La tecnología ha avanzado mucho en los últimos años ya que nos ha traído una serie de cambios realmente grandes que han permitido evolucionar una gran cantidad de sectores que hay actualmente, pero si hablamos de los procesadores, hay uno que supuso un gran cambio al ser el primer microprocesador realmente funcional del mundo. En este caso no hablamos del 4004 ni del 8008, sino del Intel 8080, el cuál ha cumplido este año 50 años, un momento que la compañía ha utilizado para reflexionar y comparar cómo son las CPU actuales con el que fue su primer microprocesador realmente comercial.
Hay una gran cantidad de motivos por los que una compañía como Intel puede estar de celebración aunque actualmente no estén pasando por su mejor momento, y es que durante su recorrido han desarrollado algunos de los componentes que representaron un antes y un después en la industria. Algunos de sus procesadores más míticos están comenzando a tener una edad que empieza a infundir respeto, ya que aunque sabemos que es una tecnología que realmente lleva relativamente poco entre nosotros (si la comparamos con muchas otras), medio siglo es una magnitud bastante considerable.
Intel celebra el medio siglo de su primer procesador realmente funcional
Durante los últimos años hemos visto cómo los procesadores han incluido una serie de cambios en su arquitectura, haciendo que sean mucho más potentes que sus generaciones anteriores y llegando a implementar incluso varios tipos distintos de núcleos dentro de un mismo silicio. Pero no podemos olvidarnos de aquellos que comenzaron con todo, por este motivo desde Intel están de celebración, ya que su procesador 8080 «hizo realidad el mercado de los microprocesadores» según indica Federico Faggin, diseñador jefe de Intel este microprocesador y sus predecesores.
Este chip de 8 bits era mucho más eficiente, más potente y más flexible que los primeros que presentó la marca, el Intel 4004 y el 8008, ya que era capaz de realizar 290.000 operaciones por segundo (10 veces más que el 8008), mientras que con la configuración de 40 pines que tenía, facilitaba la conexión a otros componentes en comparación con el diseño de 18 pines del 8008, mientras que también integraba las funciones de los chips de apoyo que necesitaban los dos anteriores, lo que lo convertía en un auténtico microprocesador de un solo chip.
Ahora, cincuenta años después la compañía vuelve a mencionar este chip que se convirtió en el pilar de una gran cantidad de dispositivos, como el primer juego arcade comercializado que incorporaba un microprocesador, los ordenadores personales de la época como el MITS Altair 8800 e incluso las primeras cajas registradoras electrónicas que incorporaban este Intel 8080.
Por ello y como motivo de celebración, la compañía ha echado la vista atrás para que podamos ver cuales son las diferencias entre esta CPU y las más actuales, algo que nos enseña la gran cantidad de cambios que han tenido a lo largo de los años, los transistores por ejemplo han pasado de ser entre 4.500 y 6.000 los que incorporaban estos microprocesadores a unos 17.8 mil millones, siendo el dato más impresionante con el que podemos ver los avances que han tenido en los últimos 50 años.