Esta parte del procesador, a la que no prestas atención, afecta a su rendimiento
Una cosa que habréis observado es que el pinout de la CPU, es decir, las conexiones debajo del procesador, han ido aumentando con el paso del tiempo. Cada vez son más pequeñas y cada vez son más. ¿Acaso no sería mejor tener un socket universal para colocar cualquier procesador? Pues bien, hoy os explicaremos el motivo por el cual cada vez hay más pines o conexiones en el procesador.
Si cogemos una CPU de Intel o AMD y empezamos a contar la cantidad de pines que tienen nos encontraremos con que la cantidad de pines ha ido aumentando con el tiempo. Por ejemplo, un Pentium III de finales de los 90 tenía 370 pines en el procesador, mientras que las dos últimas generaciones de los procesadores Intel Core han subido la cifra hasta 1700. La utilidad de todos ellos no solo es alimentar a la CPU con energía eléctrica para que funcione, sino comunicarla con los diferentes elementos dentro de la placa, tanto con la memoria RAM, con el chipset y los diferentes componentes y periféricos conectados a los buses de expansión.
¿Por qué los procesadores tienen cada vez más pines?
La respuesta a ello es bien simple, para añadir cada vez más funciones al procesador. Es más, uno de los motivos que ha permitido hacer que los procesadores sean más eficientes energéticamente hablando con el paso del tiempo es el aumento de la cantidad de pines. El motivo de ello es sencillo de explicar, en los procesadores de antaño los diseños funcionaban con un solo voltaje, pero a día de hoy tenemos varios voltajes distintos para diferentes velocidades de reloj y consumos. Por lo que dependiendo de la carga de trabajo del procesador en cada momento se activaran unos u otros.
Otro de los motivos es que algunas funciones de los periféricos y los componentes necesitan ser activadas a través de un pin concreto. El funcionamiento es sencillo, el hecho de mandar una lectura a una dirección de memoria concreta activa un mecanismo que activa o desactivo dicho pin y la función correspondiente de la placa. Tampoco podemos olvidarnos de la comunicación, tener muchos pines para transmitir datos supone velocidades de reloj más bajas y con ello consumos más bajos de cara a la comunicación de los datos.
Ya para terminar, no podemos olvidarnos de los mecanismos de monitorización de temperatura, los cuales realizan lecturas continuas al procesador y ajustan la velocidad y el voltaje de forma automática para evitar sobrecalentamientos que puedan afectar al PC. A medida que crece la cantidad de pines del procesador más precisa es la información que reciben y mayor control tienen sobre la CPU.
¿Y qué ocurre con los chips que van soldados?
En los ordenadores portátiles y las tarjetas gráficas sus chips van soldados; sin embargo, la funcionalidad es la misma y los pines siguen estando, solo que en vez de hacer contacto a través de un socket lo que hacen es pasar o recibir la información a través de ellos. Es más cuando desmontamos la soldadura podemos ver el mismo tipo de pines. La única diferencia es, por tanto, que no pueden ser montados fácilmente por el usuario. Como curiosidad, buena parte de las GPU o chips gráficos se prototipan usando tarjetas con socket integrado en ellas, al igual que muchos procesadores para portátiles, pero las versiones finales vienen totalmente soldados a placa.