Muchas de las veces que podemos querer buscar un modelo de procesador para nuestro PC es probable que nos encontremos ante una situación bastante común, decidir cuál es el número de núcleos que debe tener para poder utilizar ciertas aplicaciones, algo que cambia completamente cuando buscamos uno para gaming. En este caso, está claro que debemos mirar muchas otras especificaciones y no solo los núcleos, pero si que es cierto que son un indicador de lo que necesitamos en un principio, por lo que podemos guiarnos a través de esta característica, siempre y cuando elijamos un modelo relativamente actualizado.
Hay una gran cantidad de procesadores en el mercado, pero no todos están diseñados para el mismo propósito por lo que elegir el perfecto para algo en concreto puede resultar bastante complicado sobre todo para aquellas personas que no están acostumbradas a diferenciar cada uno de ellos. En general no es algo que resulte demasiado complicado cuando comparamos los de una misma generación, ya que sus especificaciones nos permiten guiarnos bastante para terminar decidiendo si es mejor elegir uno u otro, pero si entran en juego generaciones anteriores, entonces es donde podemos tener bastantes más problemas.
Un procesador para gaming debe tener como mínimo estos núcleos
Las CPU que están creadas para jugar cuentan con una serie de características que debemos tener siempre en cuenta, pero lo que está claro es que el estándar de núcleos que deben tener como mínimo lleva estando establecido desde hace bastantes años. En este aspecto, el mínimo que debemos buscar en un procesador es de 6 P-Cores, ya que si optamos por un modelo con 2 o 4 encontraremos que tienen bastantes problemas a la hora de funcionar con varios programas de forma simultánea en comparación con los de 6 u 8, algo que es bastante obvio y que en general repercute en la experiencia de juego.
En la gran mayoría de los juegos que encontraremos en el mercado nos pedirán como recomendado un procesador que incorpore esta cantidad de núcleos, ya que aunque haya unos requisitos mínimos, la gran mayoría de los títulos funcionan muy por debajo de lo que deberían con un hardware de este tipo. Pero además de los requisitos recomendados que aparecen, luego están los que utiliza la gente y que son la clave para tener un rendimiento más que decente, y en el caso de los núcleos del procesador estaría establecido en 8 núcleos, ni más ni menos.
Hay procesadores creados para gaming con más de 8 núcleos, modelos de 12 o incluso 16, pero esto puede resultar bastante excesivo en la mayoría de los casos si optamos por uno que incorpore los que hemos mencionado como recomendado de una generación relativamente nueva. Si optamos por un procesador con estas características, pero de hace 6 años, notaremos que no funciona como debería, por lo que si lo que queremos es comprar una CPU para un PC nuevo, lo mejor es mantenerse entre los más recientes y aquellos que tengan entre 2-3 años de antigüedad para que nos dure lo máximo posible antes de tener que volver a cambiarlo.