues sigue con su línea continuista de sacar primero el chipset tope de gama para después sacar los chipsets más económicos. Por supuesto, los chipsets para Coffee Lake continúan con los mismos códigos de los anteriores, siendo el chipset H370 el sucesor del H270, el B360 el sucesor del B250 y el H310. ¿Y porqué B360 y no B350? Efectivamente, habéis dado con la clave. AMD ya utiliza el chipset B350 para sus modelos Ryzen basados en la arquitectura ZEN de la que ya os hablábamos hace aproximadamente un año.

El chipset H370 es el elegido para los equipos mainstream y será, como hemos dicho, el que sustituya al H270. Frente al Z370, el buque insignia, podemos decir que bajará el número de líneas PCI-e de las 24 que soporta Z370 a las 20 que soportará H370 y también notará una disminución en el número de puertos USB 3.0 nativos bajando desde los 10 del chipset Z370 a los 8 del H370.

La placa B360, que nos ocupa hoy, y la H310 se consideran las entry level o las más bajas y para PCs básicos. En ellas tan solo podremos disfrutar de tan solo 12 líneas PCI-e y 6 puertos USB 3.0 en nativo. Además no podrán soportar modo RAID.

Otra de las grandes limitaciones de los chipsets H y B son, sin duda, la imposibilidad de poder realizar OC sobre el procesador y a la memoria aunque técnicamente no es así. El OC de la memoria está soportada pero con el límite de la frecuencia del IMC del procesador (Integrated Memory Controller), es decir que el máximo OC que podremos realizar con nuestra placa de pruebas B360 Gaming Pro Carbon de MSI será de 2.666 Mhz con nuestro Intel Coffee Lake i7 o i5 y de 2.400 Mhz con un Intel Coffee Lake i3. Osea que, traduciendo a lenguaje ordinario, no existe posibilidad de OC en las memorias.

LA PLACA

La placa que nos ocupa hoy y nos va a ayudar a analizar los tres nuevos acompañantes de Z370 viene de la mano de MSI, que hacía tiempo que no aparecía por nuestro laboratorio, y lo vamos a hacer con una de las placas del segmento de entrada o entry level pues lleva el chipset B360. La placa en cuestión es la MSI B360 Gaming Pro Carbon. Gaming y Pro Carbon son dos juegos de palabras que van juntas y son inherentes a MSI. El diseño y la estética de la placa ya viene directamente ligada con el nombre y ya viene acompañando a MSI desde hace muchos chipsets por lo que, los que sigáis a la marca, ya podéis haceros una idea de la placa que vamos a analizar.

Por supuesto, el chipset del que hablamos en esta review es el chipset B360 que viene a sustituir al antiguo B250 propio de Kaby Lake.

Y aquí os dejamos la diferencia entre el chipset Z370 de Coffee Lake y el B360 objeto de nuestro análisis NVIDIA 3-WAY SLI

EL EMBALAJE

El embalaje es el típico de todas las placas gaming de MSI en el cual el color negro es el predominante. En la parte delantera tan solo hacen alusión al nombre y modelo la la placa. al logo en la parte superior izquierda y los procesadores para los que es compatible. Mención especial merece Mystic Light que es como el fabricante llama a la iluminación RGB de la que presumen la mayor parte de las placas del panorama actual.  Es curioso que el fabricante haya optado por utilizar este tipo de iluminación en una placa de un chipset tan modesto como es este B360, pero con ello MSI deja claro que ninguna de sus placas del segmento gaming va a prescindir de las funcionalidades que la hacen especial.

En la parte posterior tenemos una descripción más detallada de la placa con sus principales características, sus especificaciones y las conexiones del backpanel junto con una foto de la propia placa.

EL EXTERIOR DE LA PLACA

Pues como os hemos dicho al principio, el diseño es inconfundible y es el típico de todas las placas gaming pro carbon con ese distinguido color negro y esos diseños que imitan a la fibra de carbono en las zonas críticas de la placa como son los propios disipadores. Jugando con los diferentes negros y tonos de grises, MSI obtiene una placa muy elegante y a la vez muy compatible estéticamente con la mayor parte del hardware actual en el que también predominan los colores negros y rojos. Os dejamos una instantánea de la parte frontal de la placa, antes de extraer los disipadores y por supuesto de la parte posterior aunque, en este caso, se ve muy despoblado y no contiene ningún controlador que nos pueda llamar la atención.

 

Pero vamos a entrar en materia y vamos a conocer más en detalle la placa empezando por la zona del socket que, como bien sabéis, es el socket LGA 1151 v.2 diferenciándose del socket LGA 1151 en el número de pines que se dedica a la alimentación de los núcleos del procesador pues se pasa de los antiguos 128 pines dedicados a la alimentación VCC (que es el voltaje de la propia CPU o Vcore) a los actuales 146 debido al mayor número de núcleos de Coffee Lake frente a los de SkyLake y Kaby Lake. Esta es la principal diferencia por la que las placas antiguas LGA 1151 no son compatibles con los actuales procesadores Coffee Lake.

 

La distribución de la zona del socket es la ya habitual de todas las placas de MSI (y de la mayoría de los fabricantes) en la que el propio socket aparece rodeado de los propios disipadores de la alimentación y a la derecha deja la zona de los bancos de memoria para las placas dual channel.

Pero vamos a entrar un poco más en detalle y vamos a intentar conocer más a fondo el propio sistema de alimentación de la placa. Para ello extraemos los dos disipadores de la zona del VRM y podremos conocer más a fondo como está estructurada desde el punto de vista de la alimentación.

Estamos ante una placa con un VRM de 10 fases que, a priori, puede parecer un número muy elevado de chokes si tenemos en cuenta que con el chipset B260 no se puede realizar OC pero el mayor número de núcleos de los procesadores Coffee Lake obliga a tener un mayor número de fases en el VRM.

Aquí podéis ver un mayor detalle de las fases junto con los capacitadores que son los encargados de almacenar toda esa energía que en un momento determinado el procesador puede demandar.

 

Y en esta otra podéis ver el detalle de los mosfets de doble perfil que son los encargados de dar el voltaje necesario al procesador según la demanda de éste. Sin duda los componentes del sistema de alimentación que más se calientan y los cuales están cubiertos por los propios disipadores.

Coordinando el funcionamiento de esas 10 fases se encuentra un PWM del fabricante Richtek, el RT3607BC en el cual se deja ver el menor esfuerzo de MSI al escoger los componentes para su VRM y dejando a fabricantes como Intersil en sus chipsets de gama alta aptos para el OC.

Por último os dejamos una foto de los disipadores que se encargan de enfriar la zona del VRM y del chipset. Los dos disipadores de los mosfets vienen acompañados con thermal pads  (no en vano los mosfets son el elemento que más se caliente en la placa) y el disipador del chipset utioliza pasta térmica.

LAS MEMORIAS

En cuanto a las memorias, como ya sabemos, Coffee Lake es dual channel por lo que estamos ante una placa con solo cuatro bancos de memoria y que, como es habitual, se encuentra a la derecha del socket. Los 4 bancos de memoria DDR4 soportan hasta un total de 64 GB, un máximo de 16 GB por banco, y las velocidades máximas que admite la placa son 2666 Mhz limitadas por el propio chipset. Si utilizamos un Intel core i7 podremos poner las memorias como máximo a 2666 Mhz y si disponemos de un i3 el máximo es a 2400 Mhz. Sin duda otra de las grandes limitaciones del chipset B360 frente a su hermano privilegiado el Z370.

CONFIGURACIÓN MULTI GPU

Sin duda otra de las grandes limitaciones del chipset B360 es el número de lanes PCI-e del chipset que asciende como máximo a 12 frente a los 24 del chipset Z370. Esto siginifica que con este chipset ya tenemos que renunciar a hacer una configuración Nvidia SLI pues para ello necesitaríamos como mínimo 16 lanes PCI-e en una configuración x8/x8. En cualquier caso sí que podríamos realizar una configuración AMD CrossFire X a velocidades x8/x4 siendo esa la razón por la cual la placa tiene 2 ranuras PCI-e 16x.

Según la distribución de la foto de abajo tenemos dos ranuras PCI-e 3.0 x16. La primera, la que viene reforzada mediante el sistema steel armor de MSI, se conecta a través de la CPU, mientras que la segunda ranura lo hace a través del PCH (Plattform Controller Hub). Por esta misma razón es por la que, en caso de configuración Mono GPU, la tarjeta debe ir conectada a la primera ranura PCI-e. A parte tenemos tres ranuras PCI-e 3.0 x1 las cuales, como es obvio, van todas conectadas al PCH.

Los encargados de hacer de switch y alternar entre las dos ranuras PCI 3.0 x16 son los dos chips Asmedia  ASM1480 que os adjuntamos más abajo.

EL AUDIO Y LA RED

La zona de audio queda perfectamente delimitada como ocurre con todas las placas de los más importantes fabricantes desde hace años. En principio ello se debe a la intención de aislar la zona del audio de las temidas interferencias electromagnéticas (EMI) para conservar la pureza del audio. Si os fijáis, todo lo que está dentro de la línea amarilla es exclusivo de la zona de audio.

Lo más importante de esta zona es el chip de audio que, en este caso, MSI ha aislado con una cápsula para aislarlo aún más de dichas interferencias que pueden emitir los demás chips de la placa. Bajo esa cápsula encontramos al gran responsable del audio que no es otro que su chip que, para esta placa, viene de la mano de Realtek y en particular el ALC1220 que ya venía implementado en las placas de gama alta Kaby Lake en su momento y con unos resultados espectaculares. Sin duda MSI se preocupa por el audio incluso en sus placas de gama baja.

Junto al audio, encontramos los típicos condensadores de audio Nippon Chemicon gold de gran calidad.

También junto al chip de audio encontramos el amplificador para auriculares OP1652 de Texas Instruments que, como ya habréis vistio en nuestros análisis, ya es una solución muy utilizada por la gran mayoría de fabricantes de placas para su audio integrado.

Para la conexión de red, MSI opta por una opción segura como es Intel a través de su controlador I219-V Gigabit Ethernet. Por supuesto estamos ante un controlador Gigabit Ethernet 10/100/1000.

MEDIOS DE ALMACENAMIENTO

2 conexiones M.2 son el principal reclamo de esta placa de MSI en cuanto a almacenamiento se refiere. Ambas conexiones tienen sus propias peculiaridades. La que MSI etiqueta como M.2_1 admite discos M.2 de hasta 110 mm de longitud osea 22110 (el máximo tamaño) y además soporta los dos interfaces, tanto PCI-e x4 como SATA. Este segundo punto es muy importante pues recordemos que la interfaz SATA solo admite velocidades de hasta 500 Mbps por lo que es una gran limitación.

Además su localización es privilegiada pues al situarse entre la zona del socket y el primer PCI-e x16 no va a sufrir las temperaturas de la propia GPU como sí ocurre en los casos en los que la conexión M.2 se pone entre las ranuras PCI-e.

El inconveniente es que cuando se ponga un disco M.2 SATA, se deshabilitarán las conexiones SATA de la placa.

La segunda conexión M.2 (sí, lo habéis acertado, la M.2_2) se sitúa justo a la derecha de la ranura PCI-e 4 que es una de las PCI-e x1 y soporta discos PCI-e x4. El tamaño máximo, al situarse a la derecha de una PCI-e x1, se reduce de los 22110 de la primera conexión hasta los 2280 (o sea 80 mm de longitud).

Además tiene el inconveniente de que es susceptible de acumular mayor calor al ser posible que pueda estar localizado debajo de una GPU en caso de que optáramos por hacer AMD CrossFire X.

 

Vamos con las conexiones SATA y USB internas. En el frontal podemos ver las seis conexiones SATA 3 de 6 Gbps y justo a su derecha una conexión USB 3.0  interna que dará conexión a 2 puertos USB 3.0 frontales.

Un poco más a la derecha podemos encontrar una conexión USB 3.1 que nos ofrece dos puertos USB de esa clase en la parte frontal de la caja.

En la parte inferior de la placa, como es habitual, encontramos todo un ecosistema de conexiones que pasamos a enunciar de izquierda a derecha

Justo a la izquierda del todo y aún delimitada dentro de la zona de audio tenemos la conexión de Audio HD para el frontal de audio de la caja. Inmediatamente después los dos conectores RGB Led para poder gestionar toda la iluminación RGD de la placa que MSI denomina «Mystic Light», dos conectores de cuatro pines para ventiladores y el conector TPM (Trusted Plattform Module).

Si continuamos de izquierda a derecha encontramos el segundo conector USB 3.0 que nos daría otros dos puertos USB 3.0 para el frontal de la caja hasta hacer un total de cuatro junto con el que hablábamos anteriormente y se encontraba en la parte derecha de la placa. Junto a él. a la derecha, encontramos dos conectores USB 2.0 que nos ofrecen hasta 4 puertos USB 2.0 externos y finalmente encontramos los conectores para la botonera frontal de la caja (botón de power, de reset, led HDD y de reset y speaker)

Una de las particularidades de esta placa es que, en la parte superior derecha, tiene un conector específico para los cada vez más demandados y conocidos componentes de Corsair que llevan su propia conexión para monitorizar determinados estados o funcionalidades como es el caso de las refrigeraciones líquidas AIO de Corsair o los Lightning Node Pro desde los que se controlan los ventiladores RGB Led de la marca taiwanesa. Una iniciativa de MSI que no deja de ser curiosa pero, al mismo tiempo, muy acertada.

Pasamos finalmente a conocer el backpanel de la placa junto con todas las conexiones que nos ofrece.

De izquierda a derecha tenemos:

  • 1 puerto PS/2 para teclado o ratón y dos puertos USB 2.0
  • 1 conexión de video DisplayPort
  • 2 puertos USB 3.1 (uno de tipo A y otro de tipo C)
  • 4 puertos USB 3.0, junto con una conexión de video HDMI y la conexión LAN RJ45
  • conexiones de audio analógicas y conexión SPDIF para audio digital

 

Los cuatro puertos USB 3.0 los obtiene MSI de un controlador Asmedia ASM1074 que, como mandan los canones, está lo más cercanos posible a los puertos del backpanel. Por supuesto este controlador se debe a las propias limitaciones del chipset B360 en cuanto a conexiones USB.

Para finalizar, no nos queremos olvidar del gran desconocido para muchos que es el  Super I/O que viene de la mano de Nuvoton y que es el encargado de monitorizar la velocidad de los ventiladores, los voltajes, temperaturas y demás parámetros que controla la BIOS de la placa.

TESTEO  

Comenzamos con el testeo de la placa enumerando el hardware que hemos usado para realizar las pruebas.

  • Placa Base MSI B360 Gaming Pro Carbon (objeto de análisis)
  • Procesador Intel Core i7 8700K
  • Memoria RAM G-Skill 4×8 GB a 3200 Mhz
  • Disco Duro SSD M.2 NVMe Samsung 950 Pro 256 GB

La tarjeta gráfica utilizada es la propia iGPU del procesador, por lo que no se van a realizar pruebas 3D que, para evaluar el chipset B360 y la placa, no es necesario.

Las pruebas se han realizado sobre Windows 10 Profesional y se han realizado exclusivamente pruebas de procesador.

La BIOS es uno de los puntos fuertes de MSI pues es fácil, intuitiva y de un manejo muy sencillo, dando la posibilidad de trabajar en el EZ-Mode que es el modo de ventanas o en el más tradicional Advanced Mode.

Para comenzar os facilitamos la pantalla obligada de CPUZ para conocer un poco más en detalle la configuración sobre la que hemos realizado las pruebas:

Cosas curiosas a tener en cuenta son el tema de las memorias que, aunque la placa establece una limitación de 2666 Mhz, el CPU-Z reconoce en modo XMP los 3200 Mhz de las memorias. Esto es debido a que, como es normal, el propio CPU-Z lee la información que la Bios da de las memorias independientemente de la limitación funcional de la placa.

La propia BIOS, y aunque activemos el modo XMP, sí que es capaz de discernir que el máximo para este chipset B360 es de 2666 Mhz.

PRUEBAS DE PROCESADOR

La primera prueba que hemos hecho es el propio benchmark de CPU-Z utilizando los 12 hilos del 8700K. Los resultados son los habituales. Está claro que  a nivel de «performance» el chipset B360 no afecta al normal desenvolvimiento de un procesador como el 8700K.

Con AIDA 64 ponemos a prueba normalmente las memorias y en este caso vamos a poner a prueba también la propia iGPU del procesador que es la Intel HD Graphics 630.

Las siguientes pruebas son las de Cinebench. En ellas se prueba el desempeño del procesador tanto en single thread como en Multi Thread.

Pruebas de wPrime

CONCLUSIÓN

Por fin llegan las alternativas al chipset Z370 y no traen nada que no esperáramos. H370 para el segmento mainstream y H310 y B360, el chipset que analizamos, para el segmento entry level. Sin duda muchos de nosotros podremos preguntarnos para que unos chipset de «gama baja» existiendo ya Z370. La única respuesta es que tiene que existir la placa perfecta para aquellos que no quieran aprovechar todas las funcionalidades del chipset Z370 y se quieran ahgorrar unos euros o bien para invertir en otro componente o bien para poder encontrar un presupuesto más ajustado.

Digamos que estos chipsets tienen que convivir con el chipset Z370 igual que los procesadores core i3 y core i5 tienen que hacerlo con los core i7.

En lo que respecta a la placa, no vamos a descubrir nada nuevo de MSI que es un auténtico especialista en soluciones gaming desde el punto de vista funcional, de diseño y por supuesto de marketing. A las mejoras puramente estéticas como Mystic Light les acompañan funcionalidades de gama alta aunque sean placas con las limitaciones propias del chipset.

VENTAJAS

  • Diseño de la placa muy bien cuidado
  • Gran número de medios de almacenamiento
  • Un gran número de conectores para ventilador (hasta 5)
  • La experiencia de un líder como MSI

INCONVENIENTES

  • Las limitaciones propias del chipset penalizan a la placa.

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PC Sobremesa

MSI Aegis 3

  • 19 de diciembre, 2017 • 11:00
  • Rodrigo Alonso

Hace poco que MSI actualizó uno de sus mini PCs para juegos más emblemáticos, el Aegis, el cual ya llega a su tercera versión, equipado con hardware todavía más potente que las versiones anteriores y con un interior remodelado para fomentar todavía más una buena refrigeración. En el día de hoy os presentamos nuestro análisis de éste nuevo MSI Aegis 3, en el que os vamos a mostrar de primera mano cómo es el equipo y, por supuesto, qué tal se comporta a la hora de la verdad.

Como seguramente ya sepáis, los equipos preconfigurados de MSI tienen todos varias versiones en lo relativo al hardware interno, y de ello depende su precio. La versión que nos ha enviado el fabricante para éste análisis es, digamos, un término medio en cuanto a las configuraciones de hardware que se le pueden poner al equipo: no es el tope de gama pero tampoco es la versión más básica. Así, la versión que analizamos en el día de hoy es la que incorpora un procesador Intel Core i7 7700, 16 GB de RAM, una GTX 1070 dedicada, disco mecánico de 2 Tb y disco SSD de 240 GB, que tiene un precio que ronda los 1.800 euros. Poca broma.

El Aegis 3 mantiene la estética en color negro y rojo de las versiones anteriores, con ese diseño inclinado que deja la fuente de alimentación en la zona inferior para bajar el centro de gravedad del equipo y que no corra peligro de volcar si le damos un golpe sin querer. Además, MSI le ha instalado un par de “antenas” que son soportes para colgar los auriculares a ambos lados, y ha dispuesto un puerto dedicado para conectar sistemas de realidad virtual, igual que en los anteriores, aunque como veremos más tarde en éste caso la conexión es de puente y no interna.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

Tomadas de la web del fabricante.

Como hemos comentado antes, la versión que nos ha enviado el fabricante monta un procesador Core i7 7700 (sin K), y a decir verdad es una pena que no cuente ya con un procesador Intel de octava generación como el Infinite X que analizamos hace poco. Por otro lado, monta una GeForce GTX 1070 que a día de hoy ya no podemos considerar gama alta dado que ha sido ampliamente superada por otros modelos (GTX 1070 Ti, GTX 1080, GTX 1080 Ti, por no hablar de las Titan), si bien es cierto que con su precio de 400 euros bien lo justificaría. Tiene 16 GB de memoria RAM DDR4, un disco mecánico de 2 Tb y un SSD de 240 GB que, en éste caso, tiene interfaz SATA 3 a pesar de ser formato M.2.

Lo que os acabamos de contar, y todo el abanico de características especiales que comparten todos los equipos de la marca, como audio Nahimic, Super Charger 2, MSI Gaming Center y Dragon Eye, Killer Ethernet, etc.

ANÁLISIS EXTERNO

El MSI Aegis 3 viene embalado en una caja de cartón duro de color negro, en cuyo frontal podemos ver una imagen frontal a tres cuartos del equipo, y donde el fabricante destaca el conector “VR-Link” frontal entre otras cosas.

En la parte posterior, el fabricante solo destaca algunas características concretas del equipo, como que lleva una GPU con OC de fábrica, nuevamente el VR Link, el sistema de refrigeración Silent Storm Cooling 2 y el hecho de que es sencillo de actualizar. En los laterales no encontramos nada que realmente nos de información relevante, ni las características del equipo.

Sacamos el equipo de la caja y nos lo encontramos perfectamente protegido ante posibles golpes durante el transporte.

Y aquí lo tenéis ya fuera de la caja. Ojo que engaña, porque aunque es relativamente pequeño pesa bastante (por suerte MSI le ha puesto un “asa” en la parte trasera de donde lo podemos agarrar si queremos).

Vamos a verlo en detalle, y comenzamos por el frontal. En la parte superior tenemos una unidad grabadora de DVD combo, el botón de encendido, y el habitual logo de la marca. En la zona media, rejilla para ventilación, y en la zona baja el conector HDMI VR-Link que hemos mencionado antes.

En el lateral izquierdo, encontramos simplemente una pequeña ventana oscurecida que nos permitirá ver parte del interior -y su iluminación-, además de una de estas “antenas” que mencionamos en la introducción cuya función es meramente para que colguemos los auriculares.

En el lateral derecho tenemos otra ventana oscurecida y una rejilla, tras la que se esconde la tarjeta gráfica.

Vamos a la parte trasera, en la que tenemos las habituales conexiones de la placa base. Fijaos eso sí la posición de la gráfica con respecto a la placa base, que significa que está instalada utilizando un riser para cambiar su posición. Y también en la zona inferior, el conector de alimentación de la fuente de alimentación, con botón de encendido y apagado de ésta.

Un detalle: el VR-Link del que presume MSI no es sino un puente que conecta el HDMI frontal con el HDMI trasero “adicional” que podemos ver. De ésta manera, tendremos que conectar un HDMI de la gráfica a éste HDMI trasero para dar servicio al frontal.

Poco que ver en el techo de la caja.

Y lo mismo en el suelo, salvo las patas de goma y la rejilla de ventilación en la parte de delante. Habría sido un detalle que ésta zona metálica fuera de color negro, acompañando a la estética de la caja, aunque es cierto que al fin y al cabo ésta parte nunca va a estar expuesta.

ANÁLISIS INTERNO

Vamos al interior del equipo. El lateral izquierdo se puede retirar quitando tan solo dos tornillos, y nos da acceso al socket, un zócalo de RAM, el SSD instalado, y en la parte derecha un hueco específicamente diseñado para instalar un disco de 3,5 pulgadas, si bien carece de conectores predispuestos para ello.

Para retirar el otro lateral es necesario desmontar también el techo de la caja, pues hay un tornillo también en ésta zona. Por suerte, una vez quitado el lateral izquierdo, el techo se retira simplemente tirando de él hacia atrás, así que a pesar de que para quitar el lateral derecho es necesario quitar también el izquierdo y el techo, no es que sea excesivamente complicado hacerlo.

Como podéis apreciar, retirar éste lateral nos da acceso a la tarjeta gráfica, instalada sobre un riser PCIe.

Por cierto, fijaos en la parte de arriba. Tenemos el DVD combo en formato slim en el frontal, y detrás de éste otro hueco más para instalar otro disco duro, y éste sí que tiene ya los conectores preparados para hacerlo.

Aquí lo tenéis más de cerca.

Volvamos a la zona principal del equipo. Si retiramos la tarjeta gráfica, tenemos acceso a más componentes como el otro módulo de memoria RAM, los puertos SATA, el disco mecánico pre instalado, y el disipador de tipo blower.

Aquí podéis ver (malamente eso sí, porque hay una buena maraña de cables entre medias) el disco mecánico instalado. Hay espacio para instalar otro, y los conectores están preparados, si bien es cierto que va a costar bastante acceder a él con todo lo que hay por medio. Como hemos podido ver, en total podríamos instalar hasta tres discos adicionales además del que viene, cuatro en total mas el SSD.

Aquí está el módulo de RAM, de 8 GB DDR4 a 2400 Mhz fabricado por Kingston en formato SO-DIMM. A su lado la tarjeta combo WiFi + Bluetooth.

Aquí podéis ver el zócalo PCI-Express 3.0 x16 en un riser. Está reforzado para soportar el peso de gráficas pesadas. También se ve parte de la tira LED que incorpora para iluminar el interior.

Por cierto, aquí tenéis la MSI GeForce GTX 1070 Gaming X que integra el equipo.

Para acceder a la fuente de alimentación, hemos comprobado que hay que desmontar toda la zona inferior y no lo hemos creído conveniente. Visto el equipo, es hora de encenderlo y ponerlo a prueba, pero antes como siempre os vamos a poner una pequeña galería para que podáis ver su iluminación una vez encendido.

Y por cierto, la unidad DVD abierta.

TESTEO

Vamos a comenzar como siempre con las habituales capturas para ver el hardware de que disponemos. Aquí tenéis la correspondiente captura de CPU-Z, en la que se puede ver el procesador, la placa y la RAM. Haz clic en la imagen para verla más grande.

Y no puede faltar la captura de GPU-Z, mostrando la GeForce GTX 1070 con la que cuenta el equipo.

Vamos ahora sí con las pruebas.

Temperatura

En un equipo pre configurado, y más con un disipador de tipo blower que no es precisamente lo ideal, la temperatura es un tema a tener en cuenta, y más en éste equipo que monta un Core i7 7700 que no es precisamente “fresco”. MSI presume de contar con una inteligente disposición del flujo de aire con su sistema Silent Storm Cooling 2, aunque esa maraña de cables que vimos en el interior hace un momento no me inspira demasiada confianza al respecto.

Para medir la temperatura hemos realizado las pruebas de siempre: en reposo (dejándolo sin hacer nada durante 20 minutos), en carga (estresando el procesador con Prime95 y la gráfica con Furmark al mismo tiempo durante 20 minutos, a la vez que hacíamos un test de lectura secuencial para los discos duros con Aida64). Se ha tomado el dato de temperatura más elevado en cada caso con el software Open Hardware Monitor. Hay que tener en cuenta que el dato de temperatura que se muestra en la siguiente gráfica es el Delta, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente. De esta manera se muestra el incremento de temperatura sin importar qué temperatura ambiente tengamos en cada momento.

Como se puede ver, la temperatura de la gráfica y los discos está dentro de los parámetros normales, pero me preocupa un poco lo elevado de la temperatura del procesador, la verdad. Normal, con el disipador de tipo blower que monta éste Aegis 3.

Consumo

El consumo lo hemos medido como siempre con un medidor de enchufe Efergy eSocket, al que conectamos únicamente el equipo, sin monitor ni otros aparatos. Éste ha sido el resultado.

Teniendo en cuenta el procesador y la gráfica que monta el equipo, amén de las lucecitas, el consumo es el esperado.

Pruebas sintéticas

CrystalDisk Mark

SSD

HD

El rendimiento del SSD es el esperado para una unidad con interfaz SATA, si bien es cierto que la velocidad de escritura podría ser bastante mejor. La que está bastante por encima de lo habitual es la velocidad del disco mecánico.

Aida64 (memoria RAM)

El rendimiento de la memoria RAM es el esperado: bastante bajo. Aunque en éste caso tenemos una pareja de módulos que aprovechan el dual channel, su velocidad de solo 2400 Mhz va a penalizar los procesos relacionados con la memoria. Creo que en un equipo de alta gama como es éste, MSI podría haber optado sin duda por memoras bastante más rápidas.

Cinebench (CPU y GPU)

El rendimiento en cinebench es excelente, tanto con el Core i7 7700 de 8 hilos en el renderizado como de la GTX 1070 en la prueba OpenCL.

3DMark

Como de costumbre, éste es el mejor benchmark para medir el rendimiento 3D del equipo. Recordad que en éste caso tenemos entre manos una GTX 1070, de gama media-alta.

Los resultados son de nuevo los esperados teniendo en cuenta la gráfica que monta, bastante altos comparándolo con otros sistemas con GTX 1070 a decir verdad. En rendimiento 3D y juegos éste Aegis 3 está bastante sobrado.

SteamVR

Cerca de terminar y antes de ponernos con los juegos, éste es el resultado que nos ha dado el benchmark SteamVR para sistemas de realidad virtual.

Rendimiento óptimo para realidad virtual como no podía ser de otra manera en un equipo que presume de estar precisamente preparado para ésta.

Juegos

Como de costumbre, hemos probado unos cuantos juegos para ver el rendimiento real de este equipo en la que es al fin y al cabo su finalidad: juegos. Lo hemos hecho como de costumbre: a resolución Full HD, WHD (3440 x 1440) y Ultra HD, con los ajustes gráficos al máximo para representar la opción más exigente.

Éste ha sido el resultado:

El rendimiento en juego es como podemos ver, excelente, manteniéndose con más de 60 FPS de sobra a resolución Full HD e incluso a resolución WHD. Ya a resolución 4K flojea en títulos como Destiny 2 o The Witcher 3, pero aun así estando por encima de 40 FPS son perfectamente jugables.

CONCLUSIÓN

MSI ha mejorado su equipo de factor de forma pequeño Aegis 3, haciéndolo un poco más versátil (especialmente en materia de almacenamiento) y, bajo mi punto de vista, bastante más silencioso. Se trata de un equipo de penúltima generación que, incluso en ésta configuración media que cuesta 1.800 euros, puede perfectamente con cualquier juego de última generación incluso a resoluciones elevadas.

PROS:

  • Buen rendimiento.
  • Excelente rendimiento del disco mecánico.
  • Posibilidades de ampliación.
  • Acceso relativamente sencillo al hardware.
  • Bajo nivel sonoro.
  • Estética Gaming.

CONTRAS:

  • Es caro (1.829 euros el modelo analizado).
  • SSD SATA en lugar de PCIe.
  • Temperaturas elevadas en el procesador.
  • Fuente de alimentación de difícil acceso y de potencia justa.

Por todo ello, éste MSI Aegis 3 se lleva nuestro galardón de oro y la obligada recomendación por su rendimiento. También por diseño, puesto que nos parece que tiene una distribución muy inteligente del interior.

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Infinite X
PC Sobremesa

MSI Infinite X

  • 09 de noviembre, 2017 • 13:00
  • Rodrigo Alonso

 

En el día de hoy volvemos a la carga para mostraros otro sistema preconfigurado de MSI, pero en ésta ocasión se trata de un análisis muy especial puesto que lo que pasa por nuestro laboratorio es el Infinite X, un equipo tope de gama equipado con procesador Intel Coffee Lake que promete el mejor rendimiento sin miramientos y bajo cualquier circunstancia.

MSI ha puesto toda la carne en el asador con estos equipos, pretendiendo convertirlo en los equipos OEM para Gaming más potentes del mundo. Y por hardware lo son.

Y es que no solo incorporan los nuevos procesadores Intel Core i7 8700K de última generación, sino que también equipan las tarjetas gráficas NVIDIA GeForce GTX 1080 Ti, hasta 64 GB de memoria RAM DDR4 a 2400 Mhz, SSDs M.2 NVMe y, en general, todo el hardware de última generación para hacer que ningún juego se le pueda resistir y así los usuarios puedan disfrutar al máximo sin tener que preocuparse de ajustes gráficos o ninguna otra cuestión relativa al hardware del equipo.

Todo esto va empaquetado en una caja de edición personalizada por MSI, con iluminación RGB Mystic Light personalizable y con una disposición interna que no solo favorece una buena refrigeración de los componentes, sino también un fácil acceso al hardware interno por si se quieren realizar tareas de limpieza o modificar algún componente (añadir más RAM, cambiar de gráfica, etc.).

Todo ello está además refrigerado con un sistema que MSI ha llamado Storm Cooling 3, que según ellos mantiene todo el hardware a una excelente temperatura de funcionamiento y, al mismo tiempo, proporciona el mayor silencio posible incluso mientras estamos jugando y por ello dándole caña a los componentes.

MSI ha dicho que éste Infinite X estará disponible en tiendas de todo el mundo a partir de éste mismo mes de Noviembre (de hecho a la hora de redactar éstas líneas todavía no aparece ni en su página web), pero no ha dicho nada del precio. Contad con que será caro incluso en su combinación de hardware más básica, porque con todo y con eso es un equipo tope de gama.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

En este caso, como el Infinite X no está todavía a la venta ni aparece listado en la web del fabricante, os hacemos un resumen de su hardware a mano:

  • Intel Core i7-8700K (con perfil OC pre configurado a 5 Ghz).
  • MSI Z370 Gaming PRO AC.
  • 2×8 GB DDR4 a 2400 Mhz (OEM, fabricadas por Kingston).
  • MSI GeForce GTX 1080 Ti Armor OC.
  • Fuente de alimentación Delta Electronics de 550W 80Plus Bronze.
  • 2x SSD Intel 600P 256 GB en SuperRAID.
  • Disco mecánico 3.5” de 2 TB.
  • Sistema de refrigeración líquida AIO para la CPU con radiador de 120 mm.
  • Caja MSI Infinite X con iluminación Mystic Light.

Como podéis apreciar, éste equipo monta el nuevo y más potente procesador de Intel para PCs de sobremesa, el Core i7 8700K (que ya analizamos de manera individual en su día) y una GeForce GTX 1080 Ti, así que desde luego en términos de rendimiento el equipo no va a quedarse corto. Esto va acompañado de dos SSDs NVMe en Super RAID para el mejor rendimiento de almacenamiento.

Las partes negativas son claramente dos: monta 16 GB de RAM DDR4, sí, pero solo a 2400 Mhz y aunque sean fabricadas por Kingston son OEM, que no llevan ni disipadores, vamos. La otra parte mala es la fuente de alimentación: Delta Electronics no es un mal fabricante, y de hecho fabrica muchas fuentes para Antec o Dell por ejemplo, fuentes que tienen fama de ser bastante robustas, pero en un equipo de éste precio la verdad es que me habría gustado ver algo mejor que una fuente OEM de 550W y certificación solo 80 Plus Bronze. Es una fuente que en éste equipo va con lo justo, y eso no me gusta verlo cuando hablamos de algo “tope de gama”.

ANÁLISIS EXTERNO

El MSI Infinite X viene embalado en una caja de cartón grueso de color neutro en cuyo exterior solo podemos ver el logo de MSI y poco más. En éste caso la caja nos llegó en un estado poco presentable (tened en cuenta que las muestras para review pasan por muchas manos y tienen muchos viajes), así que vamos a enseñaros directamente el equipo. Sabed, no obstante, que como siempre el equipo venía perfectamente protegido en el interior, de manera que no sufra ningún problema durante el transporte.

Aquí lo tenéis.

MSI Infinite X

Vamos a ver primero el frontal. Como podéis ver, la zona izquierda es brillante mientras que la derecha es mate. Esto es así puesto que éste, al igual que el Infinite A, tiene la zona brillante que se iluminará cuando el equipo esté encendido.

MSI Infinite X

En la parte superior, el equipo cuenta con una unidad de DVD de forma curiosa (luego os la enseñamos), el botón de encendido (que se iluminará) y los puertos de conexión frontales, que en este caso incluyen un USB 2.0, dos USB 3.1 (uno de ellos Type-C) y los minijacks de audio habituales.

MSI Infinite X

En la zona inferior, un pequeño respiradero debajo y el logo de MSI adornando la zona.

MSI Infinite X

El lateral izquierdo está dominado por un gran panel de cristal templado oscurecido.

MSI Infinite X

Está anclado a la caja con solo cuatro tornillos como este, sin gomas ni nada. Eso no me gusta pues hay que recordar que el cristal es frágil.

MSI Infinite X

A través del cristal podemos ver el interior, como la tarjeta gráfica que en éste caso ha sido colocada girada 90 grados precisamente para poder verla desde fuera.

MSI Infinite X

También la zona superior.

MSI Infinite X

Recordemos que éste equipo está dividido en tres cámaras: la inferior subdividida en dos con la fuente de alimentación, la gráfica y los discos y la superior con la placa, procesador, etc.

MSI Infinite X

Continuamos con el lateral opuesto, en el que solo encontramos una cubierta de metal del color negro, opaca y sin rejillas.

MSI Infinite X

Sí que hay una pequeña rejilla vertical justo pegando al frontal, para que el ventilador frontal pueda succionar aire por ahí.

MSI Infinite X

Vamos a la parte trasera. Tiene la estructura habitual con la salvedad de que dado que la tarjeta gráfica está montada en vertical con un riser, lógicamente sus puertos se ubican en vertical a la derecha y no en horizontal en el centro.

En la zona superior tenemos un asa y una rejilla, tras la cual hay un ventilador de salida de aire.

MSI Infinite X

En la parte inferior tenemos una gran pata de goma delante y dos pequeñas detrás. Una rejilla anti polvo tapa la entrada de aire a la fuente de alimentación.

MSI Infinite X

ANÁLISIS INTERNO

Retiramos los cuatro tornillos que mantienen fijo el cristal templado lateral y podemos acceder automáticamente al hardware interno.

MSI Infinite X

Aquí tenéis la tarjeta gráfica, una GTX 1080 Ti Armor OC. Está conectada con un riser PCI-Express para poder ubicarla en ésta posición, pero la parte mala es que tendremos que desmontar la base de la cámara superior y quitar el riser para poder cambiar de gráfica.

MSI Infinite X

En la zona superior, el sistema de refrigeración líquida AIO con radiador de 120 mm y base personalizada con el dragón de MSI, que se iluminará cuando el equipo esté encendido.

MSI Infinite X

Aquí tenéis los ventiladores trasero y superior. Son transparentes pero carecen de iluminación.

MSI Infinite X

Justo al lado del socket, tenemos un zócalo M.2 con un SSD Intel 600P de 256 GB instalado. El otro SSD está en el zócalo M.2 inferior de la placa y está tapado por la gráfica, así que habría que desmontarla para acceder a él.

La memoria RAM, en dos módulos de 8 GB fabricados por Kingston. Son OEM, sin disipador ni nada.

MSI Infinite X

Vamos a la parte trasera. Aquí encontramos una pequeña apertura para acceder a la parte trasera del socket.

MSI Infinite X

Hay un hueco para poder instalar un SSD de 2.5 pulgadas, con los cables SATA y de alimentación ya preparados.

MSI Infinite X

En la parte inferior, al lado de la fuente, el disco mecánico de 2 Tb entre la maraña de cables.

MSI Infinite X

TESTEO

Visto el equipo por fuera y por dentro, es hora de ponerlo en funcionamiento y ver qué tal se comporta. Pero antes, vamos a enseñaros algunas cosas, empezando por la unidad de DVD pues necesitamos que el equipo esté encendido para extraerla.

MSI Infinite X

Funciona de igual manera a las unidades slim de los portátiles. Pulsamos un botón y sale.

MSI Infinite X

También, claro, la iluminación. Aquí podéis ver el bloque de CPU iluminado.

MSI Infinite X

El frontal, con un entramado bastante estético en la zona brillante.

MSI Infinite X

Y finalmente el interior. Aunque lo parezca, los ventiladores no son lo que se ilumina, sino un par de tiras LED instaladas en la zona superior. Al ser transparentes, reflejan la luz.

El software

El software de MSI se llama Command Center, y nos permite tocar diversos parámetros del equipo: desde la velocidad de funcionamiento del procesador y las memorias, hasta configurar los perfiles de funcionamiento de los ventiladores. En el caso del Infinite X, como decíamos al principio el procesador ya viene con un perfil de Overclock a 5 Ghz, mientras que ya cuenta también con perfiles pre configurados para los ventiladores.

MSI Infinite X

Así mismo, nos permite monitorizar temperaturas de los diferentes componentes. Fijaos en el detalle: si los 8700K ya son procesadores “calentitos”, a 5 Ghz y con un disipador que no es para nada de gama alta, se llega a poner a 52ºC o más en reposo. Cuidado con la temperatura. Por cierto, cuando lo sometemos a carga es bastante ruidoso, todo sea dicho.

MSI Infinite X

También tenemos Dragon Center, Mystic Light, configuración de audio Nahimic y un puñado de cosas que, bajo mi punto de vista, creo que MSI debería trabajar en aunarlo todo en el mismo software para no tener que tener instalados 3-4 programas para poder manejarlo todo. Es ineficaz, ineficiente e incluso frustrante, por no hablar del impacto de rendimiento que tiene en el sistema, o como mínimo en el tiempo de arranque. No vamos a ver el resto porque a estas alturas ya los tenemos trillados.

Vamos a comenzar como siempre con las habituales capturas para ver el hardware de que disponemos. Aquí tenéis la correspondiente captura de CPU-Z, en la que se puede ver el procesador a 5 Ghz y la RAM a 2400 Mhz.

MSI Infinite X

Y no puede faltar la captura de GPU-Z, mostrando la GeForce GTX 1080 Ti con la que cuenta el equipo.

MSI Infinite X

Vamos ahora sí con las pruebas.

Temperatura

En un equipo pre configurado, y más con un disipador AIO con radiador de 120 mm, la temperatura es un tema a tener en cuenta, especialmente porque como decíamos antes los 8700K son procesadores que generan bastante calor. MSI presume de contar con una inteligente disposición del flujo de aire y así es, ya que como poco el radiador del sistema de disipación del procesador no “traga” aire caliente de la gráfica, y eso es una buena ventaja.

Para medir la temperatura hemos realizado las pruebas de siempre: en reposo (dejándolo sin hacer nada durante 20 minutos), en carga (estresando el procesador con Prime95 y la gráfica con Furmark al mismo tiempo durante 20 minutos, a la vez que hacíamos un test de lectura secuencial para los discos duros con Aida64).

Se ha tomado el dato de temperatura más elevado en cada caso con el software propio de MSI (normalmente utilizamos Open Hardware Monitor pero todavía no es compatible con los nuevos Coffee Lake). Hay que tener en cuenta que el dato de temperatura que se muestra en la siguiente gráfica es el Delta, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente. De esta manera se muestra el incremento de temperatura sin importar qué temperatura ambiente tengamos en cada momento.

MSI Infinite X

Como podéis ver la temperatura, especialmente del procesador, es como nos temíamos bastante elevada, incluso por encima del de la tarjeta gráfica que normalmente siempre es bastante más alta. También los SSDs NVMe muestran una temperatura máxima bastante alta, corriendo probablemente el riesgo de que se produzca Thermal Throttling, al menos en el instalado en el zócalo M.2 superior dado que carece de M.2 Shield (el de abajo sí que lo tiene).

Consumo

El consumo lo hemos medido como siempre con un medidor de enchufe Efergy eSocket, al que conectamos únicamente el equipo, sin monitor ni otros aparatos. Éste ha sido el resultado.

MSI Infinite X

Éstos datos recogidos vienen a darme la razón en cuanto a lo que comenté al principio sobre la fuente de alimentación. El equipo a máximo consumo está prácticamente en el límite de la fuente, y correremos el riesgo de tener problemas especialmente a futuro, cuando los componentes de la fuente empiecen a tener cierta edad.

Pruebas sintéticas

CrystalDisk Mark

SSD (SuperRAID):

MSI Infinite X

HD:

MSI Infinite X

El rendimiento de los SSDs es excelente, tal y como se podía esperar de la pareja de discos Intel NVMe. Pero lo que me ha sorprendido de verdad es el rendimiento del disco mecánico, sobrepasando los 200 MB/s, y eso que no hay instalada memoria Intel Optane (aunque el equipo es compatible, tiene ya los dos zócalos M.2 ocupados).

Aida64 (memoria RAM)

MSI Infinite X

El rendimiento de la memoria RAM es el esperado: bastante bajo. Aunque en éste caso tenemos una pareja de módulos que aprovechan el dual channel, su velocidad de solo 2400 Mhz va a penalizar los procesos relacionados con la memoria. Creo que en un equipo de alta gama como es éste, MSI podría haber optado sin duda por memoras bastante más rápidas.

Cinebench (CPU y GPU)

MSI Infinite X

El rendimiento en cinebench es excelente, tanto con el Core i7 8700K de 12 hilos en el renderizado como de la GTX 1080 Ti en la prueba OpenCL.

3DMark

Como de costumbre, éste es el mejor benchmark para medir el rendimiento 3D del equipo. Recordad que en éste caso tenemos entre manos una GTX 1080 Ti con OC de fábrica, una de las gráficas más potentes del mercado ahora mismo solo por detrás de las Titan Xp.

El rendimiento en 3DMark es excelente también, aunque está por debajo de nuestro equipo de pruebas que también monta un 8700K (sin Overclock) y una GTX 1080 Ti (podéis ver los resultados de éste equipo en el análisis del 8700K). Los porqués, bajo mi punto de vista, son dos: por un lado el pobre rendimiento de la memoria. Por otro lado, creo que se está produciendo thermal throttling tanto en los SSDs como en el procesador en éste equipo.

SteamVR

Cerca de terminar y antes de ponernos con los juegos, éste es el resultado que nos ha dado el benchmark SteamVR para sistemas de realidad virtual.

MSI Infinite X

Como era de esperar, se trata de un equipo ideal para realidad virtual, y de hecho me extraña que MSI no haya instalado un HDMI frontal como ha hecho en otros de sus sistemas completos de sobremesa.

Juegos

Como de costumbre, hemos probado unos cuantos juegos para ver el rendimiento real de este equipo en la que es al fin y al cabo su finalidad: juegos. Lo hemos hecho como de costumbre: a resolución Full HD, WHD (3440 x 1440) y Ultra HD, con los ajustes gráficos al máximo para representar la opción más exigente.

Éste ha sido el resultado:

MSI Infinite X

Como era de esperar, el MSI Infinite X puede de sobra con cualquier juego de última generación, incluyendo Destiny 2, incluso a resolución 4K.

CONCLUSIÓN

No cabe duda de que si eres de esos usuarios que buscan poder jugar a todos los últimos títulos a todo lujo de detalles y sin tener que preocuparte por nada y no te importa el precio, el MSI Infinite X es una de las opciones que deberías de considerar. Cuenta con el mejor procesador para sobremesa y con la mejor tarjeta gráfica del momento, así como con las últimas tecnologías de almacenamiento y conectividad para que no haya que preocuparse por nada, ni ahora ni de cara al futuro puesto que será un equipo sencillo de ampliar o sustituir cualquier pieza de hardware.

Como puntos negativos, he de destacar el uso de memoria RAM lenta y OEM, y una fuente de alimentación que si bien es de buena calidad, va demasiado justa en cuanto a potencia y eficiencia. También que sufre y bastante en cuanto a la temperatura del procesador y los SSDs.

PROS:

  • Excelente rendimiento, es una bestia en juegos incluso a 4K.
  • Fácil acceso a prácticamente todo el hardware.
  • Compatible con todas las últimas tecnologías.
  • Almacenamiento especialmente rápido.
  • Estéticamente me parece bastante correcto.

CONTRAS:

  • RAM lenta, no pega en un equipo “top”.
  • Fuente de alimentación demasiado justa.
  • Temperaturas elevadas.
  • Ruidoso cuando se le somete a carga.

MSI Infinite X

Por todo ello, éste MSI Infinite X se lleva nuestro galardón de oro y la obligada recomendación por su rendimiento. También por diseño, puesto que nos parece que tiene una distribución muy inteligente del interior.

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Portátiles

MSI GE63VR 7RF Raider

  • 17 de octubre, 2017 • 11:00
  • Rodrigo Alonso

Hacía ya un tiempo que no analizábamos uno de los nuevos portátiles de MSI, categoría en la que sin duda el fabricante destaca por encima de los demás como mínimo en catálogo, así que hoy volvemos a la carga para ofreceros nuestro análisis detallado del nuevo MSI GE63VR 7RF Raider, un portátil que como no podía ser de otra manera está orientado a jugar al máximo nivel y que, según palabras del fabricante, ofrece el rendimiento de un equipo de sobremesa en formato portátil.

Y ya puede por el precio que tiene, la verdad, pues no hay mucha gente dispuesta a gastarse los 2.150 euros que cuesta este equipo en tiendas de España, pero desde luego que quien lo hace es porque espera un rendimiento acorde. Y lejos de querer decepcionar a los usuarios, MSI ha instalado en este GE63VR 7RF hardware que como siempre utiliza las últimas tecnologías, y que en este caso incorpora una GeForce GTX 1070 de sobremesa como GPU dedicada, que no es poca cosa precisamente.

En seguida vemos el hardware que monta, pero antes vamos a repasar las tecnologías que MSI incorpora en este y en la mayoría de sus portátiles de la serie Gaming, pues al igual que el hardware interno ha ido evolucionando y utilizando las últimas generaciones de cada cosa, las tecnologías que el fabricante utiliza en sus equipos también lo ha ido haciendo.

Nuevo teclado SteelSeries mejorado con iluminación por tecla: Ahora ya no solo podremos configurar la iluminación RGB por zonas o secciones, sino que el fabricante ha evolucionado el sistema de iluminación para permitir una configuración individual por tecla, como si se tratara de un teclado mecánico Gaming de escritorio.

Cooler Boost 5: MSI siempre ha presumido de los sistemas de refrigeración empleados en sus equipos, y en éste GE63VR 7RF Raider no es una excepción. Su sistema Cooler Boost 5 utiliza nada menos que siete heatpipes y cuatro flujos de aire para que tanto GPU como CPU estén siempre a una temperatura óptima.

Giant Speaker: El fabricante ha aumentado el tamaño de los altavoces integrados -mantiene la tecnología Dynaudio- para una mejor calidad de sonido. Ahora se incorporan dos altavoces y dos woofers de mayor tamaño para un sonido más realista y satisfactorio.

Puertos USB 3.1 iluminados: El equipo incorpora una función que permite iluminar los dos puertos USB 3.1 Type-A con los que cuenta, de manera que será más fácil dar con ellos en la oscuridad.

Además de todo lo mencionado, el portátil incorpora todas las tecnologías de generaciones pasadas, como el chásis construido en aluminio cepillado, la pantalla con 120 Hz de frecuencia de refresco y 3 ms de tiempo de respuesta, ideal para juegos rápidos, y con tecnología True Color, el sistema VR Ready con salida HDMI 2.0 para sistemas de realidad virtual y audio mejorado, así como la posibilidad (dependiendo del hardware interno) de contar con la tecnología SuperRAID 4 de almacenamiento. De igual manera, a destacar que el equipo cuenta con diversos perfiles pre configurados tanto de refrigeración y rendimiento como de visualización de pantalla, para adaptarse a las necesidades de cada usuario.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

Tomadas de la web del fabricante.

Ya sabéis que generalmente hay varias versiones del mismo portátil dependiendo del hardware interno, así que vamos a pasar a enumerar las que tiene el modelo que el fabricante nos ha enviado para analizar.

Como podéis ver, se trata de un portátil cuya característica -de hardware- fundamental es la inclusión de una GTX 1070 8 GB de sobremesa, porque por lo demás es más bien “normalito” teniendo en cuenta lo que es habitual dentro del catálogo de MSI.

ANÁLISIS EXTERNO

En este caso, y a diferencia de otras gamas como la Dominator o la Stealth, el equipo viene embalado en una caja de cartón duro a todo color, en cuya cara frontal simplemente vemos un dibujo de una especie de dragón mecánico, con el logo de MSI, la serie GE Raider y poco más.

Es en la parte posterior del embalaje en la que tenemos resumidas sus características principales en doce secciones en las que el fabricante nos cuenta las bondades del equipo.

Como siempre, en una etiqueta blanca en uno de los laterales es donde encontramos las especificaciones técnicas (como nota, me ha hecho gracia donde pone “Color: black, black, black, black”, haciendo bien de énfasis en que es negro).

Abrimos la caja en forma de cofre y nos encontramos con el equipo. No hagáis mucho caso a como viene en la imagen, pues tened en cuenta que como es habitual lo que nos envían es una muestra para análisis que ha pasado por diez manos antes que las nuestras, y a veces vienen las cosas… como vienen.

Como accesorios, en éste caso tan solo encontramos los habituales panfletos con la garantía, instrucciones y demás.

Y por supuesto la fuente de alimentación externa con su cable correspondeinte.

La fuente está como siempre fabricada por Chicony, y en este caso tiene 230 vatios de potencia.

7

Vamos ahora a ver el equipo. Tal y como comentábamos al principio tiene un armazón fabricado en aluminio cepillado de color negro, muy elegante y resistente pero que tiene como pega que se quedan las marcas de los dedos en seguida.

Como siempre, el logo de la marca adorna esta parte, y se iluminará cuando el equipo esté encendido.

En la parte inferior tenemos un armazón de plástico con unas generosas rejillas de ventilación y adornado, si os fijáis un poco, con el logo del dragón de MSI. Cuatro grandes patas de goma elevan unos milímetros el portátil de la superficie donde lo coloquemos para dejar pasar el aire.

Vamos con los laterales. En el frontal no tenemos nada salvo los habituales LEDs indicadores de estado.

Por detrás tampoco hay nada salvo dos salidas de aire (y es de agradecer que estén por detrás y no en los laterales para que no creen sensación de incomodidad cuando estemos utilizando el equipo).

En el lateral derecho tenemos un lector de tarjetas 2 en 1, dos USB 3.1 iluminados, una rejilla de entrada de aire y el conector de alimentación.

Finalmente, en el lateral izquierdo tenemos el resto de la conectividad, que incluye (de izquierda a derecha) el cierre de seguridad Kensington, otra rejilla de entrada de aire, RJ-45 Gigabit, HDMI, mini DP / Thunderbolt 3, USB 3.1 Type-A, USB 3.1 Type-C y minijacks de audio.

Aquí tenéis el equipo con la tapa abierta, donde podemos ver pantalla, webcam, teclado, touchpad y demás.

Aquí el teclado y el touchpad más de cerca.

Y aquí los botones (de arriba hacia abajo) de encendido, cambio de perfil de color del teclado y Cooler Boost (pone los ventiladores a tope durante unos segundos para un incremento de refrigeración temporal).

ANÁLISIS INTERNO

Retiramos la tapa inferior con unos cuantos tornillos y podemos acceder al interior del equipo rápida y fácilmente. Por cierto, mirad los cuatro altavoces en la zona inferior.

Como podéis ver, en total tenemos efectivamente siete heatpipes de cobre aplastadas que dan servicio cinco al procesador y tres a la gráfica, estando una de ellas compartida por ambas. Todo el entramado desemboca en dos ventiladores de tipo blower para refrigerar el conjunto.

En la zona izquierda tenemos el disco mecánico de 2,5 pulgadas, justo al lado del módulo combo WiFi + Bluetooth.

Hay dos zócalos SO-DIMM para memoria RAM, aunque en este caso solo hay ocupado uno de ellos por un módulo DDR4 de 16 GB a 2400 Mhz. Una pena que un fabricante de la talla de MSI siga poniendo en sus equipos de gama alta un solitario módulo, que no aprovecha el dual channel y por lo tanto nos va a entregar un pobre rendimiento de memoria. Afortunadamente como hay un zócalo libre siempre podremos adquirir otro módulo aparte y ponerlo nosotros.

Al lado de la memoria RAM se encuentran los zócalos M.2 (hay dos en total), cubiertos por una placa electrónica que no he logrado identificar.

Esta placa se puede quitar con solo dos tornillos y nos da acceso a los zócalos, uno de ellos ocupado por un disco de interfaz SATA 3 en este caso, aunque es compatible con SSDs PCIe NVMe si queremos.

Finalmente, la batería. Solo quitando un tornillo la podemos extraer fácilmente, una ventaja si queremos cambiarla.

TESTEO

Temperatura

La temperatura es un factor que podría llegar a preocupar bastante en un equipo con hardware dedicado al Gaming y que tiene reducidas dimensiones como en éste caso. Sin embargo MSI presume de su tecnología Cooler Boost 5 con dos disipadores de tipo blower, así que a ver qué tal se comportan a la hora de la verdad.

Para medir la temperatura hemos realizado las pruebas de siempre: en reposo (dejándolo sin hacer nada durante 20 minutos), en carga (estresando el procesador con Prime95 y la gráfica con Furmark al mismo tiempo durante 20 minutos, a la vez que hacíamos un test de lectura secuencial para los discos duros con Aida64). Se ha tomado el dato de temperatura más elevado en cada caso con el software gratuito Open Hardware Monitor. Hay que tener en cuenta que el dato de temperatura que se muestra en la siguiente gráfica es el Delta, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente. De esta manera se muestra el incremento de temperatura sin importar qué temperatura ambiente tengamos en cada momento.

He de decir que las temperaturas son sorprendentemente buenas. Recordemos que estamos ante un portátil equipado con un procesador Core i7 y una gráfica de sobremesa dedicada, todo en un espacio reducido, así que aunque parezcan altas en realidad son estupendas. Eso sí, el equipo sometido a máxima carga es rumoroso.

El software

Como buen equipo de MSI incorpora el software Dragon Center que nos permite controlar y monitorizar prácticamente todos los parámetros del equipo. Ya lo hemos visto varias veces con anterioridad así que no vamos a entrar a explicar cada punto, pero os ponemos sendas capturas de todos sus parámetros para que podáis verlo por si tenéis curiosidad.

Pruebas sintéticas

Como siempre, comenzamos con una captura de GPU-z y CPU-z para mostraros lo que tenemos entre manos (clic para ampliar las imágenes).

Como podéis ver, el equipo conserva la gráfica Intel HD integrada aunque tenga una dedicada, algo que beneficiará la autonomía de batería y generará menos calor cuando estemos con el equipo en reposo.

Vamos ahora sí con las pruebas sintéticas.

CrystalDisk Mark

Disco mecánico:

SSD:

En ambos casos estamos ante un rendimiento de almacenamiento dentro de lo normal, nada del otro mundo pues recordemos que en ambos casos la interfaz es SATA 3. Eso sí, el SSD tiene un rendimiento estupendo para ser SATA, cerca del máximo que da esta interfaz.

Aida64

Tal y como augurábamos, el rendimiento de la memoria es paupérrimo. Es lo que pasa por instalar un solo módulo y desaprovechar la posibilidad de que ésta funcione en modo de doble canal.

Cinebench

Tanto el procesador como la gráfica nos entregan un rendimiento estupendo en ésta prueba de renderizado, a la altura de un equipo de sobremesa tal y como anunciaba el fabricante.

3DMark

Como de costumbre, éste es el mejor benchmark para medir el rendimiento 3D del equipo. Recordad que en éste caso tenemos entre manos una GTX 1070 8GB de sobremesa, una gráfica de gama media-alta.

El rendimiento en 3DMark es excepcional. El mes pasado analizamos el MSI GS63VR 7RF Stealth Pro que montaba una GTX 1060 6GB y que nos dio una puntuación de 3421 en Time Spy, 8696, 4744 y 2506 en Fire Strike, FS Extreme y FS Ultra respectivamente, unas puntuaciones muy inferiores a las que vemos en este equipo que lleva montada la siguiente gráfica de NVIDIA en cuanto a rendimiento. Menudo salto de prestaciones, al menos en 3D.

SteamVR

Cerca de terminar y antes de ponernos con los juegos, éste es el resultado que nos ha dado el benchmark SteamVR para sistemas de realidad virtual.

Juegos

Como de costumbre, hemos probado unos cuantos juegos para ver el rendimiento real de este equipo en la que es al fin y al cabo su finalidad: juegos. Lo hemos hecho como de costumbre: a resolución Full HD y con los ajustes gráficos al máximo para representar la opción más económica de éste portátil, que es la que MSI nos ha enviado.

Éstos han sido los resultados:

Tal y como podéis apreciar en la gráfica de rendimiento, y en la de SteamVR de más arriba, el MSI GE63VR 7RF Raider va más que sobrado para cualquier juego actual jugando al máximo en su pantalla Full HD. Lo que podíamos esperar, ni más ni menos.

CONCLUSIÓN

El MSI GE63VR 7RF Raider es sin duda un gran portátil para juegos, gracias a que incorpora una GeForce GTX 1070 de sobremesa en su interior que asegura que podremos jugar al máximo a cualquier título del mercado. Además, con todas las nuevas tecnologías que MSI va trayendo bajo el brazo en cada nueva generación de portátiles, el fabricante se va superando a sí mismo.

Eso sí, me parece imperdonable que un fabricante de la talla de MSI siga instalando en sus portátiles módulos de memoria RAM en solitario, desaprovechando el doble canal y perjudicando el rendimiento del equipo, que podría ser todavía mejor.

PROS:

  • Muy buen rendimiento, especialmente en juegos.
  • Bajo peso y reducidas dimensiones.
  • Excelente calidad de sonido.
  • Estética Gamer.
  • Teclado con iluminación por tecla.
  • Dos de los puertos USB están iluminados. Un puntazo.
  • Buena refrigeración.

CONTRAS:

  • Pobre rendimiento de memoria RAM.
  • Caro (2.150 euros) para no llevar si quiera un SSD PCIe NVMe.

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Portátiles

MSI GS63VR 7RF Stealth Pro

  • 08 de septiembre, 2017 • 11:00
  • Rodrigo Alonso

En el día de hoy volvemos a enseñaros el enésimo análisis de un portátil de la marca MSI, más concretamente del modelo MSI GS63VR 7RF Stealth Pro, un portátil que presume de proporcionar todas las últimas tecnologías con un rendimiento más que decente incluso para jugar, y en un formato ligero (1,8 Kg) y portable de verdad, que nos permita llevarnos nuestros juegos de un lado a otro sin problemas.

Para ello, MSI ha equipado a éste ordenador portátil con los últimos procesadores Intel Core i7 de séptima generación para portátiles, amén de una gráfica dedicada NVIDIA GeForce GTX 1060 6GB y, en éste caso -aunque es opcional- una pantalla de resolución Ultra HD (la opción normal lleva pantalla Full HD). Por supuesto está equipado con las tecnologías habituales que incorporan todos los portátiles de la marca y que hemos repasado infinidad de veces, y todo en un formato bastante compacto que permite que de verdad podamos llevar cómodamente el equipo de un lado a otro para jugar donde queramos.

Claro que el GS63VR es un portátil que podríamos considerar modesto en términos de Gaming. No lleva una gráfica de gama alta y sin embargo su pantalla es Ultra HD en este caso, por lo que jugar a juegos a ésta resolución va a ser una tarea un tanto complicada incluso cuando la GPU es de sobremesa y no de portátil. Lo que sí es un logro es que MSI haya conseguido “comprimir” todo éste hardware, muy decente, en un formato de portátil bastante fino y ligero, la característica fundamental de la familia Stealth Pro del fabricante.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

Tomadas del modelo genérico en la página web del fabricante. En seguida repasamos el hardware específico que lleva el modelo analizado pues, como sabéis, hay algunos componentes que son opcionales como ya os hemos comentado en el caso de la pantalla.

El equipo que nos ha enviado el fabricante monta un procesador Intel Core i7 7700HQ (4 cores, 8 hilos), acompañado de 16 GB de memoria RAM DDR4 a 2400 Mhz en dos módulos de 8 GB para aprovechar el dual channel, y de la ya antes mencionada GeForce GTX 1060 6GB de escritorio. El modelo que nos ha enviado MSI tiene, además, un SSD PCIe NVMe en formato M.2 de 512 GB y un disco mecánico de 2,5 pulgadas de 2 TB para almacenamiento masivo. Todo ello con la ya mencionada antes pantalla de 15,4 pulgadas IPS de resolución Ultra HD (3840 x 2160 píxeles).

Con esta configuración, el equipo tiene un precio de unos 2200 euros en tiendas online de España, aunque baja unos 300 euros si lo escogéis con pantalla Full HD en lugar de Ultra HD (algo que, bajo mi punto de vista, es más adecuado a la GTX 1060 que incorpora).

Además de lo que ya os hemos descrito, el equipo tiene como siempre todas las características habituales de toda la familia Gaming del fabricante, incluyendo Cooler Boost Trinity, teclado retro iluminado SteelSeries, True Color Technology, sonido Nahimic 2, tarjeta de red Killer, tecnología Shift y el habitual software Dragon Center de MSI desde el que podremos controlarlo todo.

ANÁLISIS EXTERNO

Como es habitual en este fabricante, el portátil viene embalado en una caja de cartón duro corrugado de gran resistencia, tintado de color negro y en el que únicamente encontramos el logo del fabricante en rojo en la parte superior.

Levantamos la tapa y encontramos el portátil que está dentro de una bolsa de tela antiestática. Bajo éste y a la izquierda en la imagen están la fuente de alimentación externa y accesorios correspondientes.

Aquí tenéis los accesorios, que como siempre consisten en los panfletos informativos de rigor y el CD con los drivers y manuales (sigue sorprendiéndome que los fabricantes incluyan un CD de drivers en equipos que no tienen lector). También la fuente de alimentación externa y el cable. En este caso está fabricada por Delta Electronics y tiene 150 vatios de potencia.

Ya fuera de sus protecciones, aquí podéis ver el MSI GS63VR, con su cubierta de aluminio cepillado y el logo de la marca que se iluminará cuando tengamos el equipo encendido. La verdad es que en los últimos tiempos MSI no ha variado casi nada del diseño estético de sus equipos, y es algo que ya les va haciendo falta, aunque sea añadiendo algún detalle.

Aquí tenéis el logo de MSI más de cerca.

Por la parte inferior del equipo sí que nos encontramos con algo inusual, y es que MSI parece haber puesto una especie de material suave al tacto, desconozco para qué porque sinceramente me parece que queda fatal, si bien es cierto que no es una zona del portátil que normalmente se vea. En cualquier caso, en ésta zona inferior encontramos las habituales rejillas de entrada de aire, y nada menos que nueve patas de goma.

En la siguiente imagen podéis ver un poco más de cerca éste material. Es como fieltro, pero la verdad es que no sé identificarlo.

En cuanto a la conectividad, podéis verla en la siguiente galería. En el frontal tenemos solo los habituales LEDs de estado, mientras que en la parte trasera tenemos la salida de aire caliente y una decorativa línea roja junto con la palabra Stealth que creo que queda fantástico. En el lateral derecho encontramos el botón de encendido, un USB 2,0, un Thunderbolt, un HDMI, un mini Displayport, conector de corriente y otra rejilla para salida de aire, dejando para el lado izquierdo otra salida de aire más, cierre de seguridad Kensighton, puerto RJ-45 Gigabit, lector de tarjetas 2 en 1, tres USB 3.0 y los dos minijacks de audio de rigor.

Abrimos la tapa del portátil y nos topamos con una pantalla de 15,4 pulgadas con la habitual webcam HD en la parte superior. No es que los bordes de la pantalla sean demasiado gruesos, pero creo sinceramente que éste es un aspecto en el que MSI y todos los fabricantes de portátiles deberían mejorar.

Por supuesto, encontramos el teclado completo firmado por SteelSeries, con retroiluminación. El touchpad está en la zona inferior, ligeramente ladeado hacia la izquierda.

ANÁLISIS INTERNO

La parte mala de tener un portátil con hardware de alta gama en un tamaño delgado y ligero es que los componentes internos están bastante “comprimidos”, y muchas veces cuesta acceder a ellos. El GS63VR es un claro ejemplo de ello, y lo podéis ver a simple vista según retiramos la tapa inferior (que, por cierto, tiene una buena cantidad de tornillos).

Podemos ver que prácticamente la totalidad de la parte visible a la que podemos acceder quitando la tapa está ocupada por la batería y por la placa base. Por ejemplo, no podremos acceder a la memoria RAM ni al SSD M.2 sin desmontar todo el portátil, lo cual es una clara desventaja del equipo. De hecho incluso los propios disipadores de tipo blower (uno para el procesador, dos para la GPU) están “embutidos” y prácticamente ni se ven las heatpipes.

Sí que tenemos acceso a la batería, que podríamos desmontar quitando tres tornillos y desenganchando dos conectores.

También al disco mecánico.

Y al módulo WiFi + Bluetooth.

Como comentábamos hace un momento, no tenemos acceso ni a la memoria RAM ni al SSD M.2 sin tener que desmontar toda la placa base del portátil, un proceso bastante más complicado y laborioso.

TESTEO

Temperatura

La temperatura es un factor que podría llegar a preocupar bastante en un equipo con hardware dedicado al Gaming y que tiene reducidas dimensiones como en éste caso. Sin embargo MSI presume de su tecnología Cooler Boost Trinity con tres disipadores de tipo blower, así que a ver qué tal se comportan a la hora de la verdad.

Para medir la temperatura hemos realizado las pruebas de siempre: en reposo (dejándolo sin hacer nada durante 20 minutos), en carga (estresando el procesador con Prime95 y la gráfica con Furmark al mismo tiempo durante 20 minutos, a la vez que hacíamos un test de lectura secuencial para los discos duros con Aida64). Se ha tomado el dato de temperatura más elevado en cada caso con el software gratuito Open Hardware Monitor. Hay que tener en cuenta que el dato de temperatura que se muestra en la siguiente gráfica es el Delta, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente. De esta manera se muestra el incremento de temperatura sin importar qué temperatura ambiente tengamos en cada momento.

Como se puede apreciar las temperaturas son relativamente elevadas tanto en el procesador como en la tarjeta gráfica, si bien es cierto que en ambos casos se mantienen dentro de los niveles seguros de utilización. Eso sí, hay que decir que sometido a carga el equipo es bastante rumoroso, y que el calor se nota en la zona superior del teclado. También me parece incómodo que el equipo no solo saque el aire caliente por detrás sino también por los lados, pues si estamos utilizando el equipo para jugar con un ratón externo molesta estar recibiendo un chorro de aire caliente en la mano.

El software

Como buen equipo de MSI incorpora el software Dragon Center que nos permite controlar y monitorizar prácticamente todos los parámetros del equipo. Ya lo hemos visto varias veces con anterioridad así que no vamos a entrar a explicar cada punto, pero os ponemos sendas capturas de todos sus parámetros para que podáis verlo por si tenéis curiosidad.

Por cierto, la foto de rigor del teclado retroiluminado SteelSeries que monta el equipo.

Pruebas sintéticas

Como siempre, comenzamos con una captura de GPU-z y CPU-z para mostraros lo que tenemos entre manos (clic para ampliar las imágenes).

Vamos ahora sí con las pruebas sintéticas.

CrystalDisk Mark

Disco mecánico:

SSD:

El disco mecánico nos da el rendimiento habitual en cualquier disco SATA 3 de 2,5 pulgadas, pero el rendimiento que nos está entregando el SSD NVMe es espectacular, con más de 3,1 GB/s de lectura y 1,6 GB/s de escritura.

Aida64

El rendimiento de la memoria en Aida64 es lo normal para contar con 2x8GB DDR4 a 2400 en formato SO-DIMM. Tampoco podemos pedirle peras al olmo, pues evidentemente el rendimiento entregado va a estar siempre por debajo del que obtendríamos en un PC de sobremesa.

Superposition Benchmark

Aunque anteriormente no hemos utilizado éste benchmark, siempre es un buen momento para empezar a hacerlo. Éste nos va a decir qué tal se comporta el equipo en rendimiento 3D. Como podéis ver hemos utilizado el perfil 1080p Extreme y este ha sido el resultado.

3DMark

Como de costumbre, éste es el mejor benchmark para medir el rendimiento 3D del equipo. Recordad que en éste caso tenemos entre manos una GTX 1060 6GB, que no es ni de lejos gama alta.

Heaven Benchmark

Éste benchmark es una buena antesala para las pruebas en juegos, pues el rendimiento que nos muestra es, más o menos, lo que después vamos a poder esperar en éstos.

El resultado es de nuevo el esperado. Y casi 60 FPS de media en éste benchmark a Full HD y con los ajustes gráficos al máximo no es moco de pavo, la verdad.

Juegos

Como de costumbre, hemos probado unos cuantos juegos para ver el rendimiento real de este equipo en la que es al fin y al cabo su finalidad: juegos. Lo hemos hecho en dos partes: por un lado a resolución Full HD y con los ajustes gráficos al máximo para representar la opción más económica de éste portátil, y por otro a resolución Ultra HD, que es la que tiene el modelo que MSI nos ha enviado.

Éstos han sido los resultados:

Como podéis ver, a resolución Full HD y con los ajustes gráficos al máximo el portátil se desenvuelve perfectamente, y salvo en Battlefield 1 (que por algún motivo se ha atragantado) en todos tenemos más de 60 FPS de media que es lo deseable.

Ya a resolución UltraHD se nota que la GTX 1060 6GB se queda bastante corta, y eso que hemos configurado los juegos con los ajustes gráficos en alto y no en Ultra (y por ejemplo en Tomb Raider no hemos puesto TressFX). Jugando con éstos ajustes, la media de FPS se sitúa en torno a los 40 que es perfectamente jugable, pero la parte mala es que tenemos bastantes bajones de FPS situacionales que entorpecen la experiencia de juego. El equipo está bien, pero para la mejor experiencia es recomendable o una pantalla Full HD y no Ultra HD, o una gráfica superior en éste caso.

CONCLUSIÓN

Personalmente me gusta mucho la gama Stealth Pro de MSI (familia GS) porque son equipos portátiles que de verdad nos permiten jugar en cualquier parte. Con esto quiero decir que no son “mostrencos” de más de 3 Kg que abultan un montón y que más bien son estaciones móviles de juego, por mucha potencia que tengan, porque son incómodos. No. Éste GS63VR Stealth Pro es un portátil cómodo de llevar, que pesa solo 1,8 Kg y que aun así nos da potencia suficiente para poder hacer cualquier tarea que queramos con un rendimiento muy decente y, a su vez, poder jugar a los últimos títulos del mercado sin problmeas.

PROS:

  • Rendimiento excelente.
  • Muy buena calidad de materiales.
  • Todas las últimas tecnologías disponibles.
  • Estéticamente bonito.
  • Teclado completo retro iluminado.
  • Buen sistema de sonido.
  • Ligero y fácil de transportar.

CONTRAS:

  • La GTX 1060 se queda corta para resolución UHD en juegos.
  • Sonoro sometido a carga.
  • Discutible decisión de poner esa capa de material suave en la base.
  • Sin acceso directo a memoria RAM y SSD M.2.

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serie 7000 Intel
Procesadores

Intel Core i9-7900X y MSI X299 Tomahawk Arctic

  • 18 de julio, 2017 • 11:00
  • Miguel Ángel Rodríguez

 

En el día de hoy analizamos el nuevo Core i9-7900X de Intel, el procesador tope de gama para sobremesa de la compañía, acompañado de una de las mejores placas base de MSI para el chipset. Fue en Mayo de este mismo año, en Computex, cuando Intel anuncio su nueva plataforma HEDT con nombre en código Basin Falls. La plataforma Basin Falls está estructurada en torno al chipset X299 y en torno a los procesadores Skylake-X y Kaby Lake-X.

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PC Sobremesa

Even Gamer by MSI

  • 29 de junio, 2017 • 11:00
  • Rodrigo Alonso

A día de hoy, el tener un equipo Gaming es el objetivo de la mayoría de los usuarios, al menos para poder jugar de una manera decente a los últimos juegos del mercado. Pero claro, para poder lograrlo normalmente hace falta tener un presupuesto bastante holgado, especialmente por la tarjeta gráfica, y casi siempre estamos hablando de equipos de más de 1.000 euros. La tienda Even, en colaboración con MSI, han creado un equipo preconfigurado al que han llamado Even Gamer by MSI, un equipo que apenas cuesta 625 euros y que promete poder ejecutar todos los últimos títulos del mercado a resolución Full HD y 60 FPS con una calidad decente. En el día de hoy vamos a mostraros con nuestro análisis éste equipo y por supuesto contaros qué tal funciona y si ésta premisa se cumple o no.

Como vais a poder ver en seguida, éste equipo dista mucho de los preconfigurados OEM que utilizan componentes de baja calidad. El Even Gamer by MSI es un equipo que si bien utiliza un hardware sencillo lo hace con primeras marcas para garantizar la calidad, así que no nos vamos a encontrar el disipador de stock del fabricante ni una fuente de alimentación OEM de dudosa calidad: Corsair, Kingston y por supuesto MSI son los protagonistas de este equipo que, con el precio que tiene, desde luego pinta bastante atractivo a primera vista.

En nuestro análisis os vamos a mostrar todos y cada uno de los componentes de éste ordenador premontado con máxima atención al detalle, y por supuesto lo vamos a poner a prueba con los benchmarks y juegos habituales para poder contaros de primera mano qué tal se desenvuelve en situaciones reales. ¿Podremos tener por 625 euros un equipo Gaming de verdad? En seguida vamos a salir de dudas.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

Tomadas de la página web de la tienda.

Como decíamos antes, estamos ante un equipo con componentes de hardware de primera calidad, como la placa base y gráfica de MSI, fuente de alimentación Corsair o la RAM y el SSD de Kingston, si bien es cierto que tanto la caja como el disipador pueden no ser especialmente buenos, al menos por renombre (la caja es de la propia tienda, a todo esto). A priori es como podéis ver un equipo con hardware sencillo -los 625 euros es para lo que dan- pero tiene bastante buena pinta para jugar a Full HD, y hay que mencionar el hecho de que es raro encontrar un equipo de este rango de precios que venga con SSD.

A continuación podéis ver un vídeo de la selección de componentes y cómo los montan a mano.

ANÁLISIS EXTERNO

El equipo Even Gamer by MSI viene embalado en la típica caja de cartón duro en la que, lamentablemente, no encontramos ninguna información más allá del fabricante.

Sacamos el equipo de la caja y nos topamos con ese chasis marca Even. A primera vista estéticamente tiene buena pinta, si bien es cierto que ya de primeras parece una caja bastante endeble.

Una pegatina nos advierte de que encontraremos embalaje en la zona interior del equipo con el objetivo de proteger los componentes durante el transporte, dado que éstos vienen ya montados. De no hacerlo, especialmente el zócalo PCI-Express de la tarjeta gráfica y el disipador, que es de tipo torre, correrían el riesgo de sufrir graves daños.

Vamos a comenzar a ver las partes por el frontal. Tenemos un aspecto sobrio, con plástico negro que imita al aluminio cepillado. El logo de Even está en la parte superior y el de MSI adorna la parte central. Encontramos dos bahías para unidades de 5,25 pulgadas y sendas rejillas tanto en los lados como en la parte inferior.

Detalle del logo de MSI.

En el lateral izquierdo encontramos una ventana de plástico oscurecido que nos permitirá ver el hardware interno. Aquí ya vemos cómo está todo el interior protegido por plástico de burbujas.

El lateral opuesto está completamente vacío.

Vamos al techo de la caja, donde encontramos el panel de conexiones «frontal» y una rejilla tras la que podremos instalar un ventilador. Ésta cuenta con un filtro anti polvo magnético que podemos retirar desde fuera.

Detalle del panel de conexiones. De arriba hacia abajo podemos ver: botón de encendido, minijacks de audio, un USB 2.0, dos USB 3.0, LEDs de actividad de disco y encendido al lado del botón de Reset, y finalmente un lector de tarjetas 2 en 1 para tarjetas SD y microSD.

Aquí el detalle de la rejilla y su filtro magnético.

Pasamos al suelo de la caja, en el que predominan cuatro patas de plástico pero que tienen unas pequeñas inserciones de terciopelo -no es goma- para evitar rozamientos en la mesa. También una rejilla con un filtro metálico en la zona de la fuente de alimentación.

 

Pasamos a la parte trasera, que es donde están los puertos de conexión de la placa base, tarjeta gráfica y fuente de alimentación, además claro del ventilador de 120 mm trasero que viene instalado de fábrica.

La placa base MSI Bazooka B250M de formato micro ATX nos proporciona (de arriba hacia abajo en la imagen) dos puertos PS/2, un DVI, dos USB 2.0, RJ-45 para LAN Gigabit, un HDMI, dos USB 3.0 Type-A, dos USB 3.1, siendo uno de ellos con conector reversible Type-C, y minijacks de audio. La tarjeta gráfica por su parte nos proporciona un DVI-DL, un HDMI y un DisplayPort.

Visto el equipo por fuera, es hora de ver qué tiene en su interior.

ANÁLISIS INTERNO

Retiramos los laterales y ya podemos ver el hardware, si bien es cierto que al principio viene acolchado por ese plástico de burbujas protector.

Lo retiramos y ahora sí podemos ver el hardware que monta éste Even Gamer by MSI.

Encontramos un interior bastante ordenado con los cables bien canalizados, dejando que el flujo de aire haga su trabajo en buenas condiciones. Un disipador de pequeño tamaño (ventilador de 92 mm) de tipo torre con tres heatpipes de cobre se encarga de refrigerar el procesador, mientras que tenemos a la GTX 1050 Ti de MSI justo debajo en la imagen.

Aquí podéis ver la gráfica, de sobra conocida con su disipador Twin Frozr IV.

En la parte trasera, éste ventilador de 120 mm con LED rojo se encargará de sacar el aire caliente fuera de la caja.

En el frontal tenemos otro ventilador igual metiendo aire y completando así el flujo interno.

Aquí podéis ver el disipador con su ventilador de 92 mm, junto a las memorias RAM Kingston HyperX Fury DDR4.

La fuente de alimentación es una Corsair VS450.

Aquí tenéis la parte trasera, con una buena gestión de cables y el SSD en la parte derecha.

Aquí está el SSD de Kingston, en formato de 2,5 pulgadas y con interfaz SATA 3.

No es que la caja sea un portento para poder canalizar cables, pero los chicos de Even PC no han escatimado en bridas.

Por cierto que tenemos espacio para añadir unidades de disco de 3,5 pulgadas si queremos.

TESTEO

Vamos a mostraros una imagen del equipo encendido. Se iluminan en rojo los ventiladores delantero y trasero, así como la tarjeta gráfica. Pero queremos que veáis una cosa, y es que a través de la ventana de plástico oscurecido no se ve demasiado bien. Es lo malo de utilizar plástico del malo. Desde luego la única pega que le puedo sacar al equipo de momento es la mala calidad de materiales de la caja.

Vamos a comenzar, como siempre, con las capturas de GPU-Z y CPU-Z de rigor para que veáis el hardware que manejamos.

Temperatura

La temperatura es un factor que podría llegar a preocupar bastante en un equipo con hardware dedicado al Gaming que está orientado a ser «barato», y que por ello no emplea sistemas de refrigeración de gama alta.

Para medir la temperatura hemos realizado las pruebas de siempre: en reposo (dejándolo sin hacer nada durante 20 minutos), en carga (estresando el procesador con Prime95 y la gráfica con Furmark al mismo tiempo durante 20 minutos, a la vez que hacíamos un test de lectura secuencial para el SSD con Aida64). Se ha tomado el dato de temperatura más elevado en cada caso con el software gratuito Open Hardware Monitor. Hay que tener en cuenta que el dato de temperatura que se muestra en la siguiente gráfica es el Delta, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente. De esta manera se muestra el incremento de temperatura sin importar qué temperatura ambiente tengamos en cada momento.

Ningún problema, dado que el procesador no es que genere demasiado calor el disipador que ha instalado el fabricante va más que de sobra para mantener un buen nivel de temperaturas en el sistema.

Vamos ahora sí con las pruebas.

CrystalDisk Mark

Todo normal para un SSD SATA3. Creo sinceramente que es un acierto emplear un SSD y no un disco mecánico para un equipo orientado a juegos. Luego ya si el usuario quiere añadir un disco para almacenamiento masivo está bien, pero lo suyo es que el sistema operativo y los principales juegos estén en un SSD para acelerar los tiempos de carga.

Cinebench

El resultado es el esperado en cuanto al procesador, ya que repetimos que no es que sea gran cosa. Pero en donde me ha sorprendido es en el rendimiento OpenGL, donde la GTX 1050 Ti de MSI ha logrado superar holgadamente los 60 FPS.

Aida64

Nada mejor que Aida64 para medir el rendimiento de la memoria RAM y la caché.

El rendimiento es el esperado, pues manejamos RAM DDR4 a solo 2400 Mhz.

3DMark

Como de costumbre, éste es el mejor benchmark para medir el rendimiento 3D del equipo. Recordad que en éste caso tenemos entre manos una GTX 1050 Ti que está lejos de ser gama alta.

Bueno, está claro que tenemos entre manos un equipo con gráfica de gama media, pero que según los resultados mostrados debería darnos de sobra para mover juegos a resolución Full HD y 60 FPS relajando eso sí algunos ajustes gráficos.

Nos acercamos a lo que seguramente estéis esperando, los juegos, pero antes vamos a ver qué rendimiento nos entrega en Heaven Benchmark, una utilidad que nos va a ayudar a hacernos una idea de la potencia para juegos que vamos a encontrarnos. En este caso no hemos utilizado los ajustes máximos, sino en alto y sin anti aliasing.

El resultado como podéis apreciar es excelente.

SteamVR

Éste es el rendimiento que muestra el Corsair ONE Pro en la herramienta SteamVR, para comprobar su capacidad de gestionar entornos de realidad virtual.

Bueno, está claro que éste Even Gamer by MSI no es un equipo diseñado para la realidad virtual, pero seguramente tengamos suficiente para poder hacer nuestros «pinitos» en ella si queremos.

Juegos

Como de costumbre, hemos probado unos cuantos juegos para ver el rendimiento real de este equipo en la que es al fin y al cabo su finalidad: juegos. En todas las pruebas hemos utilizado los ajustes gráficos en alto, sin anti aliasing (o con 2x) y con la resolución Full HD. Éste ha sido el resultado:

El resultado es francamente muy bueno, donde solo Grand Theft Auto V no ha podido lograr los 60 FPS estables pero, aun así, con una tasa de frames por segundo bastante decente que hace que el juego sea perfectamente jugable.

CONCLUSIÓN

He quedado gratamente sorprendido por éste equipo que nos proponen Even PC y MSI, con un precio realmente ajustado (625 euros) y un rendimiento más que suficiente para poder jugar a cualquier juego actual a resolución Full HD aunque eso sí, en muchos casos tendremos que jugar con los ajustes gráficos para alcanzar la deseada tasa de 60 FPS. Además tiene el plus de que han utilizado componentes de primeras marcas en lo principal, y con la salvedad de la caja que es más bien mala el resto nos da una garantía y una tranquilidad estupendas.

PROS:

  • Muy buen rendimiento en juegos a Full HD.
  • Componentes de primeras marcas a excepción de la caja y el disipador.
  • Buenas temperaturas.
  • No es para nada ruidoso.
  • SSD en su configuración básica.
  • Amplia conectividad.
  • Precio (625 euros el modelo analizado).

CONTRAS:

  • No me habría importado que costara 25 euros más pero que hubieran usado una caja de mejor calidad.

Por todo ello, éste Even Gamer by MSI se lleva nuestro galardón de Oro, y nuestra recomendación tanto por su rendimiento (teniendo en cuenta para lo que está pensado) como por su relación prestaciones / precio.

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PC Sobremesa

MSI Trident 3

  • 23 de mayo, 2017 • 11:00
  • Rodrigo Alonso

No hace mucho que el fabricante MSI presentó su nuevo sistema Trident 3, un equipo completo con el tamaño de una consola pero una potencia muy superior (además claro de todo lo que se puede hacer en un PC y no en una consola). En el día de hoy os mostramos nuestro particular análisis de éste dispositivo en su versión tope de gama, equipado con todas las últimas tecnologías incluyendo un procesador Intel Kaby Lake y gráficas NVIDIA Serie 10.

Con una carcasa externa horizontal al estilo de las consolas, el MSI Trident 3 esconde bajo éste caparazón un potente sistema de juegos. Como casi todos los equipos de la marca tiene una configuración de hardware variable que depende de las opciones que quiera escoger el usuario, pero puede montar procesadores desde el Core i5-7500 como opción más básica hasta el potente Core i7-7700 con 8 hilos de proceso como opción tope de gama. Como tarjeta gráfica, el Trident 3 lleva una NVIDIA GeForce GTX 1050 de 4 GB y 8 GB de memoria RAM DDR4 en su configuración más sencilla, pero en la versión tope de gama incorpora una GeForce GTX 1060 de 6 GB y hasta 32 GB de memoria RAM DDR4 funcionando a 2400 Mhz en su opción más elevada. Todo éste hardware se complementa con un dispositivo de estado sólido NVMe PCI-Express de 256 GB y un disco mecánico SATA3 de 1 TB de capacidad.

El equipo como decíamos está pensado para ser colocado en horizontal como las videoconsolas, pero incluye entre sus accesorios una base para que podamos montarlo de manera vertical como podéis ver en la imagen de arriba. A destacar también su extensa conectividad, que empieza por tres puertos USB 3.0 en el frontal, uno de ellos con el conector reversible Type-C, dos minijacks de audio y un HDMI frontal para poder conectar sistemas de realidad virtual cómodamente. La conectividad se completa en la parte trasera añadiendo dos salidas HDMI adicionales, cuatro USB 2.0, otro USB 3.1 adicional, un RJ-45 Gigabit (con su habitual tarjeta de red Killer) y los habituales minijacks de audio para poder conectar un sistema de sonido 5.1. Todos estos puertos se complementan con los que incluye la tarjeta gráfica que instalemos, que generalmente serán un DVI, un HDMI más y un DisplayPort.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

Ésta versión que analizamos en el día de hoy es la tope de gama, que tiene un precio de 1.500 euros en tiendas de España. En ésta, contamos con un procesador Intel Core i7 7700 (sin K), una GTX 1060 de 6 GB, SSD SATA de 256 GB mas disco mecánico de 1 Tb, y todas las características que os hemos ido enumerando en la introducción de éste análisis.

ANÁLISIS EXTERNO

El MSI Trident 3 viene embalado en la habitual caja de cartón duro de color negro que el fabricante emplea en casi todos sus sistemas completos. En la cara principal podemos ver imagen a tres cuartos del producto, enseñándonos así su tamaño. Destacan también sus principales tecnologías (entre las que por supuesto se destaca que es un equipo preparado para la Realidad Virtual).

En la parte trasera tenemos una imagen de la parte trasera del equipo, así como una descripción de sus principales facultades incluyendo la de que se trata del equipo más pequeño del mercado preparado para la Realidad Virtual. En uno de los laterales tenemos sus especificaciones técnicas, mientras que en el opuesto tenemos destacadas algunas de sus características en forma de icono.

Abrimos la caja en forma de cofre y con lo primero que nos topamos es con una cubierta de poliestireno expandido de color negro que acoge la fuente de alimentación, el cable, y el stand para mantener el Trident 3 en posición vertical.

Aquí tenéis la fuente de alimentación externa, fabricada por Delta Electronics como siempre y con 230 vatios de potencia.

Y aquí el stand para mantener el equipo en vertical (más tarde os lo mostramos «en acción»).

Retiramos ésta cubierta y debajo tenemos el equipo protegido por una pequeña bolsa anti estática de tela.

Aquí tenéis el MSI Trident 3 en todo su esplendor, acompañado de un par de famosos personajes del League of Legends para comprar su tamaño.

Para que os hagáis una idea, la figura de Katarina Unlocked tiene una altura de 23,8 centímetros.

Vamos a ver el equipo. La parte superior tiene dos zonas, una de aluminio cepillado con el logo de MSI, mientras que en la otra zona, de plástico, reina una rejilla a través de la cual le entrará aire fresco del exterior a la tarjeta gráfica exclusivamente.

Por delante tenemos los puertos de conexión de rigor que incluyen los minijacks de audio, un USB Type-C, dos USB 3.1 (uno de ellos con carga) y un HDMI para conectar sistemas de realidad virtual. Arriba a la izquierda hay una barra LED RGB.

En la zona trasera tenemos mucha más conectividad. Para empezar tenemos la GTX 1060 6 GB que incorpora un DisplayPort, un HDMI y un DVI, además de las conexiones de la placa base que incluyen de izquierda a derecha HDMI, conector de corriente, otro HDMI, cuatro USB 2.0, un USB 3.1, RJ-45 Gigabit y minijacks de audio 5.1. Echo de menos, la verdad, un conector S/PDIF para audio digital.

En este lateral únicamente encontramos rejillas de ventilación.

En el opuesto, otra rejilla además del botón de encendido y el resto de la barra de iluminación LED RGB.

Para terminar con la vista exterior del equipo, en la parte inferior tenemos cuatro patas de goma y una rejilla más.

Aquí tenéis cómo queda el Trident 3 con su stand para colocarse en vertical.

ANÁLISIS INTERNO

Para abrir el Trident 3 solo hay que retirar uno de los laterales haciendo palanca con un destornillador plano o similar, quitar dos tornillos y ya podremos deslizar el panel superior para tener acceso al hardware interno. Éste es el aspecto que tiene, con su placa mini ITX y el disipador tipo blower a la izquierda y la tarjeta gráfica a la derecha.

La placa base es específica para éste equipo, ya que entre otras cosas tiene el zócalo PCI-Express 3.0 x16 girado 90 grados para colocar la gráfica. Lógicamente se puede quitar de manera sencilla. Fijaos también que hay una pieza de plástico que «aísla» relativamente a la gráfica del resto del hardware.

Aquí tenéis la NVIDIA GeForce GTX 1060 6GB que equipa el PC, lógicamente de MSI y de reducidas dimensiones. Solo necesita un conector PCIe de 6 pines para funcionar.

El equipo hace uso de una pareja de módulos de memoria RAM DDR4 a 2400 Mhz en formato SO-DIMM fabricados por Kingston.

El ventilador tipo blower se puede retirar fácilmente quitando tres tornillos, y nos deja ver el disipador del procesador. Consta de dos heatpipes de cobre pintados de negro que llevan el calor hasta un bloque de láminas de aluminio pegado al borde de la caja, al que lógicamente el ventilador empujará el aire para proporcionarle la refrigeración necesaria.

Aquí podéis verlo con mayor detalle.

Y aquí el ventilador.

Como podéis ver, el Trident 3 da un acceso fácil y rápido a componentes como la tarjeta gráfica y la memoria RAM, pero si os fijáis no se ven los discos duros, un M.2 SATA y un SATA 3 mecánico. Esto es así porque se encuentran debajo de la placa base, obligando al usuario a desmontar completamente la placa base y el disipador para acceder a ellos. No hemos querido hacerlo porque era bastante complicado, ya que está agravado por el hecho de que tiene un módulo WiFi + Bluetooth con cableado para las antenas a lo largo de la caja.

TESTEO

El equipo viene con Windows 10 ya instalado y un montón de aplicaciones de MSI. Siempre me he quejado de que éste fabricante instala muchísimo bloatware en sus equipos y el Trident 3 no es una excepción, aunque es de agradecer que no viniera con el insufrible Norton preinstalado. Por cierto, aquí podéis ver la iluminación del equipo, por supuesto configurable desde Dragon Center.

Vamos a comenzar, como siempre, con las capturas de GPU-Z y CPU-Z de rigor para que veáis el hardware que manejamos.

Temperatura

La temperatura es un factor que podría llegar a preocupar bastante en un equipo con hardware dedicado al Gaming y que tiene reducidas dimensiones como en éste caso.

Para medir la temperatura hemos realizado las pruebas de siempre: en reposo (dejándolo sin hacer nada durante 20 minutos), en carga (estresando el procesador con Prime95 y la gráfica con Furmark al mismo tiempo durante 20 minutos, a la vez que hacíamos un test de lectura secuencial para los discos duros con Aida64). Se ha tomado el dato de temperatura más elevado en cada caso con el software gratuito Open Hardware Monitor. Hay que tener en cuenta que el dato de temperatura que se muestra en la siguiente gráfica es el Delta, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente. De esta manera se muestra el incremento de temperatura sin importar qué temperatura ambiente tengamos en cada momento.

Las temperaturas son, como podéis ver, un poco altas, pero nada preocupante. Además en favor del equipo he de decir que cuando está en reposo es casi completamente silencioso, y bajo carga no hace más ruido que una PS4 por ejemplo. Punto para MSI.

Vamos ahora sí con las pruebas.

CrystalDisk Mark

Disco mecánico:

SSD:

En cuanto al almacenamiento nos encontramos con lo esperado de dos discos SATA, si bien la velocidad de escritura del SSD no es muy buena que digamos.

Cinebench

Tanto procesador como gráfica nos muestran un rendimiento excelente en ésta prueba.

3DMark

Como de costumbre, éste es el mejor benchmark para medir el rendimiento 3D del equipo. Recordad que en éste caso tenemos entre manos una GTX 1060 6 GB que no es ni de lejos gama alta.

No obstante el rendimiento en todas las pruebas de 3DMark se muestra excelente, y augura un rendimiento óptimo en todo tipo de juegos siempre y cuando no queramos jugar a 4K.

Heaven Benchmark

Antes de pasar a los juegos vamos a hacerle una última prueba sintética con Heaven Benchmark, uno de los benchmarks más útiles para ver qué rendimiento tendremos en juegos.

El resultado es de nuevo excelente. Los FPS son casi clavados a lo que obtuvimos con la GTX 1060 FE en nuestro sistema de pruebas.

Juegos

Como de costumbre, hemos probado unos cuantos juegos para ver el rendimiento real de este equipo en la que es al fin y al cabo su finalidad: juegos. En todas las pruebas hemos utilizado los ajustes gráficos al máximo y con la resolución Full HD que es la ideal para la gráfica que instala el sistema. Éste ha sido el resultado:

El rendimiento es, como podéis ver, excelente, con más de 60 FPS de media en cualquiera de los juegos en los que lo hemos probado.

CONCLUSIÓN

El MSI Trident 3 es un equipo Gaming con la forma y el tamaño de una consola que proporciona un rendimiento excelente en cualquier juego actual, siempre y cuando lo ejecutemos a resolución Full HD. Es compacto, relativamente silencioso y muy potente para cualquier tipo de tarea, dotándonos de una gran versatilidad para cualquier tipo de tarea, especialmente Gaming. Además, en éste caso, el precio de 1.500 euros por el modelo tope de gama que hemos analizado me parece bastante justo en comparación con el precio de otros equipos del fabricante.

PROS:

  • Tamaño compacto.
  • Bajo consumo.
  • Nivel de ruido aceptable.
  • Rendimiento excelente en juegos a Full HD.
  • Gran conectividad y versatilidad.
  • Preparado para realidad virtual.

CONTRAS:

  • Acceso muy complicado a las unidades de almacenamiento.
  • Bajo rendimiento en el SSD de sistema.

Por ello, el MSI Trident 3 se lleva nuestro galardón de Oro y nuestra recomendación tanto por su diseño como por su rendimiento.

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