El gran problema de los SSD en la actualidad es que su capacidad parece bastante estancada. Hay mucha oferta, pero en la mayoría de casos la capacidad máxima es de 4 TB, siendo muy pocas las unidades de 8 TB en el mercado. Pues bien, Samsung tiene la solución a este problema y es que ha presentado las primeras memorias NAND Flash para SSD de 290 capas para SSD.
La capacidad no es el único problema que existe actualmente en este tipo de unidades de almacenamiento. Podemos ver una prácticamente nula presencia de SSD M.2 PCIe 5.0 en el mercado por los graves problemas de temperatura. Esto verifica que se necesita un nuevo conector para unidades de almacenamiento de alto rendimiento.
¿Veremos SSD de más de 8 TB?
Samsung acaba de anunciar que a finales de mes lanzaran nuevos chips de memoria V-NAND de novena generación. Estas memorias podrían usarse inicialmente solamente en los SSD de la compañía. Posteriormente, los podrían vender a terceras empresas interesadas.
Actualmente, la compañía surcoreana comercializa las memorias V-NAND de octava generación que cuentan con 236 capas. Estas memorias se presentaron en 2022 y ahora serán desplazadas por estas nuevas memorias.
Han conseguido aumentar el número de capas mediante nuevas técnicas de apilamiento de capas flash. Se ha conseguido mediante un sistema denominado «doble apilamiento» que comprime más las capas mediante múltiples orificios de canal. Mediante testa técnica, se permite la conducción eléctrica para la conexión individual de las celdas. Se consigue una mayor eficiencia de la interconexión y además, es un método de apilamiento más económico que otros sistemas.
Lo interesante de esto es que no existirá un aumento de los costes. Esto supondrá que podríamos ver un aumento de la capacidad con precios similares a los actuales.
Junto con este anuncio, se ha destacado que Samsung ya trabaja intensamente en el reemplazo de estas memorias. La compañía espera tener memorias NAND Flash de 430 capas para el 2025, que pertenecerán a la décima generación. Tendremos otro gran salto de capacidad que debería romper la barrera de los 8 TB de capacidad, al menos, sobre el papel.
Factores que frenan el aumento de capacidad
Hay diferentes factores que impiden que los SSD consigan romper la barrera de los 4 TB. Curiosamente, vemos como los fabricantes de HDD se las ingenian para aumentar la capacidad de sus unidades.
El primer factor y más importante este en el estándar M.2, que limita mucho las posibilidades. Al estar sobre la placa base, únicamente se pueden instalar memorias NAND Flash en uno de los lados. Debido a que se ha establecido un diseño estándar de 80 mm de longitud, la cantidad de memorias y, por tanto, la capacidad final están muy limitadas. Se requiere que las memorias aumenten de capacidad.
Seguidamente, está la cantidad de bits por celda. Los SSD comerciales utilizan mayormente memorias TLC de 3 bits por celda y QLC de 4 bits por celda. Ya se pueden fabricar memorias PLC de 5 bits por celda, pero no se hace por ser un diseño bastante malo. Solamente aumentan en un 25% la capacidad de los chips con respecto a QLC. Pero, presentan dos grandes problemas: la velocidad de funcionamiento cae notablemente y la durabilidad, también. Esto las hace una muy mala solución.
Vamos, que de momento parece que los SSD se quedarán estancados en los 4 TB de capacidad. Cada vez es más obvio que el factor de forma M.2 es un fracaso y se debería resucitar el olvidado SATA.