De un tiempo a esta parte y sobre todo desde el cambio que se produjo de las BIOS tradicionales a las UEFI de versión completa, un parámetro ha estado incluido en estas últimas: CSM. Aunque muchos lo han visto mientras modificaban parámetros, no todos saben exactamente qué es y para qué sirve, así que qué mejor que desvelar y conocer más a fondo todas sus características.
Este parámetro, que a su vez y según la placa base en la que nos encontremos tiene más de una opción disponible, es parte del quebradero de cabeza más frecuente que tienen los usuarios a la hora de instalar Windows, ya que en gran parte está ligado tanto al sistema operativo como a su HDD o SSD.
Así que conviene saber más detenidamente sus funciones para ahorrarnos posibles quebraderos de cabeza, empezando por conocer qué es y para qué sirve, y luego ver sus funcionalidades para saber cómo puede ayudarte cada una de las alternativas.
CSM: un aliado para instalaciones antiguas
Hay ocasiones en las que puedes verte en la tesitura de querer instalar un sistema operativo viejo (como puede ser por ejemplo Windows XP, Windows 7 o incluso Windows 8.1) y que al tratar de hacerlo te topes con que el sistema te da error. ¿Sabes qué es lo que está ocurriendo? Pues te lo contamos a continuación.
De ocurrite esto casi seguro significa que tu placa base es UEFI y que no tienes CSM (Compatibility Support Module) habilitado, puesto que como te vamos a explicar a continuación se trata de una funcionalidad que sirve para dotar al sistema de compatibilidad con sistemas operativos antiguos, y más concretamente anteriores a Windows 10. Así que si este es tu caso, ten en cuenta todo lo que te vamos a explicar a continuación.
No desesperes, porque si es tu caso el problema se arreglará de forma tan fácil como entrar en la BIOS, localizar dónde se encuentra en módulo de compatibilidad CSM (generalmente en el apartado Boot o Arranque de la BIOS / UEFI) y habilitarlo, ni más ni menos, aunque como te vamos a contar a continuación generalmente ya viene activado de fábrica. Si este es tu caso, solo tienes que seguir paso a paso lo que debéis hacer para realizar el cambio.
¿Dónde está y cuál es su origen?
El módulo de soporte de compatibilidad o CSM, por sus siglas en inglés, es una utilidad que sigue vigente a día de hoy debido a lo necesario que se vuelve para cada modelo de placa base el dar soporte a particiones MBR. Básicamente y en resumen, es una manera de mantener la compatibilidad con sistemas de archivos, y más concretamente con sistemas de arranque, antiguos.
Esto viene heredado de las antiguas BIOS y, por lo tanto, solo se da en placas base con UEFI. Por lo tanto, solo es una parte de las UEFI modernas para poder iniciar HDD o SSD que tengan particiones MBR como arranque del sistema, es decir, para dar soporte a sistemas operativos anteriores a Windows 10.
Este módulo normalmente viene habilitado de forma predeterminada, por lo que nuestra placa base actual podrá iniciar Windows sin ningún problema, sea la versión que sea. Ahora bien, hay casos en los que eso no ocurre, y es cuando debemos poner remedio.
En cierto momento del sector se dio la casualidad de que las últimas BIOS puras adoptaron la capacidad de iniciar sistemas operativos con GPT además de MBR, para una vez que se cambió a UEFI, fue esta la que implementó dicha característica, pero a la inversa y de ahí el nacimiento de CSM, con todas las ventajas y desventajas que tiene.
Opciones de configuración
Cada placa base y plataforma se nutren de más o menos opciones para CSM. Actualmente y por necesidades de hardware más antiguo que sigue funcionando hoy en día, los fabricantes tienen hasta cuatro parámetros de configuración distintos. Son estos que os dejamos a continuación:
- Dispositivos de control con funciones de arranque.
- Arranque de dispositivos de red.
- Arranque desde dispositivos de almacenamiento.
- Arranque desde dispositivos PCIe.
Estas opciones pueden presentarse o no, en su totalidad o en su configuración mínima, algo que depende de cada fabricante, dando mayores o menores opciones a sus usuarios, por lo que es importante saber qué modelo de placa base y plataforma escogemos si queremos usar hardware antiguo con capacidad de arranque para sistemas operativos distintos a Windows 10 o Windows 11.
Se da la casuística de que, si queremos formatear nuestro PC y nuestra UEFI tiene CSM, esta característica va ligada al arranque seguro del sistema. Si deshabilitamos el arranque seguro o indicamos que el SO no es Windows mediante UEFI, tendremos que activar de forma forzosa CSM para que todo el procese acabe funcionando como queremos.
El problema de esto último es que entonces no podremos optar a usar GPT y el Sistema Operativo se instalará de forma tradicional con MBR. Por lo tanto, hemos de tener en cuenta este detalle si, por ejemplo, cambiamos de SSD y decidimos hacer una limpieza e instalación de Windows desde cero en una unidad completamente borrada desde cero.
¿Qué pasa si dejamos el CSM activado?
Como hemos comentado más arriba, CSM es una herramienta para que las placas base más modernas sean compatibles con particiones MBR de sistemas de arranque antiguos. A su vez, presenta un problema ya no es compatible con las particiones GPT, por lo que, si lo dejamos activado, no vamos a poder acceder a las particiones GPT de Windows 10 o Windows 11.
Pero, además, este no es el único problema que nos podemos encontrar ya que, además, tampoco funciona la función de inicio rápido de Windows, una función que realmente tiene poco sentido en la actualidad, cuando la mayoría de las unidades de almacenamiento son SSD, ya que esta herramienta está diseñada para carga en el kernel del equipo el estado de equipo cuando pulsamos el botón de apagar para así recuperarlo más rápidamente cuando volvemos a encender el ordenador.
Si tenemos la necesidad de instalar un sistema operativo antiguo cuya tabla de particiones es MBR en lugar de GPT, ir cambiando la configuración de la UEFI es un completo disparato y una pérdida de tiempo. La solución más sencilla pasa por instalar estos sistemas operativos en una máquina virtual, como, por ejemplo, VirtualBox.
De esta forma, no solo no será necesario ir cambiando la configuración de arranque, si no que, además, evitaremos tener más de un disco duro en el equipo y así evitar problemas con el sector de arranque. Algunas distribuciones Linux, también requieren de CSM, por lo que, si en nuestro caso, también podemos optar por utilizar VirtualBox para instalarlos a través de Windows como si fuera una aplicación más.
¿Qué hago si no puedo acceder a las particiones GPT de Windows 10 y 11?
Tal y como hemos comentado antes, uno de los mayores problemas que tiene dejar CSM activados está en el problema de compatibilidad que presenta a la hora de utilizar las particiones GPT que podemos encontrar tanto en Windows 10 como en el 11. Esto básicamente impediría que pudiésemos utilizar las particiones que están configuradas con este sistema de archivos, impidiéndonos poder acceder a los datos, pero este no es el único motivo por el que puede ser que no nos permita acceder a los sistemas operativos que utilizan sistemas de archivos mucho más recientes.
Esto sucede si tenemos el modo Legacy de la BIOS activado, ya que es prácticamente el modo de compatibilidad general que tiene la BIOS, por lo que necesitaríamos cambiarla a modo UEFI para evitar los conflictos que podemos encontrar con los SO más recientes y similares. Aunque también hay otro contratiempo al que nos podemos enfrentar en caso de que esto sea así, y es que si el problema se encuentra en tener el modo Legacy en vez de únicamente haber activado el CSM, seguramente tendremos que realizar una instalación con el modo UEFI para que pueda funcionar.
Tal y como podéis imaginar, esto implica que tendríamos que reinstalar el sistema operativo por completo para que se cree bien la partición que podemos utilizar con Windows 10 y 11 por el simple hecho de que tiene que cambiar de MBR (activado por el Legacy o el CSM) a GPT. Por lo general en una instalación nueva no deberíamos tener problema una vez hacemos el cambio, ya que UEFI suele tener prioridad, pero es posible que nos queramos asegurar del todo y para ello tendríamos que arrancar lo en modo seguro para evitar que haya cualquier tipo de problema adicional.
Para comprobar si tenemos activado el modo Legacy o UEFI, podemos ejecutar el comando «msinfo32.exe» y dirigirnos al apartado «BIOS Mode» o «Modo de BIOS», donde aparecerá el parámetro que nos lo indicará, en caso de poder acceder al SO.
Una forma más sencilla de utilizar sistemas operativos antiguos
Tener que activar el CSM cada vez que queremos instalar un sistema operativo antiguo puede ser un gran problema si lo que tenemos pensado hacer requiere utilizar nuestro propio ordenador, ya sea por nostalgia o porque queremos hacer pruebas no es algo recomendable en un PC moderno. Los sistemas operativos más antiguos llevan mucho tiempo sin recibir actualizaciones porque ya no tienen soporte, lo que hace que sea un riesgo utilizarlos si por ejemplo queremos conectar el ordenador a internet, además de que muchas aplicaciones es posible que no funcionen porque no cuentan con los drivers necesarios.
Pero si lo que buscáis realmente es tener un entorno de pruebas en lugar de instalar el propio sistema operativo para usarlo ya que no es algo que tenga demasiado sentido actualmente, siempre hay varias formas que podéis utilizar para ello. Una de las más comunes que hay en estos casos pasaría por utilizar una máquina virtual, es decir, tener un ordenador virtual dentro de nuestro ordenador físico. Esto puede parecer un poco complicado pero resulta bastante sencillo y al estar en un entorno virtualizado no tenemos que preocuparnos demasiado por la seguridad que puede tener ya que si sucede algo siempre podemos volver a instalarlo o borrarlo directamente.
Seguramente el mayor problema que podemos llegar a encontrar a la hora de instalar una VM de este tipo estaría en encontrar una versión del propio sistema operativo ya que como bien hemos comentado al no recibir soporte muchas veces hay bastantes versiones que simplemente se pierden. Pero si tenemos una ISO por alguna parte de estos sistemas siempre podremos instalarlo, haciendo que sea mucho más sencillo realizar cualquier tipo de prueba que queramos o incluso utilizarlo de forma normal y corriente.
Los cuatro pitidos de la placa base
Hay un caso curioso que tiene que ver con CSM, y es que si enciendes el PC mientras el monitor está apagado (y por lo tanto la tarjeta gráfica no está enviando señal a nada), el equipo te avisará realizando cuatro pitidos cortos nada más encender el equipo. Esto sucede desde la llegada al mercado de la serie RTX 30 de NVIDIA, y es completamente normal (como nota, esto generalmente solo sucede cuando conectas una gráfica RTX que tiene interfaz PCI Express 4.0 a una placa base que solo soporta PCI Express 3.0).
¿Qué tiene esto que ver con CSM? Pues como tiene que ver con la compatibilidad, si vas a la BIOS de la placa base y deshabilitas el soporte para CSM, la placa base solo emitirá un único pitido al arrancar el sistema aunque lo hagas con el monitor apagado. Ojo, porque hay ocasiones en las que los 4 pitidos tienen que ver con problemas en la memoria RAM y no a que la tarjeta de vídeo no haya detectado inicialmente un monitor, pero en este caso obviamente el sistema no arrancará (si te da los 4 pitidos por la situación que te hemos comentado arrancará sin ningún tipo de problema).
En cualquier caso, CSM es necesario para estos casos y debe ser activado antes de que cambiemos de hardware para evitar esto y no confundirlo con otro tipo de errores. Además, los pitidos solo se darán si se tiene un altavoz conectado en los pines de la placa base o si esta lo integra de serie.
En todo caso ya lo sabes: si tienes una tarjeta gráfica de nueva generación (como las nuevas NVIDIA RTX o las dos últimas generaciones de GPU de AMD) pero tu placa base no soporta el estándar PCI Express 4.0, es bastante probable que emita 4 pitidos cada vez que enciendes el equipo; es completamente normal y no te afectará para nada, así que no tienes nada de lo que preocuparte por ello.
Otros errores con CSM
Uno de los errores también más comunes es en tarjetas gráficas NVIDIA que no han sido actualizadas a la última versión de DisplayPort. Esto produce que al tener deshabilitado de serie el CSM en BIOS nos ofrezca una pantalla en negro que resulta alarmante.
Por suerte, no hay que asustarse ya que no tendrás que cambiar de GPU, al menos en teoría, si tienes la suerte de que NVIDIA haya decidido ofrecer soporte mediante Firmware para el modelo concreto de tu tarjeta gráfica. Y es que actualizando el firmware cuando ese update esté disponible, a una versión más reciente de DisplayPort con tu nuevo monitor, este recibirá la imagen y con ello no tendrás ni los pitidos ni la pantalla en blanco por lo que todo volverá a funcionar como debería. Que es sin errores. Así que tenlo en cuenta en caso de que te ocurra algo parecido.