Los discos magnéticos llevan con nosotros desde los albores de la era del PC. Desde el momento en que quedó patente que las unidades de cinta no cumplían los requisitos para el uso diario y los discos flexibles tampoco. Sin embargo, de un tiempo a esta parte dicha tecnología ya ha dado todo lo que tenía que dar y en un lento, pero incesante proceso, los sistemas de almacenamiento SSD NVMe le están comiendo el mercado. ¿El resultado? Cada vez hay menos ventas de este componente. ¿Están condenados a desaparecer los discos duros?
El mundo en el que vivimos es de pura destrucción, nada se queda para siempre y tan pronto como aparece una nueva tecnología capaz hacer dicha tarea, pero mejor, la antigua desaparece. Claro está que el sustituto no es perfecto y siempre hay algún valor de rendimiento en el que es peor, lo que le permite subsistir durante un tiempo. En las pantallas de tubo fue su mayor capacidad de contraste y representación del color, en la fotografía digital su calidad de imagen fue peor durante un largo tiempo respecto a la de carrete. ¿En los discos duros? La capacidad de datos que pueden almacenar.
¿Podrían desaparecer los discos duros de las tiendas?
Sabemos que una afirmación muy atrevida, pero si nos fijamos en la tendencia está muy claro que hay varios elementos que nos hacen pensar que lo que ha sido la unidad de almacenamiento por antonomasia durante décadas podría tener los días contados. Por lo que se sumaría a la papelera de la historia junto a muchas otras tecnologías del mismo tipo y que a día de hoy ya nadie usa.
Los motivos por lo que el disco duro podría desaparecer son los siguientes:
- Las unidades de estado sólido son mejores de cara al acceso a la información. Tanto en velocidad de respuesta como en transferencia de datos. Además, que el disco duro no puede aprovechar los altos anchos de banda de ciertas interfaces.
- De un tiempo a esta parte no vemos ordenadores portátiles, sean del tipo que sean, con discos duros de serie.
- El anuncio de Microsoft donde afirman que a partir de cierto momento será imposible iniciar Windows desde un disco duro convencional.
- Es el único componente que por el momento justifica los puertos SATA.
Sin embargo, nada indica que los discos duros pudieran desaparecer, ya que al fin y al cabo los podemos ver en las tiendas. Claro está, que esto no es más que un espejismo y la realidad es que la demanda por ellos está disminuyendo. Tal y como podéis ver en la tabla abajo de estas líneas, las ventas han caído un 30% de media de un año para otro. Es decir, la demanda del público por estos dispositivos está cayendo.
Vendedor | Unidades distribuidas | Variación trimestral | Variación anual | Cuota de mercado |
---|---|---|---|---|
Seagate | 19,8 a 20,6 millones | -10.4% /-13,8% | -26,9%/-29,7% | 44,3%/44,7% |
Toshiba | 8 a 8,6 millones | -14,3%/-20,2% | -38,5%/-42,8% | 18,5%/18,1% |
WDC | 16,5 a 17,3 millones | -12,4%/-16,5% | -31,4%/-34,6% | 37,2% |
Todos Combinados | 44,3 a 46,5 millones | -11,9%/-16% | -31%/-34,2% |
¿Cuándo ocurrirá el fenómeno?
Si os somos sinceros no creemos que los discos duros desaparezcan, pero sí que los veremos aparecer en forma de unidades para la recuperación de datos o para almacenar grandes volúmenes de información por un bajo precio. Para la gran mayoría del público, cuanto más grande es la capacidad para almacenar datos de una unidad, menos útil es. Es decir, se llega al punto en que el almacenamiento de más no se utiliza y pasa a ser más un sobrecoste que otra cosa.
Por el momento las unidades SSD NVMe vienen justas en cuanto a capacidad de almacenamiento y por eso los HDD se siguen consumiendo. Sin embargo, se llegará el punto en que las unidades de estado sólido serán lo suficientemente buenas para todo el mundo y será entonces cuando el disco duro podría desaparecer. Aunque no del todo, pero si verse limitado a cierto público en concreto. ¿Las consecuencias de ello? Pues fáciles de predecir, una menor demanda supone también un aumento de los precios y se llegará al punto en que serán más caros para el usuario de a pie.