Superar los récords en benchmarks no solo es un desafío para los creadores de nuevas CPU y GPU, sino también para overclockers profesionales que buscan crear configuraciones que saquen las máximas puntuaciones posibles con el hardware que se encuentra en el mercado. Eso es lo que han conseguido con el benchmark Port Royal de 3DMark con una RTX 3090 y un Intel i9-12900K.
El lanzamiento de una nueva generación de CPU es una buena oportunidad para romper récords en los diferentes benchmarks, ya que la potencia adicional permite puntuaciones más altas en los mismos. Aunque en el caso de 3D Mark donde se mide la capacidad para mover escenas complejas renderizadas en 3D a tiempo real el trabajo de la GPU nos parece que es el más importante también lo es el de la CPU, ya que es esta la que se encarga de calcular la posición de cada objeto en la escena y generar después la escena en pantalla. Dicho de otra manera, lo único que hace la GPU es dibujar la escena.
La mayor capacidad en IPC de los Intel Core 12 ha hecho que los overclockers profesionales utilicen la CPU más potente de esta familia, la i9-12900K para superar récords en los benchmarks gráficos como son los benchmarks Port Royal y Time Spy de 3DMark. Al fin y al cabo pese a que miden el rendimiento de la GPU se ha demostrado que el rendimiento de estas se ve directamente afectado por la CPU.
Se supera el récord en 3DMark gracias a un i9-12900K
Para poder conseguir esta gesta ha sido necesaria la tarjeta gráfica más potente lanzada hasta el momento, una NVIDIA RTX GeForce RTX 3090 a la que se le ha subido la velocidad de reloj a los 2.859 MHz de velocidad, pero a una GPU de tal calibre le hace falta una CPU de la misma categoría y es por ello que han decidido utilizar un Intel Core i9-12900K al que han subido de velocidad hasta los 5,4 GHz durante el benchmark, una velocidad que está por encima de la especificada por Intel en las especificaciones.
Por lo ha que sido necesario el uso de refrigeración LN2 para conseguir las impresionantes cifras. La DDR5 también ha sido clave para poder alcanzar dicha puntuación, ya que durante el benchmark se han colocado dos módulos DIMM de 8 GB cada uno de SK Hynix a una velocidad de transferencia de 6.000 MHz. En general excepto para el caso de la RAM y el procesador se ha usado hardware de EVGA.
¿Y a que cimas se ha llegado? En Port Royal se han llegado a los 20.014 puntos y en Time Spy hasta los 26.952 puntos. Por lo que se consigue superar por primera vez los 20.000 puntos en el primero de ambos benchmarks. En todo caso no nos podemos olvidar que estas cifras se han conseguido en condiciones que son las habituales en un PC normal y se han utilizado sistemas de refrigeración extremos, no solo por el uso de LN2 sino también por el uso de pastas térmicas altamente especializadas.
La siguiente generación de GPU debería igualar las cifras
En todo caso no deja de ser un ejercicio curioso que como es obvio no vamos a poder replicar en nuestros PC de casa y tampoco está pensado para un escenario de uso a largo plazo. Eso sí, es posible que el año que viene estemos hablando de estas cifras de rendimiento en los benchmarks de 3DMark sin necesidad de construcciones tan complejas y únicas como esta.
No olvidemos que por ejemplo Port Royal se trata de un benchmark para medir las capacidades de cara al Ray Tracing y no sería de extrañar que tanto NVIDIA como AMD se hayan planteado superar los de 20.000 puntos en su siguiente generación de GPU para Gaming, en todo caso también será clave el rendimiento de las CPU de cara al trazado de rayos, ya que hay muchas funciones que por el momento dependen del procesador principal al no estar acelerada por los gráficos.