Se abre una nueva disputa comercial en la particular guerra entre Estados Unidos y China, donde se espera que los fabricantes de semiconductores estadounidenses cesen sus envíos al país asiático. Como respuesta a estas restricciones, China estudia la mejor respuesta para con métodos similares a empresas como Qualcomm y Apple.
Estados Unidos lleva ya mucho tiempo en guerra con China por el dominio en el campo del 5G, donde les lleva muchísima ventaja. Esto al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, le resulta inadmisible, ya que su país ha de estar siempre a la cabeza en todo y desde entonces ha decidido comenzar una guerra en contra de China. En esta guerra Huawei ha sido la más perjudicada, acusada de espionaje contra la seguridad estadounidense, por lo que desde entonces los americanos han ido imponiéndoles todo tipo de trabas para que no se puedan desarrollar.
La compañía, hasta ahora, siempre encuentra maneras de sortear estas dificultades impuestas por la administración Trump, pero poco a poco se le están acabando las opciones y los Estados Unidos están imponiendo nuevas reglas para intentar derrocar el comercio tecnológico con China afectando de manera más y directa y grave a Huawei.
Una guerra comercial por el dominio del 5G y los semiconductores
Esta guerra comercial lleva más de ocho años desde que comenzó, donde ya en el 2012 Estados Unidos ordenó dejar de utilizar dispositivos de red de Huawei hasta que finalmente dicha compañía se agregó a la lista negra de empresas en todos los estados. Esto desembocó en la guerra comercial que existe actualmente entre Estados Unidos y China.
El 15 de mayo de 2020 la administración Trump renovó la prohibición de Huawei hasta el año 2021, que impide que la compañía y sus subsidiarias hagan negocios con compañías de hardware y software en los Estados Unidos. Huawei de momento sobrevive, ya que ha podido sortear algunas de las restricciones al relanzar dispositivos viejos como nuevas ediciones, pero es algo que no va a durarles mucho más tiempo.
Estas nuevas reglas impuestas por el gobierno de Estados Unidos establecen renovadas prohibiciones para todas las empresas de semiconductores que venden componentes a China, ya sean chips de memoria RAM o similares. Se extiende además a empresas que están establecidas fuera del territorio de los Estados Unidos, como lo es TSMC, que actualmente fabrica los procesadores HiSilicon de Huawei. El departamento de comercio de Estados Unidos solamente dejará que los chips que se están fabricando actualmente y que están en producción se envíen a la empresa China mientras el envío se haga antes de un plazo máximo establecido de 120 días.
Más y más piedras en el camino para Huawei
El secretario de comercio Wilbur Ross emitió un comunicado diciendo que «a pesar de las acciones que la Lista de Entidades que el Departamento tomó el año pasado, Huawei y sus filiales extranjeras han intensificado sus esfuerzos para socavar estas restricciones basadas en la seguridad nacional a través de un esfuerzo de indigenización».
Estas nuevas reglas han sido creadas y están destinadas a tratar con el hecho de que Huawei todavía depende de muchos componentes de empresas estadounidenses, incluso indirectamente a través de compañías que suministran hardware y software esenciales para sus productos.
Según el Global Times de China, el país está preparando sus propias restricciones a las empresas estadounidenses como contra medida en respuesta a la prohibición de Huawei y que podría involucrar la incorporación de compañías como Apple, Cisco y Qualcomm en la llamada «lista de entidades poco confiables», lo que ha provocado disturbios entre los inversores.