Uno de los mejores juegos de 2015 fue un extraño planteamiento de combates por turnos y mazmorras que llegó a todas las plataformas conocidas. Aunque Darkest Dungeon triunfó en teléfonos móviles y tablets, el PC fue su trampolín definitivo hasta que ocho años más tarde pudimos ponerle la mano encima a su continución, que decidió modificar buena parte del planteamiento original. Por aquello de que no nos cansáramos de jugar con lo mismo.
Sea como fuere, Darkest Dungeon 2 llegó a los ordenadores justo el año pasado y hay que decir que, aunque mantiene el espítritu general de la franquicia, se va un poco por los cerros de Úbeda, cambiando las mazmoras por caminos por los que circula un carruaje de caballos desvencijado que parece que está huyendo del mismísimo diablo.
La magia de Darkest Dungeon 2 llega a más máquinas
Sea como fuere, Darkest Dungeon 2 ha dejado de ser oficialmente una exclusiva de PC y lo tenemos listo para jugar tanto en PlayStation 4 como PlayStation 5 además de Xbox One, Xbox Series X|S y Nintendo Switch. Cosa que da una idea de que las cosas le han debido ir muy bien en sus primeros meses a la venta para PC.
Sea como fuere, este Darkest Dungeon 2 llega con un precio recomendado de casi 40 euros y existe una edición, la Oblivion, que incorpora el único contenido adicional disponible a día de hoy, que es The Binding Blade. En este caso, tendremos que pagar un pico más, hasta los 44,99 euros, lo que tal vez os convenga más que andar pagando por separado estos materiales extra para el juego.
Concretamente, este The Binding Blade incorpora, sobre todo, un nuevo jefe final que han dado en llamar Señor de la Guerra y que nos va a forzar a tener que abirnos paso por el camino con el carruaje ante más desafíos. Además de todo eso, no solo el extra de aventura se agradece, sino que podamos contar con dos nuevos protagonistas jugables como son el Duelista y el Cruzado. Por último, tendremos una misión especial para este último así como items específicos y algunas historias que ayudan a potenciar el arco argumental de esta continuación.
Un gran éxito que merecía llegar a otras máquinas
Hay que reconocerle a Red Hook Studios que los cambios introducidos en esta continuación han sido tan valientes como temerarios, porque podrían no haber funcionado ni conectado con los que probaron el primer Darkest Dungeon. Pero lo ha hecho, y seguramente gracias a esa medida mezcla de combates por turnos y gestión de un grupo de héroes que, precisamente, apenas lo parecen. Es más, también nos ha cautivado ese sistema de estrés, donde los héroes pueden sufrir traumas mentales que afectan su rendimiento en combate y sus relaciones con otros personajes.
Esta mecánica, que fue de las primeras grandes novedades del primer Darkest Dungeon, sigue siendo uno de los puntos clave que han convertido a esta franquicia en una de las más reconocidas del panorama de los videojuegos. ¿No os lo creéis? Eso es que no habéis probado ninguno de los dos juegos.