La temperatura: el motivo por el que todavía no hay muchos portátiles Ryzen
Los ensambladores de ordenadores portátiles afirman que el motivo por el que no hay más modelos de ordenadores portátiles con procesadores AMD Ryzen es que AMD ha programado el punto de temperatura en el que el procesador comienza a hacer throttling demasiado bajo, a diferencia del punto que emplea Intel en sus modelos para portátiles.
Los procesadores AMD Ryzen no se caracterizan por ser unos procesadores que funcionen especialmente muy calientes. El hecho es que, la mayoría de ellos pueden ser refrigerados adecuadamente empleando el disipador OEM que se suele incluir con estos modelos, lo cual siempre es una ventaja, si tenemos en cuenta que añadir un disipador medio decente para estos procesadores, puede suponer un gasto que oscila entre los 20 y los 40 euros, dependiendo del tipo de rendimiento térmico que queramos para nuestro procesador, obviamente.
Las APU AMD Ryzen, con el núcleo Raven Ridge son algo diferentes, dado que su IHS, en estos modelos, no va soldado al die del procesador, con lo que la transmisión de calor no es tan eficiente. Como ya sabemos, los procesadores para portátiles no emplean un IHS entre la die del procesador y el sistema de refrigeración, así que este aspecto no debería de ser un problema con un portátil, a no ser que la pasta térmica que se emplee sea de mala calidad.
Los portátiles no pueden refrigerar bien las APU AMD Raven Ridge
Los problemas de temperaturas que aducen los ensambladores de ordenadores portátiles son por partida doble:
- Por un lado, las APU Raven Ridge comienzan a hacer thermal throttling a partir de una temperatura máxima inferior a la de los procesadores de Intel para portátiles, a pesar que ambos procesadores tienen una temperatura máxima similar (un poco por encima de los 100 ºC). Esto significa que los procesadores de AMD se pasan más tiempo funcionado a unas frecuencias muy por debajo de las suyas normales, con la consiguiente pérdida de rendimiento en el equipo.
- Por otro lado, los ensambladores de portátiles, a pesar de conocer este aspecto, no han mejorado la ventilación de sus equipos. Esto significa que, en muchos casos, el sistema de refrigeración en completamente incapaz de refrigerar correctamente el procesador. Es habitual ver como, con poca carga de trabajo, la temperatura del procesador AMD se dispara hasta los 70 ºC, punto en el que el procesador comienza a hacer throttling y disminuye las frecuencias adecuadamente.
Está claro que AMD debería aumentar el margen térmico de sus APU Raven Ridge para portátiles, para que no hagan throttling con tanta facilidad en los entornos tan reducidos como el interior de un portátil. Pero, aun así, los ensambladores también deberían de revisar sus sistemas de refrigeración, adaptándolos a estos procesadores.