Hay ocasiones en las que, por diversos motivos, puedes pensar que tu procesador está dañado. Realmente, es algo bastante complicado de que suceda salvo que lo hayas manipulado físicamente, pero en este artículo te vamos a enseñar a detectar cuándo los problemas de tu PC están causados por un procesador dañado, y qué es lo que puedes hacer al respecto.
Escoger el procesador adecuado para tu PC es algo primordial, especialmente si hablamos de compatibilidad, por lo que en este artículo no vamos a tratar sobre si un procesador te da problemas por ser o no compatible con el resto del sistema, sino que vamos a centrarnos en los problemas que pueden producirse cuando el procesador no funciona adecuadamente, pero antes sí que lo hacía.
¿Cómo saber si el procesador está dañado?
Si el procesador está dañado pero todavía funciona (es decir, el PC puede llegar a arrancar), el síntoma más común que verás es que recibes pantallazos azules (BSOD) casi constantemente, ya que un procesador dañado pero que todavía funciona cometerá muchos errores de cálculo, y la consecuencia es precisamente esa, pantallazos azules. No obstante, ojo con esto porque el síntoma es exactamente el mismo si se producen errores en la memoria RAM.
De hecho, lo más normal es que si el procesador está teniendo problemas, el PC no llegue a iniciarse (no así cuando el problema está en la RAM, que sí que arrancará en la mayoría de ocasiones), pudiendo producirse los siguientes síntomas.
- Bucle de pantallazos azules al encender el PC (con bucle nos referimos a que tras mostrar el BSOD, el PC se reinicia y vuelve a hacer lo mismo).
- Error en el POST, y el PC no llega ni a arrancar, normalmente indicándonos que se ha producido un error en la secuencia de inicio.
- El PC arranca, pero en el momento en el que intentas iniciar un juego o programa, se queda bloqueado o muestra BSOD.
- El PC no arranca en absoluto; pulsas el botón de encendido, se encienden luces y ventiladores pero a los pocos segundos se apaga.
Como decíamos al principio, es bastante complicado que un procesador se estropee así porque sí, ya que incluso si ha estado sometido a altas temperaturas tiene mecanismos de protección que apagarán el equipo antes de que el daño sea irreparable. Por lo tanto, en la mayoría de ocasiones, si el procesador se ha dañado ha sido por una mala manipulación, por ejemplo haciendo limpieza del interior del PC, instalando un nuevo disipador, o cambiando el procesador inclusive.
No obstante, también puede haber fallado el mecanismo de seguridad contra temperatura, y por supuesto puede haberse «quemado» por un mal overclock en el que se le ha aplicado más voltaje de la cuenta, o puede haberse producido una subida de tensión en tu casa y la fuente de alimentación no ha sido capaz de paliarla. Los motivos pueden ser varios, aunque repetimos, es bastante complicado que pase.
Cómo se daña un procesador
A diferencia de la memoria RAM o el disco duro, el procesador es un elemento que, una vez se coloca en la placa y situamos el correspondiente disipador en la parte superior, no es una pieza del equipo que se reemplace habitualmente. Al estar fijado en el zócalo correspondiente, no hay ninguna forma de que este se estropee por algún golpe que reciba el equipo, ya que este se traslada a todo el equipo, especialmente a la placa base donde colocamos el procesador.
Solo hay dos motivos por el que un procesador puede estropearse físicamente. Si recibe el disipador recibe un fuerte golpe, cabe la posibilidad de la fuerza del golpe se traslade al procesador y lo saque de su sitio, rompiendo alguno de los elementos de sujeción. Pero, el principal motivo por el que un procesador puede estropearse es realizando mal el proceso de instalación, es decir, forzándolo en una posición que no es la correcta.
Debemos tener en cuenta que el procesador debe encajar en el zócalo de la placa, no hay que apretarlo para encaje perfectamente. Si no encaja bien, significa que el zócalo no es compatible con el procesador. De nada sirve forzarlo ya que, al final, acabaremos rompiendo el procesador o incluso la placa base. Además de esto también debemos tener en cuenta que si utilizamos un procesador que tenga un zócalo que contenga los pines, debemos tener mucho cuidado de no hacer lo contrario, es decir, doblar los pines de la placa base al insertar mal el procesador.
Este problema puede causar que el sistema inicie, pero que vaya mucho más lento de lo que debería ya que el procesador no tiene el contacto con todos los pines necesarios para que ofrezca el máximo rendimiento posible, algo que no es fácil de conocer de primeras ya que necesitaríamos retirar la CPU instalada para comprobar el estado de la placa base. Al final esto lo que causará son problemas con la CPU, no en términos de que el PC se reinicie o cause un BSOD, sino reduciendo el rendimiento general de nuestro PC, haciendo que un procesador que debería ser extremadamente potente no supere la potencia de algunos de hace muchos años.
Vale, pero ¿hay alguna solución?
Por este motivo, si crees que tu procesador puede haberse estropeado, lo primero que deberías hacer es apagar el PC y desconectarlo de la corriente, desmontar el disipador y sacar el procesador físicamente del socket de la placa base para examinar los pines de contacto; en el caso de procesadores Intel, los pines están en el socket de la placa base, y en el caso de AMD, están en el propio procesador (salvo en la nueva plataforma AM5, que están también en la placa base).
Si encuentras que hay algún pin doblado, puedes intentar enderezarlo con unas pizas y sumo cuidado, aunque desde ya te advertimos de que es bastante probable que no logres dejarlo en buen estado de funcionamiento (si el pin doblado es en un procesador AMD, hay más posibilidades de que sí logres arreglarlo ya que estos pines son menos delicados que los del socket de la placa base, pero si el pin doblado está en la placa base…).
En todo caso, cuando el procesador se ha dañado hasta el punto de que tienes los síntomas que hemos descrito arriba, lo más probable es que debas comenzar a mentalizarte de que ha llegado la hora de cambiar de procesador y/o placa base, y es que una mala manipulación puede provocar, lamentablemente, daños irreversibles.
¿Puede arreglarse un pin dañado en la placa base?
Los sockets que podemos encontrar actualmente tanto para AMD como Intel hacen uso de pines en la placa base en vez de en el procesador, y es que en las plataformas más actuales se ha adoptado esta solución para evitar los problemas relacionados con la forma de incorporar un procesador a la placa. Pero el mayor problema está en que obviamente si el pin se dobla, es bastante más complicado de reparar, por no decir prácticamente imposible, y es que manipular uno del procesador puede resultar más sencillo por el hecho de que es más fácil de manejar, mientras que los de la placa base son bastante más complicados.
En la mayoría de los casos, podemos encontrar que la mejor solución es tratar de tramitar una garantía, ya sea por el hecho de que hemos comprado una placa base y los pines se han doblado o si por ejemplo incluyen un defecto de fábrica, como sería el caso de un socket que no incorpora todos los pines que debería.
Nota curiosa, ¿puede funcionar un procesador con un pin estropeado?
En algunas ocasiones hemos visto personalmente procesadores con socket PGA (los antiguos que usaba AMD, que tenían los pines en el propio procesador) a los que se le ha roto un pin, y a pesar de ello funcionaban aparentemente bien. Y es que dependiendo del pin que se estropee, puede que no sea necesario para las tareas de arranque del procesador en el equipo y que por eso funcione y el PC arranque… pero la realidad es que en cuanto sometes al procesador a cierto grado de carga el equipo daba BSOD y se apagaba.
Así que sí, la respuesta es que aunque un procesador con un pin dañado puede llegar a arrancar en algunos casos, no va a poder desempeñar sus funciones completas y llegará el momento en el que el PC «pete».