En el día de hoy volvemos a enseñaros el enésimo análisis de un portátil de la marca MSI, más concretamente del modelo MSI GS63VR 7RF Stealth Pro, un portátil que presume de proporcionar todas las últimas tecnologías con un rendimiento más que decente incluso para jugar, y en un formato ligero (1,8 Kg) y portable de verdad, que nos permita llevarnos nuestros juegos de un lado a otro sin problemas.
Para ello, MSI ha equipado a éste ordenador portátil con los últimos procesadores Intel Core i7 de séptima generación para portátiles, amén de una gráfica dedicada NVIDIA GeForce GTX 1060 6GB y, en éste caso -aunque es opcional- una pantalla de resolución Ultra HD (la opción normal lleva pantalla Full HD). Por supuesto está equipado con las tecnologías habituales que incorporan todos los portátiles de la marca y que hemos repasado infinidad de veces, y todo en un formato bastante compacto que permite que de verdad podamos llevar cómodamente el equipo de un lado a otro para jugar donde queramos.
Claro que el GS63VR es un portátil que podríamos considerar modesto en términos de Gaming. No lleva una gráfica de gama alta y sin embargo su pantalla es Ultra HD en este caso, por lo que jugar a juegos a ésta resolución va a ser una tarea un tanto complicada incluso cuando la GPU es de sobremesa y no de portátil. Lo que sí es un logro es que MSI haya conseguido “comprimir” todo éste hardware, muy decente, en un formato de portátil bastante fino y ligero, la característica fundamental de la familia Stealth Pro del fabricante.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Tomadas del modelo genérico en la página web del fabricante. En seguida repasamos el hardware específico que lleva el modelo analizado pues, como sabéis, hay algunos componentes que son opcionales como ya os hemos comentado en el caso de la pantalla.
El equipo que nos ha enviado el fabricante monta un procesador Intel Core i7 7700HQ (4 cores, 8 hilos), acompañado de 16 GB de memoria RAM DDR4 a 2400 Mhz en dos módulos de 8 GB para aprovechar el dual channel, y de la ya antes mencionada GeForce GTX 1060 6GB de escritorio. El modelo que nos ha enviado MSI tiene, además, un SSD PCIe NVMe en formato M.2 de 512 GB y un disco mecánico de 2,5 pulgadas de 2 TB para almacenamiento masivo. Todo ello con la ya mencionada antes pantalla de 15,4 pulgadas IPS de resolución Ultra HD (3840 x 2160 píxeles).
Con esta configuración, el equipo tiene un precio de unos 2200 euros en tiendas online de España, aunque baja unos 300 euros si lo escogéis con pantalla Full HD en lugar de Ultra HD (algo que, bajo mi punto de vista, es más adecuado a la GTX 1060 que incorpora).
Además de lo que ya os hemos descrito, el equipo tiene como siempre todas las características habituales de toda la familia Gaming del fabricante, incluyendo Cooler Boost Trinity, teclado retro iluminado SteelSeries, True Color Technology, sonido Nahimic 2, tarjeta de red Killer, tecnología Shift y el habitual software Dragon Center de MSI desde el que podremos controlarlo todo.
ANÁLISIS EXTERNO
Como es habitual en este fabricante, el portátil viene embalado en una caja de cartón duro corrugado de gran resistencia, tintado de color negro y en el que únicamente encontramos el logo del fabricante en rojo en la parte superior.
Levantamos la tapa y encontramos el portátil que está dentro de una bolsa de tela antiestática. Bajo éste y a la izquierda en la imagen están la fuente de alimentación externa y accesorios correspondientes.
Aquí tenéis los accesorios, que como siempre consisten en los panfletos informativos de rigor y el CD con los drivers y manuales (sigue sorprendiéndome que los fabricantes incluyan un CD de drivers en equipos que no tienen lector). También la fuente de alimentación externa y el cable. En este caso está fabricada por Delta Electronics y tiene 150 vatios de potencia.
Ya fuera de sus protecciones, aquí podéis ver el MSI GS63VR, con su cubierta de aluminio cepillado y el logo de la marca que se iluminará cuando tengamos el equipo encendido. La verdad es que en los últimos tiempos MSI no ha variado casi nada del diseño estético de sus equipos, y es algo que ya les va haciendo falta, aunque sea añadiendo algún detalle.
Aquí tenéis el logo de MSI más de cerca.
Por la parte inferior del equipo sí que nos encontramos con algo inusual, y es que MSI parece haber puesto una especie de material suave al tacto, desconozco para qué porque sinceramente me parece que queda fatal, si bien es cierto que no es una zona del portátil que normalmente se vea. En cualquier caso, en ésta zona inferior encontramos las habituales rejillas de entrada de aire, y nada menos que nueve patas de goma.
En la siguiente imagen podéis ver un poco más de cerca éste material. Es como fieltro, pero la verdad es que no sé identificarlo.
En cuanto a la conectividad, podéis verla en la siguiente galería. En el frontal tenemos solo los habituales LEDs de estado, mientras que en la parte trasera tenemos la salida de aire caliente y una decorativa línea roja junto con la palabra Stealth que creo que queda fantástico. En el lateral derecho encontramos el botón de encendido, un USB 2,0, un Thunderbolt, un HDMI, un mini Displayport, conector de corriente y otra rejilla para salida de aire, dejando para el lado izquierdo otra salida de aire más, cierre de seguridad Kensighton, puerto RJ-45 Gigabit, lector de tarjetas 2 en 1, tres USB 3.0 y los dos minijacks de audio de rigor.
Abrimos la tapa del portátil y nos topamos con una pantalla de 15,4 pulgadas con la habitual webcam HD en la parte superior. No es que los bordes de la pantalla sean demasiado gruesos, pero creo sinceramente que éste es un aspecto en el que MSI y todos los fabricantes de portátiles deberían mejorar.
Por supuesto, encontramos el teclado completo firmado por SteelSeries, con retroiluminación. El touchpad está en la zona inferior, ligeramente ladeado hacia la izquierda.
ANÁLISIS INTERNO
La parte mala de tener un portátil con hardware de alta gama en un tamaño delgado y ligero es que los componentes internos están bastante “comprimidos”, y muchas veces cuesta acceder a ellos. El GS63VR es un claro ejemplo de ello, y lo podéis ver a simple vista según retiramos la tapa inferior (que, por cierto, tiene una buena cantidad de tornillos).
Podemos ver que prácticamente la totalidad de la parte visible a la que podemos acceder quitando la tapa está ocupada por la batería y por la placa base. Por ejemplo, no podremos acceder a la memoria RAM ni al SSD M.2 sin desmontar todo el portátil, lo cual es una clara desventaja del equipo. De hecho incluso los propios disipadores de tipo blower (uno para el procesador, dos para la GPU) están “embutidos” y prácticamente ni se ven las heatpipes.
Sí que tenemos acceso a la batería, que podríamos desmontar quitando tres tornillos y desenganchando dos conectores.
También al disco mecánico.
Y al módulo WiFi + Bluetooth.
Como comentábamos hace un momento, no tenemos acceso ni a la memoria RAM ni al SSD M.2 sin tener que desmontar toda la placa base del portátil, un proceso bastante más complicado y laborioso.
TESTEO
Temperatura
La temperatura es un factor que podría llegar a preocupar bastante en un equipo con hardware dedicado al Gaming y que tiene reducidas dimensiones como en éste caso. Sin embargo MSI presume de su tecnología Cooler Boost Trinity con tres disipadores de tipo blower, así que a ver qué tal se comportan a la hora de la verdad.
Para medir la temperatura hemos realizado las pruebas de siempre: en reposo (dejándolo sin hacer nada durante 20 minutos), en carga (estresando el procesador con Prime95 y la gráfica con Furmark al mismo tiempo durante 20 minutos, a la vez que hacíamos un test de lectura secuencial para los discos duros con Aida64). Se ha tomado el dato de temperatura más elevado en cada caso con el software gratuito Open Hardware Monitor. Hay que tener en cuenta que el dato de temperatura que se muestra en la siguiente gráfica es el Delta, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente. De esta manera se muestra el incremento de temperatura sin importar qué temperatura ambiente tengamos en cada momento.
Como se puede apreciar las temperaturas son relativamente elevadas tanto en el procesador como en la tarjeta gráfica, si bien es cierto que en ambos casos se mantienen dentro de los niveles seguros de utilización. Eso sí, hay que decir que sometido a carga el equipo es bastante rumoroso, y que el calor se nota en la zona superior del teclado. También me parece incómodo que el equipo no solo saque el aire caliente por detrás sino también por los lados, pues si estamos utilizando el equipo para jugar con un ratón externo molesta estar recibiendo un chorro de aire caliente en la mano.
El software
Como buen equipo de MSI incorpora el software Dragon Center que nos permite controlar y monitorizar prácticamente todos los parámetros del equipo. Ya lo hemos visto varias veces con anterioridad así que no vamos a entrar a explicar cada punto, pero os ponemos sendas capturas de todos sus parámetros para que podáis verlo por si tenéis curiosidad.
Por cierto, la foto de rigor del teclado retroiluminado SteelSeries que monta el equipo.
Pruebas sintéticas
Como siempre, comenzamos con una captura de GPU-z y CPU-z para mostraros lo que tenemos entre manos (clic para ampliar las imágenes).
Vamos ahora sí con las pruebas sintéticas.
CrystalDisk Mark
Disco mecánico:
SSD:
El disco mecánico nos da el rendimiento habitual en cualquier disco SATA 3 de 2,5 pulgadas, pero el rendimiento que nos está entregando el SSD NVMe es espectacular, con más de 3,1 GB/s de lectura y 1,6 GB/s de escritura.
Aida64
El rendimiento de la memoria en Aida64 es lo normal para contar con 2x8GB DDR4 a 2400 en formato SO-DIMM. Tampoco podemos pedirle peras al olmo, pues evidentemente el rendimiento entregado va a estar siempre por debajo del que obtendríamos en un PC de sobremesa.
Superposition Benchmark
Aunque anteriormente no hemos utilizado éste benchmark, siempre es un buen momento para empezar a hacerlo. Éste nos va a decir qué tal se comporta el equipo en rendimiento 3D. Como podéis ver hemos utilizado el perfil 1080p Extreme y este ha sido el resultado.
3DMark
Como de costumbre, éste es el mejor benchmark para medir el rendimiento 3D del equipo. Recordad que en éste caso tenemos entre manos una GTX 1060 6GB, que no es ni de lejos gama alta.
Heaven Benchmark
Éste benchmark es una buena antesala para las pruebas en juegos, pues el rendimiento que nos muestra es, más o menos, lo que después vamos a poder esperar en éstos.
El resultado es de nuevo el esperado. Y casi 60 FPS de media en éste benchmark a Full HD y con los ajustes gráficos al máximo no es moco de pavo, la verdad.
Juegos
Como de costumbre, hemos probado unos cuantos juegos para ver el rendimiento real de este equipo en la que es al fin y al cabo su finalidad: juegos. Lo hemos hecho en dos partes: por un lado a resolución Full HD y con los ajustes gráficos al máximo para representar la opción más económica de éste portátil, y por otro a resolución Ultra HD, que es la que tiene el modelo que MSI nos ha enviado.
Éstos han sido los resultados:
Como podéis ver, a resolución Full HD y con los ajustes gráficos al máximo el portátil se desenvuelve perfectamente, y salvo en Battlefield 1 (que por algún motivo se ha atragantado) en todos tenemos más de 60 FPS de media que es lo deseable.
Ya a resolución UltraHD se nota que la GTX 1060 6GB se queda bastante corta, y eso que hemos configurado los juegos con los ajustes gráficos en alto y no en Ultra (y por ejemplo en Tomb Raider no hemos puesto TressFX). Jugando con éstos ajustes, la media de FPS se sitúa en torno a los 40 que es perfectamente jugable, pero la parte mala es que tenemos bastantes bajones de FPS situacionales que entorpecen la experiencia de juego. El equipo está bien, pero para la mejor experiencia es recomendable o una pantalla Full HD y no Ultra HD, o una gráfica superior en éste caso.
CONCLUSIÓN
Personalmente me gusta mucho la gama Stealth Pro de MSI (familia GS) porque son equipos portátiles que de verdad nos permiten jugar en cualquier parte. Con esto quiero decir que no son “mostrencos” de más de 3 Kg que abultan un montón y que más bien son estaciones móviles de juego, por mucha potencia que tengan, porque son incómodos. No. Éste GS63VR Stealth Pro es un portátil cómodo de llevar, que pesa solo 1,8 Kg y que aun así nos da potencia suficiente para poder hacer cualquier tarea que queramos con un rendimiento muy decente y, a su vez, poder jugar a los últimos títulos del mercado sin problmeas.
PROS:
- Rendimiento excelente.
- Muy buena calidad de materiales.
- Todas las últimas tecnologías disponibles.
- Estéticamente bonito.
- Teclado completo retro iluminado.
- Buen sistema de sonido.
- Ligero y fácil de transportar.
CONTRAS:
- La GTX 1060 se queda corta para resolución UHD en juegos.
- Sonoro sometido a carga.
- Discutible decisión de poner esa capa de material suave en la base.
- Sin acceso directo a memoria RAM y SSD M.2.