Nacon Daija, review: un stick arcade con todo lo que necesitas para PS4, PS3 y PC
A pesar de que es relativamente joven (la marca fue fundada en 2014), Nacon Gaming es un fabricante de periféricos para gamers reconocida a nivel mundial, y prueba de ello es que, especialmente, sus mandos para juegos son siempre top ventas. En el día de hoy vamos a mostraros nuestro análisis de un mando para juegos un poco diferente, pues en lugar de ser un gamepad como tal se trata de un arcade stick. Se trata del Nacon Daija, un controlador de juegos tipo arcade (como los de las máquinas recreativas) especialmente concebido para su utilización en PS4 y PS3, aunque por supuesto también es compatible con PC.
DAIJA significa “serpiente grande” en chino, y es una referencia a la determinación que los jugadores deben tener en los juegos de peleas. Este Nacon Daija tiene además la peculiaridad de que ha sido diseñado en colaboración con Marie-Laure “Kayane” Norindr, una jugadora francesa profesional de los eSports, con el objetivo de que el dispositivo cumpla con los requisitos más exigentes de jugadores a nivel profesional.
Índice
- Características técnicas.
- Embalaje y análisis externo.
- El interior y cómo personalizar el Nacon Daija.
- Probando el Nacon Daija.
- Conclusión y veredicto.
Características técnicas
A decir verdad, Nacon no nos da demasiada información “técnica” en las especificaciones del producto. No obstante, sí que tienen publicada una hoja de especificaciones en la que dan algo más de información, como que el producto tiene unas dimensiones de 45.6 x 32.4 x 16.8 centímetros y que pesa, ojo al dato, 3.580 gramos. Se trata por lo tanto de un arcade stick de grandes dimensiones, pensado para ponerlo sobre nuestras rodillas (o sobre una mesa) mientras jugamos, y dado el peso que tiene, parece bastante sólido y robusto.
El Nacon Daija proporciona un joystick (con dos cabezales intercambiables) y una botonera de ocho botones en la parte superior, que lamentablemente no son configurables (si bien es cierto que podremos cambiar los conectores por debajo para hacer que un botón concreto haga la función de otro). En el lateral el dispositivo tiene 5 botones más, con el botón PS, Options, Share, etc., así como dos interruptores para cambiar entre perfiles y modos de funcionamiento (PS3, PS4, PC).
Un dato interesante del Daija es que tiene unas bisagras que permiten abrir el dispositivo para acceder a su interior, donde encontraremos directamente la electrónica. Esa pieza con círculos de colores no son botones, es simplemente una pegatina que nos dice qué color corresponde a cada botón, y es muy sencillo cambiar unas conexiones por otras para personalizar la asignación de botones. También aquí, en la zona inferior, tenemos espacio para un destornillador y los dos cabezales del joystick. Tan interesante como esto es el hecho de que hay espacio más que de sobra para poder personalizar el dispositivo, y no será demasiado complicado añadir al interior, por ejemplo, una Raspberry Pi para integrar el Daija con ésta.
Embalaje y análisis externo
El Nacon Daija viene embalado en una caja de cartón duro de grandes dimensiones, en la que sobre fondo negro podemos ver una imagen del producto en la cara principal acompañado de la marca, el modelo, y los logos de PS4 y PS3 para indicar su compatibilidad, amén de sus principales características destacadas en forma de icono en la parte inferior.
En la cara trasera del embalaje, el fabricante muestra una imagen del Daija abierto con sus bisagras, y encontramos en nada menos que nueve idiomas una descripción del dispositivo. En uno de los laterales aparece la jugadora profesional de eSports Marie-Laure “Kayane” Norindr, que participó en el desarrollo, y en el otro lateral tenemos un pequeño croquis que nos muestra los botones.
Abrimos la caja, en forma de cofre, y nos encontramos con el Daija perfectamente protegido por gomaespuma y por una funda antiestática.
Pero como siempre vamos a ver primero qué accesorios se incluyen antes de ver el producto. En este caso tenemos un breve manual de instrucciones, una generosa colección de pegatinas del fabricante, y una plantilla que podremos utilizar para cambiar la que viene de serie (luego vemos cómo hacerlo).
Aquí tenéis el flamante Nacon Daija ya fuera de su embalaje. Se trata de un producto grande y bastante pesado, pero que sin embargo si lo colocamos sobre las piernas no cansa para nada.
Cuenta, en su parte superior, con una especie de reposa muñecas de material suave en la zona inferior, mientras que en el resto de la superficie tiene una placa de metacrilato con efecto brillante bajo la que se encuentra la plantilla decorativa que viene de serie. El Daija proporciona un joystick analógico de cabeza redondeada que es intercambiable, así como un total de ocho botones que vienen asignados a los cuatro botones principales del mando de PS4, y los cuatro gatillos.
En la cara frontal (la que tendremos más cerca de nosotros si lo tenemos en las piernas) tenemos un logo de PlayStation, y una salida para auriculares minijack combo de 3.5 mm, compatible con cualquier tipo de auriculares analógicos y, por supuesto, con los auriculares que vienen de serie en cualquier PS4.
Vamos al lateral derecho, en el que tenemos un buen puñado de botones. De izquierda a derecha, tenemos: Botón PS, botón SHARE, R3, L3, botón Options, interruptor de cambio de modo, interruptor de cambio de plataforma, y panel táctil.
El lateral opuesto está completamente vacío, con la salvedad del evidente botón rojo -hay uno a cada lado- que servirá para abrir el dispositivo y acceder a su interior.
En la parte trasera encontramos únicamente un receptáculo con un agujero. Presionándolo se abre una tapa con bisagras que nos permite acceder al cable, convenientemente recogido en su interior. El agujero es, evidentemente, para que pase el cable y podamos tener la tapa cerrada mientras utilizamos el Daija.
Finalmente, toda la parte inferior del dispositivo está gobernada por una inmensa inserción de goma anti deslizante.
El interior y cómo personalizar el Nacon Daija
Tal y como mencionábamos antes, podemos acceder al interior del Nacon Daija simplemente pulsando ambos botones rojos de los laterales. Unas bisagras nos darán acceso directo al interior, en el que podremos encontrar la electrónica, los botones, e incluso en la parte inferior un cabezal del stick alargao, un destornillador torx, y una pieza metálica redonda que servirá para sujetar el tornillo del joystick mientras desenroscamos o enroscamos el cabezal.
La electrónica está a la vista por un sencillo motivo: si queremos personalizar los controles podremos hacerlo (al menos en los cuatro botones principales y los cuatro gatillos), pues simplemente tendremos que desconectar sus cables correspondientes y conectarlos a otro botón, así de sencillo.
De hecho, para eso Nacon ha dispuesto una pegatina con una guía de colores, de manera que sepamos dónde deberemos conectar cada uno de los cables.
Cambiar el cabezal es muy sencillo. Con la pieza metálica redonda sujetamos el tornillo del joystick por debajo, mientras lo desenroscamos por encima con la mano. Así, podremos cambiar entre ambos cabezales según nuestras preferencias.
Cambiar la plantilla decorativa también es sencillo. Tan solo tendremos que quitar los seis tornillos de la parte superior con el destornillador suministrado, retiraremos la cubierta de metacrilato y podremos cambiar la plantilla. A destacar que Nacon incluye una adicional además de la que viene puesta, pero en su página web tiene diferentes diseños así como una plantilla en blanco por si queremos imprimirlos y cambiar el estilo del Daija a nuestro gusto.
Finalmente, hay que destacar que en la parte superior, una vez conectado el mando, en la zona derecha tiene un LED indicador de estado.
Probando el Nacon Daija
Es la hora de conectar el Nacon Daija a una consola y comenzar a probarlo, ¿verdad? En nuestro caso, lo hemos estado utilizando conectado a una PS4 Pro y con el juego Injustice 2 -lamentablemente, el único título de peleas que teníamos en este momento-, aunque el dispositivo es perfectamente compatible con todos y cada uno de los juegos de la consola sin el menor inconveniente (salvo que los botones asignados a los gatillos pierden la facultad del potenciómetro en comparación con utilizar el mando de la PS4).
La primera impresión al colocar el Daija sobre las piernas es que no resulta para nada pesado, a pesar de que sí que lo es en realidad. Sus grandes dimensiones se convierten en una ventaja, puesto que como es bastante ancho no nos obliga a tener las piernas cerradas para apoyarlo, y podemos estar sentados en el sofá cómodamente con el dispositivo encima de las piernas para jugar.
La sensación de uso del joystick es maravillosa. Su movimiento es analógico en ocho ejes, y tiene tanto sonido “clicky” como sensación de feedback táctil al moverlo, exactamente igual que los joysticks de las recreativas de los años 80 y 90. Es inevitable, para una persona de mi edad que tuvo el privilegio de jugar bastante en máquinas recreativas en aquella época, el sentir algo de nostalgia con este tacto que tan buenos recuerdos trae. En cuanto a los botones, su pulsación es lineal, sin sonido y sin feedback táctil, también igual que en las máquinas recreativas, aunque se nota que los mecanismos están, quizás, demasiado nuevos y que cuando tenga muchas, muchas horas de uso, la sensación será la misma que en las recreativas (que ya os imaginaréis lo machacadas y gastadas que estaban).
El Daija se conecta a la PS4 mediante un largo cable, sin mallado, y con conector USB, por lo que podremos utilizarlo simplemente conectándolo a uno de los puertos USB frontales de la consola. La longitud del cable es suficiente -al menos en mi caso- para llegar sin problemas al sofá del salón, y no es necesario realizar ninguna configuración para utilizarlo. Simplemente, y solo en la primera vez que vayamos a utilizarlo, tendremos que encender la consola desde el mando normal. Después del primer encendido la consola ya detecta el Daija y podremos utilizarlo como mando exclusivo si queremos.
En cuanto al rendimiento, es impecable. Todos y cada uno de los movimientos y las pulsaciones se ejecutan sin demora y con total precisión, permitiendo que podamos centrarnos en el juego y no en el mando, si bien es cierto que si estábamos acostumbrados a jugar a un juego en concreto con el mando original y ahora pasamos a utilizar el stick Arcade de Nacon, tendremos que tener un periodo de adaptación. Lo normal, vaya.
Conclusión y veredicto
Si eres fan de los juegos de peleas, y te sientes más cómodo con un stick arcade que con el mando original de la consola (o en PC), desde luego este Nacon Daija debería ser una de tus opciones a considerar. Es cierto que es bastante caro (ahora mismo cuesta 180 euros en Amazon, o 200 euros en GAME), hecho que tirará para atrás la compra de muchos usuarios, pero si crees que le vas a sacar partido no nos cabe duda de que es una compra segura, pues en términos de calidad, personalización y rendimiento no tiene parangón a día de hoy.
Lo único que echamos un poco de menos es la posibilidad de configurar las asignaciones de botones mediante software -como hace, por ejemplo, Razer con el Raiju Ultimate-, aunque para eso tendría que tener conexión inalámbrica y, en este caso, estamos obligados a utilizarlo con cable. No obstante tampoco hay que ser demasiado manitas para cambiar la asignación, puesto que es cuestión de desconectar de un sitio y conectar en otro, siempre con la guía de colores bien a mano.
PROS:
- Excelente calidad de materiales.
- Excelente rendimiento.
- Joystick analógico con feedback táctil y sonido clicky.
- Compatible con PC, PS3 y PS4.
- Compartimento para recoger el cable cuando no lo estamos usando.
- Grandes posibilidades de configuración: asignación de botones, plantillas para cambiar su estética…
- Muy cómodo una vez que lo estamos utilizando.
CONTRAS:
- Es bastante caro (180 euros en Amazon).
- Grande y pesado, difícil de transportar.
- No incorpora altavoz interno como el mando de PS4.
- Los botones L3 y R3 quedan a desmano.
Por todo ello, este Nacon Daija se lleva nuestro galardón de Oro, así como nuestra recomendación por su excelente rendimiento y por su diseño.