Uno de los temas de los que más se ha hablado durante los últimos años en la industria tecnológica son las limitaciones que han tenido algunos países como China para acceder a las nuevas generaciones tanto de software como de hardware ya que la gran mayoría procede de Estados Unidos, pero las medidas tomadas por este país al parecer han tenido el efecto contrario incluso si hablamos de la IA.
Desde hace años hemos visto como EE.UU. ha limitado en gran medida las exportaciones de elementos de alto nivel tecnológico a ciertos países que no se alinean con sus intereses, podemos encontrar que tanto Rusia como China han experimentado sanciones y restricciones en todos los niveles posibles ya que tecnologías extremadamente avanzadas como la IA pueden utilizarse con fines militares. En este aspecto las diversas administraciones del país han tratado de evitar que, por ejemplo, los chips más avanzados de NVIDIA puedan llegar a las manos de las regiones con las que no tienen una relación demasiado buena, pero tras ver los avances que ha hecho China a nivel doméstico, parece que se han dado cuenta del verdadero problema.
Aranceles, restricciones y sanciones con un efecto contrario, China sigue avanzando en IA
Estados Unidos es uno de los países más avanzados que existen en términos tecnológicos, muchas de las grandes compañías que crean todo lo relacionado con sistemas informáticos se encuentran en este país por lo que dominan en gran parte todo el mercado relacionado con esta tecnología, lo que les ha permitido conseguir que muchos países dependan de todo lo que fabrican. Esto implica que obviamente aquellos países que no pueden acceder a las tecnologías más punteras no deberían poder competir, pero con los avances que esta teniendo China últimamente hay quienes se preocupan de que las restricciones y sanciones de los últimos años hayan tenido el efecto contrario.
Pese a que el gobierno estadounidense ha conseguido mantener un control bastante grande sobre el hardware relacionado con la inteligencia artificial, esto no ha impedido que compañías residentes en el país oriental hayan desarrollado sus propias tecnologías de este tipo, el mejor ejemplo son Huawei con los chips IA Ascend y DeepSeek.
Según ha indicado David Sacks, que cubre un rol relacionado con la IA y el entorno crypto en la Casa Blanca, la carrera por alcanzar el dominio de la IA se está acelerando y en este caso China no está muy lejos de Estados Unidos:
«China no va años y años por detrás de nosotros en IA (modelos). Quizá estén de tres a seis meses. Es una carrera muy reñida».
Por otra parte, en otros aspectos como el hardware sí es cierto que China está bastante por detrás principalmente por no tener acceso a las tecnologías más avanzadas para crear chips como son las que desarrolla TSMC, por las restricciones no pueden tampoco acceder a las máquinas que fabrica ASML para crear los procesos litográficos más avanzados, por lo que no parecen estar muy preocupados en este aspecto. La mayor preocupación que tiene EE.UU. está en cómo las limitaciones impuestas podrían hacer que las tecnologías Chinas monopolicen campos en los que ellos compiten.