Sin lugar a dudas, desde hace ya bastante tiempo casi todos los fabricantes están tratando de meternos la resolución 4K (Ultra HD) por los ojos, valga la redundancia. Los precios de los monitores de dicha resolución han ido bajando, poniendo el peligro la hegemonía de la actual reina de la categoría: el Full HD. Por éste motivo nos preguntamos si a día de hoy sigue mereciendo la pena adquirir monitores Full HD o deberíamos plantearnos el pegar el salto a resoluciones mayores.
Voy a ser meridianamente claro, siempre bajo mi opinión: No, no merece la pena dar el salto. De hecho creo que es justo al contrario, ahora es el momento ideal para comprar monitores de resolución Full HD, y lo voy a explicar de manera muy sencilla. Así que, si no sabes qué monitor comprar, lee más abajo porque encontrarás la respuesta.
El Full HD está más barato que nunca
Cuando hablamos de “comprar”, el precio siempre es uno de los factores que más se suelen tener en cuenta. Los monitores 4K llevan ya tiempo en el mercado y han pasado de tener precios prohibitivos a ser simplemente caros. Esto ha hecho que los fabricantes de paneles se hayan tenido que poner las pilas, y a día de hoy los monitores de resolución Full HD están más baratos que nunca.
Siendo racionales y pensando únicamente en el precio, los monitores Full HD son la compra más sensata.
El hardware está más preparado para Full HD que para 4K
Dirán lo que quieran los fabricantes, pero a día de hoy el hardware de PC todavía no está preparado, salvo en los casos de la gama muy alta (y por ende muy cara), para mover juegos a resolución 4K. Y no, 4K a 30 FPS puede valer para ver películas, pero no para jugar.
Como sabéis actualmente dispongo de una GTX 980 Ti en mi sistema, una gráfica que ronda los 700 euros (lo que cuesta prácticamente un PC de gama media completo), y aun así no es capaz de mover juegos actuales en resolución Ultra HD de manera holgada. De hecho ya le cuesta mover juegos con mi monitor 1440p, así que con el 2160p podéis imaginar. Aunque la cosa ha cambiado mucho, esto ya os lo explicamos en su día, cuando el 4K comenzó a estar en auge.
En realidad no hay tanta diferencia de visualización
Antes de que penséis cosas raras hay que dejar una cosa clara: en éste artículo siempre hablamos de monitores de PC, no de televisiones. Ya en su día os contábamos nuestra experiencia personal con monitores 4K y valorábamos cuál es el tamaño adecuado. Y es que hasta las 27 pulgadas y utilizando el monitor a unos 40-50 centímetros de la cara, realmente no apreciamos la diferencia prácticamente nada.
Claro que si subimos a 32 pulgadas sí que veremos los píxeles en un panel Full HD y ahí sí que se nota una mayor resolución. Pero, ¿quién utiliza un monitor de 32 pulgadas en su escritorio? Realmente muy poca gente, generalmente los profesionales de la imagen que sí que necesitan ese tamaño y esa cantidad de píxeles extras para trabajar (en mi monitor 3440 x 1440 es una pasada poder editar en Photoshop una imagen Full HD sin tener que hacer zoom).
En resumen
Bajo mi punto de vista, y respondiendo a la pregunta del título del artículo, sí, todavía merece la pena comprar monitores Full HD frente a comprar monitores 4K. Obtendremos monitores que muestran una gran calidad de imagen, tendremos un rendimiento muy bueno sin necesidad de recurrir al hardware de más alta gama, y además no tendremos que hipotecarnos en el proceso. Claro está que siempre hay excepciones y que cada usuario tiene sus preferencias y su opinión, pero esta que he escrito en éstas líneas es la mía.