La gráfica integrada Radeon 890M demuestra su gran potencial para gaming
Muchas veces podemos decir que las gráficas integradas no están diseñadas específicamente para jugar, y realmente la mayoría de los modelos no ofrecen la capacidad de poder utilizar muchos de los juegos que podemos encontrar actualmente con un rendimiento decente, ya que no están preparadas para ello. Pero hay momentos en los que una generación nos puede sorprender, y en este caso, la iGPU Radeon 890M nos ha mostrado qué es lo que puede ofrecer para gaming, y es que tiene un rendimiento sorprendente.
Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos a la hora de hacernos con un ordenador que sea lo más portable posible está en la poca capacidad que tiene para realizar tareas de alto rendimiento, y es que ya no solo es a nivel gráfico, sino en general, que podemos ver que son inferiores en potencia a otros modelos. Pero esta vez, desde AMD han buscado la forma de equilibrar un poco la balanza, y es que los nuevos procesadores Ryzen AI 300 que han lanzado no solo son buenos para la inteligencia artificial, sino también para otros aspectos como el gaming.
AMD lo vuelve a hacer, su nueva gráfica integrada ofrece un consumo bajo y un gran rendimiento
Una de las grandes novedades que hemos encontrado en los últimos lanzamientos está en el rendimiento que ofrecen los procesadores orientados para tareas de inteligencia artificial de AMD, y es que lejos de ofrecer únicamente una gran potencia para esta tecnología, también están dominando algunos de los benchmarks de rendimiento. Ahora, llega también con una prueba que compara el Ryzen 9 AI HX 370 frente al Intel Core 7 Ultra 155H en gaming, ofreciendo una visión general sobre la mejora que ofrece la iGPU a la hora de utilizar aplicaciones de alto rendimiento.
Desde un principio podemos ver que obviamente va a representar una mejora bastante alta, ya que estamos comparando un modelo de una gama más alta frente a otro que pertenece a una gama medio-alta, pero para evitar que la diferencia sea demasiado grande, TechEpiphany, ha reducido el TDP del procesador de AMD a 17 W, mientras que el de Intel funciona a 28 W.
Empezando por el primer título que nos presenta, tenemos Tomb Raider, un juego que salió en 2013 y ofrecía una calidad gráfica impresionante para la época, con los ajustes al máximo, la Radeon 890m es capaz de mantener el juego entre unos 50-70 FPS, mientras que el procesador de Intel oscila entre los 30-50 FPS.
Si nos vamos a un juego que destacó por ofrecer unos de los gráficos más realistas que hemos podido ver, Hellblade: Senua’s Sacrifice, vemos que con los ajustes en alto el procesador de AMD oscila entre los 40-60 FPS, bastante estables, mientras que el de Intel está entre los 25-35 FPS.
Por otra parte, en títulos más actuales tampoco se queda corto, en Cyberpunk 2077 ofrece entre 40-55 FPS relativamente estables, mientras que en la versión optimizada para PS4 God of War consigue mantenerse en 40 FPS estables, mientras que el procesador de Intel tiene problemas para superar los 30 FPS en el caso de Cyberpunk 2077 (15-30), pero en la versión de GoW es bastante consistente, ofreciendo un rendimiento muy similar al de la iGPU de AMD.
El rendimiento general que ofrece la Radeon 890m resulta bastante superior a la que tiene su principal competidor, pero también supera fácilmente a sus generaciones anteriores, y es que en comparación con el Ryzen 7 7840HS, que tiene una configuración de 54W, también lo supera ampliamente. En general no es que ofrezca una mayor tasa de FPS de la que nos da este modelo en concreto, pero si que es cierto que resulta bastante llamativo que con una configuración de TDP tan baja sea capaz de tener el mismo rendimiento que uno de los modelos más utilizados para consolas portátiles como es el Ryzen 7 7840HS.
Al final esto demuestra el poderío que tiene AMD frente a Intel en términos de rendimiento gráfico, lo que nos hace pensar que los próximos modelos que veremos de procesadores utilizados en consolas portátiles podrían ofrecer las mejores experiencias posibles.