Llevamos utilizándolos casi toda la vida, y sin darnos cuenta la distribución QWERTY en los teclados de PC es tan natural para nosotros como lo puede ser el vestirnos por las mañanas. Sin embargo, hay una historia detrás de la acuñación de esta distribución, y es de lo que os vamos a hablar en este artículo. ¿Cómo llegó la distribución QWERTY a implantarse en la inmensa mayoría de los teclados en la actualidad?
Desde las primeras máquinas de escribir hasta los teclados virtuales que utilizamos en los smartphones, la distribución QWERTY es la más utilizada en todo el mundo y alrededor del 97% de todos los teclados a nivel mundial la usan. ¿Cómo ha llegado a hacerse tan sumamente importante como para llegar a estas imponentes cifras?
Los orígenes de la distribución QWERTY
Ninguno de nosotros había nacido cuando se adoptó este estilo de teclado por primera vez, en 1873, si bien es cierto que en realidad el diseño y la patente datan de unos años antes, 1868 por Christopher Sholes (no obstante, éste le vendió la patente a Remington en 1873 que fue cuando comenzó a usarse). Obviamente, el nombre de esta distribución proviene de las seis primeras letras que aparecen en la fila superior de teclas.
El motivo por el que las teclas se han colocado en este orden y no en otro (como por ejemplo en orden alfabético como en las primeras máquinas de escribir, que sería más lógico que éste que parecen haberse distribuido sin orden ni concierto) fue para resolver un problema que precisamente existía en ese momento: algunas personas terminaron escribiendo tan sumamente rápido en las primeras máquinas de escribir que las varillas metálicas que utilizaban se chocaban entre sí, causando averías.
Además de este problema, esta distribución se diseñó inicialmente para mejorar la velocidad de escritura al poder utilizar las dos manos simultáneamente. En este tipo de teclado, según la técnica de mecanografía más extendida y en posición de reposo, cuadro dedos de cada mano se colocan sobre la fila central de teclas. Para poder encontrar esta posición sin tener que mirar al teclado, las teclas correspondientes a los dedos índice de cada mano (F y J) tienen una pequeña muesca para que podamos distinguirlas al tacto.
Para resolver este problema es por lo que se desarrolló la distribución QWERTY, ya que las teclas están colocadas de tal manera que las letras más utilizadas están espaciadas entre sí para que las varillas metálicas no chocaran entre sí al escribir (o al menos no lo hicieran tan frecuentemente). Esta distribución de teclado se convirtió en el estándar con la popularidad de la máquina de escribir Remington, que fue la primera en utilizarla ya que como os hemos mencionado antes fueron quienes adquirieron la patente de Christopher Sholes en 1873; tras ello, el resto de fabricantes se alinearon y comenzaron a utilizarla también.
Así que aquí estamos, más de 140 años después seguimos utilizando una distribución de teclado diseñada para solucionar un problema que ya no existe. ¿Cuántas personas utilizan a día de hoy una máquina de escribir? Y de los que todavía la usen, ¿cuántos tienen una máquina de escribir de varillas habiéndolas digitales? Tenemos una generación entera creciendo hoy en día con los dispositivos móviles, e incluso estos utilizan el teclado QWERTY.
¿Por qué no dejamos de usar esta distribución tan antigua?
A lo largo de las décadas, muchas personas han intentado introducir un cambio cultural con teclados que tienen más sentido; por ejemplo tenemos los teclados Dvorak (también llamado teclado simplificado) que está diseñado para aumentar la velocidad de escritura, pero que en realidad nunca ha terminado de adoptarse por parte de los usuarios.
Entonces, si hay otras distribuciones de teclado que nos dan mayor velocidad de escritura que la QWERTY, ¿por qué seguimos utilizando esta y no otras más optimizadas? Porque de alguna manera todo el mundo ha aprendido a utilizarla, y la mayoría de nosotros nos hemos vuelto tan sumamente buenos con ello que escribimos sin tener que mirar el teclado siquiera. Acostumbrarse a un diseño diferente sería casi como aprender un nuevo idioma, y esto es algo que obviamente llevaría bastante tiempo.
Aprender a utilizar un teclado ABCDEF aproximadamente al mismo tiempo que se aprende el alfabeto (hablamos de niños, lógicamente) sería la mejor manera de introducir un cambio mental con los teclados. Los niños pueden incluso aprender a manejar dos estilos distintos de teclados del mismo modo que les resulta más sencillo que a los adultos el aprender un nuevo idioma, pero el problema es que a un adulto que ya sabe utilizar un teclado QWERTY le costaría demasiado trabajo acostumbrarse a otra distribución.
Así pues, si queremos dejar atrás este antiguo diseño que data de hace dos siglos, la única opción que (nosotros) vemos viable sería el introducirla poco a poco en los niños, conviviendo durante varias generaciones con dos distribuciones de teclado diferentes, QWERTY para los que ya estamos acostumbrados a ésta y la nueva distribución para las nuevas generaciones; de otra manera, vemos imposible dejarla atrás.
Incluso QWERTY tiene diferentes versiones
El teclado QWERTY sí que se ha ido adaptando relativamente durante el tiempo, y realmente tiene diferentes versiones para algunos idiomas. Hay países como Alemania que intercambian las letras Y por la Z, con lo que se convierten en teclados QWERTZ; en Francia y Bélgica hay más cambios y las primeras seis teclas tienen la secuencia AZERTY, como en la imagen que podéis ver encima de este párrafo. En la disposición española y latinoamericana se incluye la tecla Ñ de nuestro alfabeto justo a la derecha de la L, mientras que en la portuguesa y catalana se incluye la Ç a la izquierda del ENTER. En Japón usan caracteres Kana impresos a un lado de los caracteres latinos y números.
Así pues como podéis ver, a pesar de que la distribución QWERTY sea la más utilizada en el mundo (y seguirá siéndolo tal y como os hemos explicado) tiene ciertas variantes que han ido evolucionando a lo largo del tiempo, principalmente para adecuarse a las particularidades de los idiomas de los diferentes países.