Todas las placas base modernas ya incorporan uno o varios zócalos M.2 para instalar SSDs en la misma placa base sin necesidad de adaptadores PCIe. Si es tu caso, puede que estés en duda de en qué zócalo M.2 es mejor instalar tu SSD para tener el mejor rendimiento, así que en este artículo vamos a ayudarte a discernir esta incógnita.
Por norma general, las placas base pueden tener 1, 2 o hasta 3 zócalos M.2 para instalar SSDs en este formato. El primer y principal zócalo suele encontrase ubicado justo entre el primer PCI-Express, donde instalamos la tarjeta gráfica, y el socket del procesador.
Algunas placas incorporan un segundo zócalo entre los puertos PCI-Express, aunque algunos fabricantes optan por ubicar éste más a la derecha, cerca del chipset (o ambos en el caso de que haya tres). Algunas placas base, generalmente en formato mini ITX y algunas mATX, ponen este zócalo en la parte trasera del PCB de la placa.
A continuación, vamos a contarte dónde es mejor instalar tu SSD para obtener el mejor resultado y por qué.
Comprueba el manual de tu placa base
Lo primero que deberías hacer es comprobar el manual de tu placa base, porque algunos modelos -especialmente los de placas base de gama media- tienen algunos zócalos M.2 limitados. Por ejemplo, hay algunas placas en las que si instalas un SSD en el zócalo M.2 principal se desactivan algunos puertos SATA, mientras que en algunas otras los zócalos «secundarios» tienen una velocidad limitada.
Por ejemplo, en la placa base de la imagen de arriba tenemos tres zócalos M.2, pero el de en medio, ubicado entre los PCI-Express, el zócalo es de reducidas dimensiones y de hecho el fabricante indica que es para instalar un módulo WiFi.
Si éste es tu caso, entonces sin dudarlo deberías instalar tu SSD en el zócalo principal porque será el que te dará mejor rendimiento, a pesar de que en esta zona puedas llegar a tener problemas de temperatura.
En qué zócalo M.2 instalar el SSD si son todos iguales
Si tu placa base tiene varios zócalos M.2 y son todos iguales, entonces te entrará la duda sobre en cuál deberías instalar tu SSD para tener el mejor rendimiento. Dado que en este tipo de dispositivos la temperatura suele ser un problema porque llegado a cierto nivel se produce Thermal Throttling, mediante el que el SSD reduce su rendimiento para preservar su integridad, en ese caso es recomendable evitar el zócalo M.2 principal, el que se sitúa entre el primer PCI-Express y el procesador, ya que en esta zona estará «enclaustrado» entre los dos componentes de hardware que más calor generan en el PC.
Como se puede ver en la imagen de arriba, hay algunas placas que incluso te dan a entender que debes utilizar el zócalo inferior (en el caso de la imagen, porque en el inferior han puesto un disipador para este tipo de SSDs y en el superior no) para obtener el mejor rendimiento, y precisamente es el potencial problema de la temperatura el que hace que este zócalo sea la mejor posición.
La alternativa: un adaptador PCIe
Existe otra opción, normalmente recomendable si tu placa carece de zócalos M.2 NVMe para tu SSD, si los tienes todos ocupados, o si quizá solo tenga uno pero te esté dando problemas de temperatura: los adaptadores PCIe.
Este tipo de adaptadores nos permiten instalar uno o varios SSDs M.2 ocupando un zócalo PCI-Express de la placa base, aunque en este caso ten en cuenta que tu placa debe tener zócalos PCIe disponibles. Este tipo de adaptadores pueden ayudarte a solucionar los problemas de temperatura que conllevan el instalar el SSD directamente en un zócalo M.2 de la placa base, y además muchos de ellos tienen la opción de hacer RAID de SSDs con su propia controladora.
Por contra, ten en cuenta que muchos de estos dispositivos necesitan controladores y firmware específicos, y por ello en algunos casos no permiten que el sistema operativo arranque desde éste (es decir, no puede usarse como dispsoitivo de almacenamiento de sistema porque el PC no es capaz de arrancar desde un SSD conectado a él).