Muchos usuarios están reportando problemas de estabilidad con sus procesadores de Intel, sobre todo, en los modelos de más alta gama. NVIDIA, le ha dicho a sus clientes que, antes estos problemas, consulte con Intel. Pues bien, ha llegado la respuesta de Intel y ha sido curiosa, ya que dice que el problema en realidad es culpa de los fabricantes de placas base.
Vamos, que la compañía, en primer lugar, tira balones fuera y, en segundo lugar, dice que los fabricantes de placa base no han actuado debidamente. Seguramente a los fabricantes de placas base no les ha gustado esto, pero, como es Intel, es posible que no pase nada.
Origen del problema en la placa base
Debes saber que, muchos usuarios con procesadores Intel Core i9 de las familias Raptor Lake (13a Gen) y Raptor Lake Refresh (14a Gen) reportan problemas de estabilidad. Vamos, que existe una gran fluctuación de rendimiento cuando existe una elevada carga en el procesador.
Los fabricantes de placas base, en muchas ocasiones, generan mapas de funcionamiento del procesador fuera de las especificaciones recomendadas de Intel. Generan estos unas curvas de voltaje específicas, overclocking automático y supresión de los límites de energía. Modificaciones que, en líneas generales, no debería de suponer un problema.
Igor’s Lab ha recibido una carta institucional de Intel que ha mandado a los fabricantes de placas base con respecto a los problemas que reportan los usuarios.
Se destaca que los procesadores de Intel tienen unas curvas de voltaje estandarizadas. Los fabricantes de placas base, en muchas ocasiones, suprimen estos límites de potencia y generan curvas de voltaje y frecuencias objetivo diferentes. El procesador, bajo estos nuevos parámetros, sale de su rango operativo seguro, algo que puede generar inestabilidad del sistema.
Ante este creciente problema, Intel ha creado una página de soporte específica para que los usuarios informen del problema y se les pueda ofrecer soporte.
Gigabyte, uno de los más importantes fabricantes de placas base, ha lanzado nueva BIOS que corrigen estas inestabilidades. Algunos usuarios ya las han instalado y destacan que siguen fuera de las especificaciones de Intel, con una configuración PL2 de 188W, líneas de carga en 1.7/1.7 y un límite actual de 249 amperios.
Por oto lado, ASUS también ha lanzado una nueva BIOS basada en las especificaciones básicas de Intel. MSI ha publicado en su web un tutorial para conseguir la estabilidad en sus placas base, pero no han modificado la BIOS.
¿Puede dañar mi procesador?
Los usuarios afectados están viendo problemas de rendimiento en juegos y en otras tareas exigentes. Algo que no debería suceder, ya que para juegos se busca la mayor estabilidad posible.
Es posible que los fabricantes de placas base se hayan pasado en sus mapas de funcionamiento para las CPU de Intel. Dichos mapas generan que el procesador entren en un rango de trabajo más «extremo» y se genere más calor. El procesador, para protegerse de daños, ajusta el rendimiento a la baja y de ahí la inestabilidad.
Si cuentas con un buen disipador, en principio, el procesador no sufrirá daños porque se está protegiendo. Ahora bien, esto lo que genera es una degradación innecesaria del procesador y de la placa base. Ya que no solo sufre el procesador, también sufren las fases VRM y otros componentes de la placa base.