Durante el pasado 2017 los precios de la memoria no han parado de subir. Sin embargo, diferentes analistas del mercado creen que ya hemos pasado el punto álgido de esta tendencia (que ha durado año y medio) y que durante el año 2018 estos precios van a comenzara a descender de manera paulatina, a medida que haya más oferta que demanda.
Tras un largo año y medio de subidas constantes en los precios de la memoria, parece ser que ya se ha alcanzado el punto de inflexión del mercado y los precios debería de comenzar a bajar en breve. ¿Cuánto? Eso me temo que nadie lo sabe a ciencia cierta, pero todos desearíamos que éstos volvieran a los de mediados de 2.016, cuando para conseguir 16 GB de RAM no tenías que vender el procesador y la gráfica.
Y todo ésto ¿a qué es debido? Bueno, la respuesta más obvia es a que todas las compañías han hecho un esfuerzo conjunto por aumentar el suministro de chips de memoria para intentar paliar en gran medida la gran demanda que hay en el mercado por este tipo de chips. Cierto es, también, que no lo han hecho con demasiada premura y los precios se han mantenido artificialmente altos durante demasiado tiempo.
Comenzaremos a ver bajadas de los precios de la memoria ya en este primer cuarto
No deja de ser curioso que, frente a unas previsiones para 2.018 que inicialmente no eran nada halagüeñas para los usuarios, de repente estos precios comiences a bajar. Y que coincida con que el organismo regulador chino se haya olido el tongo y que haya llamado a capítulo a dos de los principales fabricantes de chips de memoria, Samsung y SK Hynix, por un posible pacto de precios en contra de los consumidores. Ahora parece ser que, de repente, comienza a haber suficientes chips de memoria para satisfacer una demanda que no ha parado de crecer desde hace año y medio de manera imparable.
Deberíamos de comenzar a ver las primeras disminuciones en los precios de la memoria ya durante este primer cuarto de 2018, a medida que los componentes fabricados con estos nuevos chips comiencen a llegar al mercado. Aunque no esperéis caídas repentinas de los precios de éstas. Dudo mucho que los fabricantes de memoria estén dispuestos a dejar escapar las vacas gordas que han venido disfrutando desde hace año y medio sin algún tipo de argucia o artimaña para prolongarla lo máximo posible.