Monitor vs televisión: diferencias y cuál es mejor para jugar
Con el incremento de tamaño que estamos viendo en el monitor últimamente, la línea que separa a estos de las televisiones es cada vez menos definida. Especialmente, con la gran penetración que tienen las consolas entre los gamers. En este tutorial veremos las diferencias entre ambos tipos de dispositivos de imágenes y cuál es el que deberías de elegir.
Como decíamos al principio, el incremento en el tamaño de los monitores, el empleo de la tecnología TFT LED en sus matrices y el aspecto externo, han hecho que la línea que separa un monitro de un televisor se haya difuminado bastante en los últimos tiempos. Más si tenemos en cuenta que las consolas se diseñan para ser empleadas con televisores de salón, y no tanto con monitores (aunque también se pueden emplear con ellas).
Antiguamente, las diferencias entre los monitores y las televisiones eran bastante superiores, especialmente dado que los monitores eran capaces de representar una imagen con una resolución bastante superior, mientras que la resolución de los televisores era bastante pobre. Por no contar que la conexión entre el ordenador y la televisión era bastante compleja de conseguir y la calidad de imagen resultante entre ambas distaba mucho de ser decente.
Pero la llegada de las pantallas planas, tanto a monitores como a televisiones, con conexiones comunes como el HDMI entre éstas y el ordenador, supuso que los usuarios se animaron más a conectar sus ordenadores a las televisiones. Al fin y al cabo, todo el concepto de los ordenadores de tipo HTPC gira en torno a esa posibilidad de conexión, para crear tu propio sistema de entretenimiento.
Jugar en un televisor desde el ordenador, no es muy buena idea
Retomando el tema de los HTPC, esos ordenadores se montan con el objetivo de tener una manera de reproducir películas directamente en la pantalla de la televisión, pero no tanto como para poder jugar en ella. Y es que, para esos menesteres, las matrices que emplean los televisores no son muy buenas. Esto es así porque, si bien en un monitor nosotros solemos buscar aquellos que tengan un tiempo de respuesta muy rápido, los televisores se suelen caracterizar por tener un lag bastante importante (el hecho es que en las consolas hay que calibrar este lag a la hora de usarlas). No solo entre cómo el tiempo de entrada desde que ejecutamos un comando hasta que se representa en pantalla la acción, si no en los tiempos que tarda el pixel de la televisión de cambiar entre estados. Así, si un buen monitor gaming puede tener de 1 a 4 ms de retardo, un televisor puede llegar a tener 40 ms de retardo o incluso más.
Otro aspecto que, por el momento, no está muy extendido entre los televisores pero cada vez lo está más entre los monitores es el tema del VRR (Variable Refresh Rate) y sus tecnologías asociadas, como son el NVIDIA G-SYNC y el AMD FreeSync. Aunque no hay noticias de que NVIDIA vaya a portar su tecnología al mundo de las televisiones, no se pude decir lo mismo de AMD, que ya sabemos que algunos de los más nuevos monitores de Samsung han comenzado a dar soporte a la tecnología AMD FreeSync.
Otra diferencia notable entre los monitores y televisores es que para los primeros es más importante mostrar los colores lo más parecidos a los que deberían de ser en la realidad, por lo que se suelen calibrar de fábrica de una determinada manera. Pero, por otra parte, los televisores suelen tender a mostrar colores más vivos que los monitores que, si bien pueden entrar con mayor facilidad por los ojos a la hora de ver una película, tienen poco de parecido a los colores que se verían en la vida real.