Fueron muchos, muchísimos los usuarios que se animaron a comprar una Raspberry Pi cuando se pusieron tan de moda, pero tras «trastear» con ella durante un tiempo al final terminaron olvidándola en un cajón. Sin embargo, se trata de un dispositivo muy útil y polifacético así que te vamos a sugerir una serie de proyectos que puedes poner en marcha gracias a su hardware. ¿Quieres conocer nuestras propuestas?
¿Qué puedo hacer con una Raspberry Pi?
Si eres aficionado a este tipo de dispositivos seguramente hayas leído una cantidad ingente de posibles empleos que se les puede dar, pero algunos son demasiado complicados como para que alguien con conocimientos básicos pueda darle una verdadera aplicación que resulte útil. El más conocido de todos a nivel doméstico no es otro que el de transformar este ordenador de una sola placa en un sistema para emular sistemas de videojuegos antiguos.
Este es uno de los principales proyectos que podemos encontrar en prácticamente cualquier sitio, y es que tan solo necesitaremos una serie de componentes básicos como es la propia Raspberry Pi, un mando y una tarjeta SD para crearlo (más adelante os explicamos como). Pero hay una gran cantidad de soluciones que nos pueden permitir utilizar este dispositivo para crear lo que queramos, y es que las posibilidades son mucho más grandes de las que podemos creer.
Proyectos con Raspberry Pi
Como bien hemos comentado, crear un emulador de juegos retro es uno de los principales motivos por los que la gente puede comprar este dispositivo, no obstante, no es el único uso que tiene y es por ello que hemos decidido proponeros una serie de proyectos para los que podéis utilizar vuestra Raspberry Pi y darle, por tanto, una segunda vida si la tenéis abandonada. No os preocupéis, todos los ejemplos que os vamos a dar a continuación son sencillos y no requieren de conocimientos avanzados más allá de tener uno de estos Single Board Computer y haber trasteado con ellos.
Así que como suponemos que ya tenéis una Raspberry Pi, entendemos que no partís estrictamente de cero, ya que al final no es un dispositivo que una persona normal suela comprar por gusto, sino que siempre suelen tener una idea detrás sobre cómo se pueden utilizar. Igualmente, si sois de aquellas personas a las que os ha llamado la atención lo que se puede hacer con una de ellas, podréis haceros con una en este enlace, aunque como podéis imaginar, tampoco es estrictamente necesario que os hagáis con la oficial.
Hay muchos otros modelos que ofrecen un sistema similar a la Raspberry Pi y que pueden llegar a ofrecer otro tipo de especificaciones que igual podemos necesitar más, si por ejemplo queremos uno de estos dispositivos para algun proyecto de IA, tendríamos que utilizar, además, componentes adicionales o hacernos con una que tenga una mayor potencia en este aspecto (que incorpore por ejemplo una NPU).
Conviértela en un PC de bajo coste
Se trata de una excelente idea, ya que con poco dinero puedes crearte si quieres una oficina con varios ordenadores a un coste muy bajo o improvisar una clase de informática en un instituto o una escuela. Eso sí, vas a necesitar los periféricos externos del PC como son el monitor, el teclado y el ratón. La Raspberry Pi hará las veces de torre de tu improvisado PC y te será suficientemente buena para tareas sencillas.
Eso sí, no podrás instalarle Windows a no ser que sea la versión para ARM y ni tan siquiera esta es del todo compatible, así que tendrás que hacer uso de software libre, es decir, una distribución de GNU/Linux adaptada que no te costará encontrarla y tienes para ella una gran cantidad de software.
Sin embargo, en el caso de que seas un nostálgico de ordenadores antiguos como son el Commodore Amiga o el Atari ST, podrás darle la personalidad de esos clásicos con distribuciones como Pimiga o Rastarí.
Realmente, el sistema funcionará bastante lento en comparación con un PC, pero si no tienes unas exigencias demasiado altas el trabajo puede hacerlo igual y tendrás un ordenador para ofimática, multimedia y navegación por Internet por, realmente, poquísimo dinero; y es que la Raspberry Pi, un monitor, teclado y ratón baratos lo puedes conseguir por poco más de 100 euros y conseguirás un sistema totalmente funcional, así que si no eres exigente es algo que puede llegar a merecer mucho la pena.
Automatización del riego de plantas
Cada vez son más las personas que tienen un pequeño huerto urbano en casa. No siempre estaremos atentos a los periodos de riego o puede que no estemos en casa por diferentes motivos. Algo que podemos hacer es crear un sistema automatizado mediante una Raspberry Pi.
Puedes crear un sistema de riego con una sencilla Raspberry Pi Zero y unos conocimientos básicos de electrónica. Solamente se requiere de un sensor de humedad y una bomba. Hay muchos repositorios disponibles en GitHub que te dan el código y los materiales exactos a usar.
Incluso, podemos tener diferentes programaciones según el tipo de planta que tengamos en casa.
Un servidor de impresión
El segundo de los proyectos que te proponemos para tu Raspberry Pi te interesará, ya que te permite tener una impresora de red por muy bajo precio. Es decir, puedes complementarlo con el caso anterior y tener uno de los SBC conectados a una impresora que no sea inalámbrica y trasformarla en una que sí lo sea. Simplemente enchúfala a tu Raspberry mediante USB y. con un software como CUPS, podrás convertirla en una impresora inalámbrica, con la Raspberry Pi haciendo las veces de servidor de impresión. Esto es ideal si tienes una pequeña oficina o quieres trabajar cómodamente sin tenerla pegada al ordenador a través de un cable USB.
Tened en cuenta que una impresora de red, hace no muchos años, podría llegar a costar varios miles de euros en el mercado y esta solución es mucho mejor que las de antaño, ya que no solo nos libera de cables, sino que además nos permite imprimir documentos desde el teléfono móvil o la tableta. Por lo que se trata de uno de los proyectos más útiles para los que puedes usar tu Raspberry Pi.
Convierte tu televisión en una Smart TV
Muchas versiones de la Raspberry Pi ya venían con una tarjeta SD con Raspbian y KODI preinstalados. Como sabrás, KODI es un sistema que permite convertir la Raspberry en un servidor multimedia de manera sencilla, y por supuesto si la conectas a tu TV también sirve para transformarla en toda una Smart TV. De hecho, gracias al arranque dual con Raspbian también tendrás YouTube, Netflix, Internet, etc.
Igualmente, puedes instalar Plex Server en una Raspberry Pi para poder ver en cualquier parte tus series y películas, si bien es cierto que existen otros sistemas de gestión multimedia menos exigentes en cuanto a hardware que Plex (como KODI, el más conocido) y que funcionarán bastante mejor.
Consigue toda una consola retro
Uno de los usos más populares de Raspberry Pi es para la de crear una máquina arcade o consola retro, para lo que existen las instalaciones RetroPie y Recalbox. Tienes otros, pero todos necesitarán que cuentes con un mando compatible que necesitará una configuración previa, así que mejor no complicarse la vida. En estos sistemas se pueden emular muchas plataformas, desde los juegos clásicos de MS-DOS hasta los de Commodore 64, PS2, Dreamcast, GameCube, etc.
Igualmente, existen carcasas y proyectos completos que te permitirán convertir tu Raspberry Pi en una máquina arcade a tamaño completo, o incluso en una Game Boy (o algo parecido). Aquí ya depende de tu creatividad lo que quieras conseguir, así como de todo lo que tengas a tu disposición, ya que si cuentas con una impresora 3D también puedes crear tu propia carcasa para este tipo de dispositivo, además de que si eres un poco manitas y tienes conocimientos de electrónica, puedes combinar diversos componentes adicionales para crear la consola retro definitiva para tu casa.
Servidor para Minecraft
Los posibles usos «gaming» que puedes darle a tu vieja Raspberry Pi no se limitan a los juegos retro, y es que un servidor de Minecraft no requiere ni tan siquiera una interfaz gráfica compleja, dado que se ejecuta en modo consola. Es decir, a través de una interfaz de texto. Su trabajo no es otro que el de gestionar la posición de los diferentes jugadores en un mismo mapa y lo que están haciendo, para situarlos a todos dentro de la misma partida.
Esto es ideal por el hecho de que le evita a nuestro PC tener que preguntarle al resto de jugadores uno por uno. Simplemente, el servidor envía una solicitud a todos al mismo tiempo, de tal manera que se coordinan todos los movimientos y no existen problemas. Además, dado que Minecraft Server es una aplicación Linux nativa, lo podrás hacer funcionar en cualquier versión de Raspberry Pi.
Crear un bot para Twitter, Discord u otros
Twitter es una red social de lo más variopinta, en parte porque está llena de bots: programas que se crean con la intención de publicar mensajes automáticamente. Algunos de estos bots son bastante útiles y sirven, por ejemplo, para publicar actualizaciones en tu página web, pero por desgracia muchos son molestos e incluso desagradables.
Sea cual sea la finalidad para la que quieras crear tu propio bot, podrás hacerlo con tu Raspberry Pi, aunque en este caso lo más común es utilizar una aplicación de Python (para lo que existe «Twython») que requiere ciertos conocimientos de programación. Lo mismo sucede con Discord (ya que su API es accesible) y muchos otros sitios web.
Como herramienta de monitorización
Otro de los usos más interesantes que puedes darle a la Raspberry Pi es para crear una potente herramienta de monitorización, tanto para la red local como para, por ejemplo, que te lleguen alertas por correo si la temperatura de tu CPU sobrepasa cierto límite. Una de las herramientas más populares para llevar este proyecto a cabo es Nagios, que es de código abierto y muy sencillo de instalar y configurar.
Eso sí, para llevar a cabo este proyecto te recomendamos una Raspberry Pi 2 o superior, ya que demanda bastantes recursos de procesador.
Si eres de los que en su día compró una Raspberry Pi pero la tenías abandonada en un cajón, existe una gran cantidad de posibles usos que le puedes dar, y con ellos ya no solo podrás sacarle partido, sino que conseguirás en cierto modo hacer tu vida más fácil con solo un poco de esfuerzo en la configuración.
Una impresora 3D
Uno de los usos más comunes, y paradójicamente menos conocidos para el gran público de las Raspberry Pi, es su uso industrial. Y un ejemplo de ello es que se puede crear una impresora 3D poniéndola como elemento central para controlar las diferentes partes mecánicas con este potente SBC. En realidad, existen muchos dispositivos improvisados en talleres e incluso en fábricas de gran envergadura que han sido diseñados y construidos por ingenieros para una tarea concreta donde esta placa es utilizada.
En otro orden de cosas, también puedes darle la capacidad de control remoto a una impresora sencilla y de bajo coste con este proyecto.
Inhibidor de altavoces bluetooth
Si vivimos en un edificio donde los vecinos piensan que viven en el campo, lo más probable es que nos veamos obligados a sufrir sus gustos musicales. Si, el reguetón es uno de ellos, no hace falta que intentemos dialogar con el vecino o que pongamos la casa en venta. La solución para por utilizar una Raspberry Pi conectado a un inhibidor de señal bluetooth para interferir en el dispositivo cuando detectaba que se reproducía este género musical.
Este proyecto, disponible a través de este enlace y creado por argentino Roni Bandini, harto de los gustos musicales de sus vecinos, utiliza una Raspberry Pi 3B+ conectada a un micrófono que se encarga de detectar cualquier sonido que se reproduzca cerca de este. Para que sea capaz de detectar reguetón, o cualquier otro género, hizo uso de Edge Impulse para crear un modelo de lenguaje que sea capaz de detectarlo.
Como un servidor NAS
Por último y no por ello menos importante, también podemos convertir nuestra Raspberry en un servidor NAS para crear nuestra propia nube casera de forma sencilla.
Tan solo vamos a necesitar, además de la Raspberry Pi con un mínimo de 2 GB de RAM, necesitamos el sistema operativo Raspberry Pi OS (disponible de forma gratuita desde su web), una unidad de almacenamiento HDD o SSD, siendo esta última la recomendable y diseñar una carcasa donde almacenar todo el dispositivo ya creado, sino queremos tenerlo suelto.
También podemos utilizar en lugar de Raspberry Pi OS, el sistema operativo OpenMediaVault. OpenMediaVault es un sistema operativo basado en Debian diseñado para convertir cualquier equipo en un dispositivo de almacenamiento remoto donde almacenar todo tipo de contenido y que podemos descargar gratis desde aquí.
La configuración OpenMediaVault puede parecer algo compleja al principio, pero como está disponible en español, no vamos a tener ningún problema para configurar todos los apartados que queremos tener en funcionamiento para así sacarle el máximo partido a nuestra Raspberry Pi.
Añádele funciones IA y conviértela en un asistente virtual
Cada vez hay más dispositivos que permiten utilizar la inteligencia artificial para lo que queramos, y en este caso, las Raspberry Pi no son la excepción, ya que podemos añadirle una serie de funciones basadas en esta tecnología para lograr crear lo que queramos. Hay una gran cantidad de vídeos que muestran las formas de hacerlo, y es que muchos de los entusiastas de estos SBC han aplicado una serie de cambios a nivel de hardware para lograr permitir que tenga la potencia suficiente como para poder utilizar una IA sin demasiada complicación, algo que es realmente sencillo.
Para ello tan solo tendremos que utilizar un módulo que la propia compañía fabricante de las Raspberry vende en su tienda oficial, estamos hablando del AI HAT+, una implementación que podemos incorporar a uno de estos ordenadores para aumentar la potencia que tiene con esta tecnología. Hay dos versiones de este módulo, una que nos ofrece hasta 13 TOPs mientras que la versión actualizada, que obviamente también resulta más cara, llega a tener una potencia de 26 TOPs, prácticaemente el doble de lo que ofrecía la primera versión, aunque también cuesta aproximadamente 50€ más.
Una vez tenemos esto tan solo tendremos que instalar una serie de programas para poder ponerle funciones relacionadas con la inteligencia artificial, mientras que si queremos hacer que sea capaz de escuchar y de hablar para convertirlo en un asistente virtual, tendremos que comprar hardware adicional como son unos altavoces y un micrófono. Para convertir la voz a texto y viceversa podemos utilizar un programa denominado como Vosk, mientras que podemos hacer uso de la inteligencia artificial de Google, Gemini, para hacer todo el procesamiento que necesita para ofrecernos la información que queramos saber.