Las placas base Z490 darán vida a lo último de Intel para el mercado gaming y la gama mainstream bajo la arquitectura Comet Lake-S. No se esperan grandes novedades como tal, salvo un mayor recuento de núcleos y frecuencias, pero sí que tendrán un problema de serie que ha sido descubierto por la propia Intel hoy mismo y que no tiene solución posible.
Comet Lake-S tendrá un aterrizaje más movido del que ya se le preveía. Si lo tiene difícil contra AMD y Zen 2, errores como el que vamos a ver a continuación pueden salirle muy caros por la mala fama que suelen acarrear, ¿qué ha pasado?
Las tarjetas de red Intel i225 Foxville tienen un defecto de diseño
Normalmente un componente como una tarjeta de red es algo tan delicado y necesita ser tan preciso que pasa unos test de rendimiento y calidad muy altos para asegurar que todo funcione correctamente. En el caso de Intel, sus tarjetas Ethernet son tan buenas que han terminado por lastrar el mercado de la gama media y media-alta para otros fabricantes, puesto que muchas vienen incluidas en las placas base de serie.
Aunque la gama i225 Foxville de Intel ya está en circulación en ciertas placas base (sobre todo de servidor) el gigante azul va a ponerlas a disposición de la gran parte de los usuarios gracias a la nueva plataforma para Comet Lake-S bajo el chipset Z490.
El problema es que la misma compañía ha tenido que emitir un comunicado interno a modo de aviso oficial para esta tarjeta de red de 2,5 Gbps a sus socios de placas base y PC OEM. Si bien no es un problema de seguridad como tal, sí que lo hay en cuanto al rendimiento de estas en todos los sistemas que las implementen y en configuración con ciertos tipos de routers.
Pérdidas de paquetes por un error en el IPG
Actualmente hay solo dos modelos de i225 en comercialización o listos para serlo: i225-V e i225-LM, ambas tarjetas afectadas por lo que vamos a explicar a continuación. Según el aviso de Intel, se ha detectado una variación en el Inter-packer GAP (IGP), el intervalo entre los paquetes de datos transmitidos mediante la capa física de la tarjeta, donde debido a esta variación la tarjeta puede perder paquetes de datos, lo que repercute lógicamente en el rendimiento.
Da la casuística de que no en todos los escenarios esto se produce, lo cual hace bastante específico el problema por otra parte. Y es que Intel ha confirmado que cuando la tarjeta se une a un PHY 2,5 GbE de Netgear, Juniper y AQuantia el problema es reproducible, mientras que en los Cisco, Huawei, Buffalo y Aruba no.
De momento la compañía sigue probando distintas configuraciones con más marcas y modelos para determinar el alcance del problema, pero en cualquier caso si nos viésemos afectados, ha confirmado que no hay mitigación posible por causas evidentes. La única solución posible es configurar la tarjeta de red como 1 GbE en el driver correspondiente y aunque ya trabaja en una nueva versión de dicha tarjeta, esta no verá la luz hasta la segunda mitad de este año.
En otras palabras, todas las placas base que se van a comercializar a la salida de Comet Lake-S están afectadas y solo para finales de año con Rocket Lake-S (con suerte, sino principios de 2021) tendrán dicho problema subsanado.