Si estás dispuesto a comprar un nuevo monitor, pero estás indeciso, en este artículo vamos a darte una serie de consejos y guías para que puedas salir de dudas o, al menos, que sepas que vas a acertar con la compra. Si no sabes qué monitor comprar para que se adapte a tus necesidades, sigue leyendo porque esto te interesa ya que vas a encontrar muchas alternativas para los diferentes escenarios que puedas plantearte.
Antes de nada, hemos de dejar claro que en este artículo no vamos a recomendarte monitores específicos, sino que nos vamos a centrar en sus características. De esta manera, una vez que sepas las características que más se adapten a lo que necesitas, será cosa tuya el encontrar la marca y el modelo adecuados y que se ajusten a tu presupuesto, dado que al fin y al cabo el dinero siempre es el elemento que más nos limita a la hora de comprar cualquier producto. aunque si no es tu caso, enhorabuena, pero tampoco lo malgastes si muchas de sus funciones no vas a poder aprovecharlas por culpa de un hardware que no está a la altura.
Al final, la compra de un monitor es un momento importante dentro de la vida de nuestro ordenador personal porque salvo imprevistos no controlados, es un periférico que mantendremos en el escritorio durante años, así que dentro del presupuesto que quieras invertir, te recomendamos que apuntes alto para que las características que ahora son innovadoras y mejoran la calidad de lo que ves, te permitan mantenerte al día cuando, en cuatro o cinco años cambien las cosas con otros estándaremos más competitivos.
El tamaño del monitor
Ya alguna vez os hemos comentado que el tamaño de la pantalla depende de dos factores: del espacio disponible en la mesa y de la distancia a la que te sientes de la pantalla. Por ejemplo, si la pantalla va a estar a apenas 40 centímetros de ti, es absurdo comprar un monitor de 32 pulgadas porque vas a tener que estar girando la cabeza para ver las partes de la pantalla, no tendrás una visión panorámica de todo lo que pasa y terminarás con dolor de cervicales.
No siempre el monitor más grande es el que necesitas ya que puede ser incómodo, y perjudicial para nuestra salud, tener delante de nosotros un pantallón gigante de 35 pulgadas a menos de medio metro de distancia.
Así pues, y siempre teniendo en cuenta que tengas espacio suficiente en la mesa, el tamaño ideal del monitor que deberías comprar debería ser, aproximadamente, de esta manera en función de la distancia a la que te sientes del mismo:
- Distancia de menos de 30 cm: máximo 17 pulgadas.
- Distancia de entre 40 y 50 cm: entre 19 y 21 pulgadas.
- Distancia de entre 50 y 60 cm: entre 21 y 24 pulgadas.
- Distancia de entre 60 y 70 cm: entre 22 y 27 pulgadas, máximo 29 pulgadas UltraWide.
- Distancia de entre 70 y 80 cm: entre 24 y 32 pulgadas, máximo 34 pulgadas UltraWide.
- Distancia de entre 90 y 100 cm: entre 27 y 35 pulgadas.
- Más de 1 metro de distancia: de 32 pulgadas en adelante.
Estas medidas y dimensiones tienen un pequeño «pero», y no es más que la capacidad visual de cada persona, la llamada comúnmente agudeza visual. Una persona con mucha agudeza visual podrá optar por seguir más o menos a ciencia cierta lo arriba explicado, pero una persona con pérdida visual puede no ver esto de forma tan clara y quizás necesite acercarse un poco el monitor.
Esto hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de elegir tanto el tamaño como la resolución, sobre todo esta última, que veremos a continuación por otra parte ya que puede cambiar por completo la manera de interactual con el PC porque a mayor cantidad de pixels en pantalla, menor tamaño del interfaz que se va diluyendo en un panel gigantesco (sobre todo en modelos 4K).
La resolución de la pantalla
Con casi todos los fabricantes utilizando todas sus estrategias de marketing para colarnos la resolución 4K por los ojos (valga la redundancia), puede que tengas claro que quieres comprar un monitor 4K, pero quizá no sea lo más adecuado y te vamos a explicar las razones que hay detrás.
Antes debes asegurarte de que tienes un PC adecuado para ello, y debes estar seguro del uso que le vas a dar. Cualquier tarjeta gráfica moderna, incluso las integradas, pueden manejar resoluciones 4K, pero luego no es lo mismo usar el equipo para entretenimiento multimedia que para trabajar o para jugar.
Si tu caso es simplemente ver vídeos en streaming y poco más, entonces sí que puedes comprar un monitor 4K sin problemas, pero si lo que quieres es jugar entonces asegúrate de que tu tarjeta gráfica es lo suficientemente potente para mover juegos a dicha resolución. A este respecto, estas son nuestras recomendaciones:
- Resolución Full HD (el mínimo hoy en día): jugar con una gráfica normal, trabajar, entretenimiento.
- Resolución 1440p: jugar con gráfica potente, diseño gráfico.
- Resolución 4K: jugar con gráfica tope de gama, diseño gráfico, aplicaciones CAD, entretenimiento.
Otras características y tecnologías a tener en cuenta
Desde ya lo que sí que os vamos a recomendar totalmente porque consideramos que es algo que no puede faltar a la hora de elegir un monitor son las tecnologías de salud visual, tales como Flicker-Free y Low Blue Light. Evitarán cansancio, paliarán efectos negativos y, esencialmente, fomentarán el mantener una buena salud mental y visual, especialmente si usamos el monitor durante muchas horas al día.
Dicho esto, vamos a ver otras características y tecnologías.
El tiempo de respuesta
Los monitores siempre se anuncian con cierto tiempo de respuesta, que por norma general suele ser de entre 5 y 1 ms. Realmente se puede jugar perfectamente con monitores con 5 ms o más de tiempo de respuesta sin problemas, pero si vas a comprar un monitor específicamente para jugar te recomendamos que busques tiempos de respuesta de 1 ms, ya no solo por el tiempo de respuesta en sí sino porque serán monitores específicamente diseñados para gaming.
Si, por el contrario, quieres un monitor más bien para entretenimiento multimedia o para trabajar, entonces este no es un parámetro del que debas preocuparte. De hecho, monitores profesionales de Dell o EIZO tienen tiempos de respuesta de hasta 12 ms.
La frecuencia de refresco
El estándar hoy en día son 60 Hz, pero podemos encontrar monitores de hasta 480 Hz específicamente diseñados para gaming. Nuevamente depende de para qué vayas a utilizar el monitor, pero si es para jugar quizá sí que te interese un monitor con mayor frecuencia de actualización, a partir de 144 Hz. No obstante, ten en cuenta que necesitas que tu gráfica sea capaz de alcanzar el equivalente en FPS para adecuarse a la tasa de refresco y que no se produzca tearing en caso de llegar a necesitarlo.
G-Sync o FreeSync ¿qué monitor debo comprar para mi tarjeta gráfica?
Tal y como hemos indicado, existe un problema a la hora de comprar monitores que tienen una tasa de refresco superior a los 60 Hz, y es que se puede generar un problema conocido comúnmente como Tearing, que representa una imagen partida debido a que no se sincroniza la frecuencia de actualización con los FPS de los juegos. Por lo general esto no representa un problema si tenemos un monitor que alcance los 144 Hz junto con una gráfica que permite jugar a cualquier título a los 144 FPS reales, pero si funciona muy por debajo es cuando aparece el problema.
Es por ello que debemos elegir un monitor que sea compatible con una de las dos tecnologías que nos ofrecen NVIDIA o AMD para evitar esto, siendo la tecnología de la primera mencionada el G-Sync, mientras que su competidor utiliza FreeSync. Existe un pequeño detalle que hay que aclarar sobre ambas tecnologías, y es que mientras que la de AMD funciona mediante software, la que nos ofrece NVIDIA necesita un chip especial en el monitor para poder activarla, lo que hace que resulte mucho más caro, de hecho la diferencia entre dos monitores similares con tecnologías distintas puede llegar a ser de más de 200€.
Esto ha causado que los monitores con G-Sync pierdan fama, lo que implica que la gran mayoría de personas utilizan aquellos que incorporan FreeSync incluso si los usuarios no tienen una gráfica de AMD para que tenga la mayor compatibilidad posible. Como bien podemos imaginar, esto ha forzado a NVIDIA a tener que colaborar con AMD para que sus gráficas ofrezcan soporte para FreeSync, por lo que actualmente ya no resulta tan importante elegir un monitor con la tecnología que tenga mayor soporte con nuestra gráfica, ya que tienen una compatibilidad muy superior a lo que podíamos encontrar anteriormente.
Protección ocular al comprar un monitor
Muchos monitores modernos cuentan con diferentes tecnologías que ayudan a preservar la salud ocular, algo muy importante para que la salud no se resienta y muy especialmente si pretendes usar el monitor durante muchas horas al día. Principalmente, estas tecnologías son dos:
- Flicker Free: es una tecnología anti-parpadeo que evita que los ojos se dañen por la frecuencia de escaneo de la pantalla.
- Low Blue Light: la radiación de la luz azul es nociva para los ojos y puede tener consecuencias muy negativas. Los monitores con esta tecnología reducen esta emisión para que no afecte tanto a la vista.
Así mismo, uno de los temas más importantes para la fatiga visual es la densidad del propio monitor, cuanto mayor sea esta mayor será la cantidad de veces que parpadeemos, evitando así el ojo seco. Algo muy importante para reducir dolores de cabeza y ojos rojos. Pantallas antiguas como las CRT hacían que solamente cerrásemos nuestros ojos unas 3 veces por minuto, debido a la concentración en ellas, cuando en condiciones normales es de unas 20.
Cómo saber qué monitor tengo
Si hemos comprado un monitor de segunda mano o tenemos la necesidad de conocer qué modelo de monitor tiene nuestro amigo o familiar, existen diferentes métodos para averiguarlo. Es importante conocer esta información para así poder sacarle todo el partido, especialmente, cuando se trata de un monitor con muchos Hz, ya que cabe la posibilidad de que no lo estemos haciendo a utilizar una conexión no compatible, algo habitual en monitores de muchos Hz donde es necesario utilizar el puerto DisplayPort en lugar del HDMI.
El método más sencillo y rápido para conocer qué modelo de monitor que utilizamos junto con nuestro equipo pasa por pegarle un vistazo a la etiqueta se muestra en la parte posterior, concretamente en el apartado MODEL. Con esta información, podemos acceder a Internet y comprobar las especificaciones del modelo, siempre y cuando es no sea muy antiguo.
Otra opción, mucho más sencilla, especialmente si se trata de un monitor moderno, es acceder a las opciones de configuración de Windows. Desde la pantalla principal de las opciones de configuración, debemos acceder al apartado Sistema. Dentro de este menú, en el panel de la izquierda, pulsamos en Pantalla. A continuación, en la parte derecha, se mostrará el tipo de monitor que tenemos conectado a nuestro PC. Si se trata uno genérico, mostrará esa información si más, pero si se trata de un monitor gaming, mostrará el nombre del fabricante tal. Si queremos acceder a las opciones de configuración de los Hz, en la parte inferior, pulsamos en Configuración avanzada de pantalla.
¿Qué monitor debo comprar para mí dependiendo del uso que le dé?
Tal y como hemos ido explicando en este artículo, el tamaño dependerá de la distancia a la que te vayas a sentar y del espacio disponible en tu mesa; la resolución, por su parte, dependerá de para qué vayas a usarlo y en segundo término de la potencia de tu tarjeta gráfica; y luego ya por último, las tecnologías y características adicionales dependen de nuevo de tus preferencias y de para qué vayas a utilizarlo (pero no debes olvidar que las tecnologías para preservar la salud visual son indispensables).
Qué especificaciones debe tener para un uso casual
Como ya conocemos todas las especificaciones que puede tener un monitor, podemos entender cuales son las que hacen que sea más o menos caro, ya que principalmente si queremos calidad o rendimiento, siempre tendremos que optar por aquellos que tienen un precio superior. Para un uso casual, realmente no debemos complicarnos demasiado, ya que muchos de los monitores que podemos encontrar por 100€ o menos nos harán el apaño, ya que son bastante estándar y cuentan con una resolución y hercios bastante básicos.
Esto implica, que para este tipo de monitores podemos buscar una resolución FHD con 60 Hz de frecuencia de refresco, sin tener que mirar demasiadas características adicionales, más allá, obviamente, del tamaño, ya que si compramos un monitor de este tipo pero que sea de 32 pulgadas obviamente será más caro que uno de 24. En cualquier caso, si miramos por términos de precio en vez de calidad, para este tipo de casos podemos incluso comprar alguno que esté reacondicionado y que nos ofrezca especificaciones muy básicas por un precio mucho menor.
Qué especificaciones debe tener para gaming
Para gaming por ejemplo si que debemos tener claro lo que buscamos, y es que si queremos la mejor calidad posible tendríamos que optar por un monitor con una resolución que mínimo nos ofrezca 2K, junto con una tasa de refresco que tenga, por ejemplo, 120 Hz y un tiempo de respuesta de 1 ms. Pero esto también implica que será un monitor bastante más caro, ya que estas especificaciones combinadas hacen que una pantalla de este tipo pueda rondar, tranquilamente, los 250-300€ o más dependiendo de la marca y las tecnologías que incorpora.
Por otra parte, si queremos mirar más por el tema del rendimiento y queremos conseguir la mayor tasa de refresco posible, tanto el tamaño como la resolución importan menos, ya que los monitores que utilizan por ejemplo los profesionales no superan las 24 o 27 pulgadas ni la resolución FHD. Esto implica que a la hora de buscar el monitor con el mejor rendimiento posible, debemos optar por uno que nos ofrezca una tasa de actualización superior a los 144 Hz, por ejemplo, de 165 Hz, junto con un tiempo de respuesta de 1 ms o menos y una resolución básica de 1920x1080p.