En lo que va de mes hemos asistido a dos eventos de gran importancia en el mundo digital, el lanzamiento por parte de Apple de sus nuevos iPhones y el lanzamiento por parte de NVIDIA de sus GPUs RTX. Curiosamente ambas han sido criticadas por su precios altos, algo que Apple ya venía haciendo pero ¿está copiando Nvidia a Apple realmente?
No es de extrañar que salten las similitudes, Apple lleva tiempo con una estrategia de marketing que lejos de amedrentar al comprador parece que le aporte un plus de exclusividad en su compra aun a cosa de sesgar a otros compradores menos pudientes. Parece que NVIDIA ha decidido adoptar una postura parecida frente al mercado y consumidores, asumiendo que los compradores pagarán un precio más elevado por sus GPUs de gama alta.
¿Es un movimiento inteligente?
El principal reclamo para todo jugador se basa en una alta tasa de FPS para sus juegos favoritos, normalmente títulos mundialmente jugados con requisitos pequeños o bien títulos de gran presupuesto (AAA) donde los requerimientos de hardware son enormes.
En estos últimos NVIDIA enfoca siempre su gama alta de GPUs, y añade el gancho de que por primera vez con una sola GPU seremos capaces de jugar bajo una resolución 4K a 60 FPS o más. Si bien esto se cumple en la gran mayoría de los casos con la RTX 2080 Ti, sucede menos con la RTX 2080, de ahí su enorme salto de precio.
Esto de por sí no es un gran reclamo para el público general, que ve como estas nuevas GPUs han visto incrementado el precio con respecto a la serie anterior sobre un +60% de media a misma gama, entonces, aparte del 4K@60 FPS ¿qué ofrece más NVIDIA para poder triunfar donde solo la elitista Apple lo consigue?
NVIDIA como hacen los de Cupertino desde hace algunos años, quiere vender exclusividad e innovación, su nueva arquitectura Turing es la primera que incluye tres motores totalmente independientes de renderizado para tres tareas diferentes en un mismo chip y totalmente sincronizadas.
Según NVIDIA es un salto cualitativo que ha llevado 10 años de trabajo para traer por primera vez el fotorealismo de las películas a los juegos en tiempo real. Eso es algo totalmente revolucionario en el sector, de manera que gracias a la reducción en la litografía a 12nm han conseguido un chip enorme con 18,6 billones de transistores consiguiendo 4552 CUDA CORES en el motor de rasterización tradicional.
Las pre-reservas casi agotadas indican que NVIDIA puede estar en lo cierto con esta estrategia de ventas y marketing, parecen calar en el usuario de a pie dispuesto a desembolsar cantidades ingentes de dinero para jugar a más resolución o bien a más FPS.
Realmente no se puede valorar todavía (de forma más o menos objetiva) si la estrategia es un error o un acierto, la mayoría de GPUs personalizadas por los ensambladores no están disponibles hasta el 24 de este mes y algunas ya se alejan hasta octubre, así que no hay datos de ventas. A esto se une que los lanzamientos de juegos estrella como Battlefield V se retrasan y otros muchos no incluirán soporte para las nuevas tecnologías DLSS y Ray Tracing hasta meses después de su lanzamiento oficial.
Lo que parece claro es que NVIDIA quiere subirse al carro y que éste lo lleve a la mesa donde comen marcas elitistas como Apple o Samsung (en menor medida esta última). Puede que de momento lo consiga, ya que AMD afronta el Q3 de este 2018 con muchas dudas sobre Navi y el 2019 debe ser su año dadas las expectativas que van dejando ver a cuenta gotas mediante filtraciones.
El problema es que la distancia que tiene que reducir frente a NVIDIA es enorme en cuanto a rendimiento, si consiguiese lanzar un producto redondo como la serie Ryzen+ pero en GPUs con Navi, quizás NVIDIA vea truncada su progresión en el mercado, pero de momento esto es más una esperanza que un posible hecho.