Hay juegos que nacen con un propósito que va más allá del de proporcionarnos varias horas de entretenimiento y que ya que están, aprovechan para sumergirnos en algún problema real y ofrecernos una moraleja que nos sirva, incluso, para nuestra propia vida. A Space for the Unbound no es que se arrogue ese papel, pero al menos lo intenta aprovechando su atractivo envoltorio pixel art.
Una vuelta a los problemas personales
Como os decimos, son muchos los ejemplos de juegos que han querido en los últimos tiempos dar voz a problemas y enfermedades que aquejan a las personas. Tristeza, abandono, esquizofrenia incluso, han protagonizado desarrollos importantes y este A Space for the Unbound intenta hacer algo parecido. En esta ocasión conoceremos a dos adolescentes indonesios de la década de los 90 que tienen superpoderes y que viven un pelín aquejados por ciertas dosis de ansiedad y depresión.
El juego se define como un slice to life, que viene a significar algo así como un «trozo de vida» y que tenéis disponible en todas las plataformas, desde PC a Nintendo Switch sin olvidarnos de PlayStation y Xbox. ¿Y qué nos va a ofrecer para seducirnos y que lo compremos? Bueno, pues además de un apartado gráfico tan atractivo como clásico, un desarrollo que recoge prácticamente todas sus ideas de las aventuras gráficas point and click.
La idea central de A Space for the Unbound es interactuar con personajes y objetos para ir resolviendo puzles que nos van abriendo nuevos caminos narrativos. Y para ello, nos tendremos que servir de los poderes sobrenaturales que tienen los dos protagonistas.
Coge aquí y utiliza allá
El juego se desarrolla en un constante plano horizontal donde los protagonistas se mueven de izquierda a derecha buscando la manera de abrir nuevos caminos. Esos escenarios tendrán partes que no podamos superar, salvo si resolvemos un pequeño puzle con un objeto que es necesario recoger pero que no tenemos a nuestro alcance porque algo o alguien se interpone. Un «coge la escalera pero distrayendo a la persona que se niega a dárnosla».
La diferencia con otros juegos es que aquí el objeto necesario podría ser uno de los superpoderes de los protagonistas, que pueden moverse por otros planos de realidades distintas y en las que podemos activar acciones específicas que afectan al mundo real. Es aquí donde entra en es escena esa pequeña reivindicación de la ansiedad o la depresión, que nos permitirá ver el mundo de A Space for the Unbound de una forma distinta, modificando incluso cómo se comportan ciertos personajes en función de lo que necesitamos.
Obviamente, su desarrollo al final se centra en interactuar y en ir conociendo la historia, que avanza de una forma muy interesante y amena, sobre todo gracias a una puesta en escena resultona y que apuesta sobre seguro por el pixel art. Así que si eres fan del fenómeno retro y te apasionan este tipo de lanzamientos, lo mismo debes darle una oportunidad. Tampoco te saldrá muy caro porque su precio se sitúa en todas las plataformas alrededor de los 20 euros. Eso sí, por desgracia no lo tenemos traducido al español…