Si queremos crear un servidor de almacenamiento en la nube para dejar de pagar por Google Drive, OneDrive, iCloud, Dropbox, Mega o por cualquier otra plataforma, para así tener siempre a mano nuestras fotografías y documentos desde cualquier lugar, tenemos diferentes opciones para hacerlo: utilizando un ordenador viejo, con un NAS o incluso con un SAN.
Sin embargo, a no ser que tengamos amplios conocimientos de informática, la solución más económica que es la de utilizar un viejo PC, no es factible, ya que requiere de una distro Linux concreta. Además, tener siempre el equipo encendido, supone un gasto inútil de energía que no nos vamos a encontrar en otros equipos como un NAS sin ir más lejos.
Una vez hemos descartado la posibilidad de utilizar un PC como nube doméstica, la solución que nos queda pasa por utilizar un NAS o un SAN. Veamos, a continuación, como funciona nada uno y cuál es la mejor opción para crear una infraestructura propia de almacenamiento en Internet.
Qué es un SAN
SAN es red de área de almacenamiento (Storage Area Network) diseñada para un entorno de trabajo muy concreto que combina sistemas de almacenamiento, servidores, conmutadores y demás que utilidad conexiones de alta velocidad como la fibra óptica, para compartir los recursos de almacenamiento entre todos los dispositivos conectados y funciona de forma independiente a la red local.
La información de un sistema SAN se comparte en forma de bloques de datos, no a través de archivos independientes, por lo que esta está disponible de forma más rápida reduciendo el tiempo necesario para acceder al contenido. Este tipo de red está pensando para empresas no para un uso particular, a no ser que tengamos unas necesidades de compartir archivos similares a los que utilizan algunas grandes empresas.
Qué es un NAS
Un NAS es un dispositivo de almacenamiento conectado a una red (Network Attached Storage) que funciona como un servidor de archivos centralizado y donde se pueden conectar los usuarios para compartir o almacenar información. A diferencia del SAN, el NAS es necesario que esté conectado a una red local y funciona con los protocolos TCP/IP, NFS, SMB/CIFS y Ethernet entre otros.
Estos dispositivos incluyen un sistema operativo propio que se encarga de gestionar el acceso y la gestión de los archivos, por lo que no es necesario que esté conectado a un PC para funcionar de forma totalmente independiente. Un NAS está pensado para almacenar y compartir archivos de forma independiente, no en bloques, de ahí que esta sea la mejor opción a la hora de crear una nube doméstica, siendo recomendable utilizar discos duros diseñados para NAS, ya que tienen una durabilidad superior a los convencionales.
Utilizar un DAS, no es una opción
Además de SAN y NAS, es probable que también hayas oído hablar del sistema DAS (Direct Attached Storage), una opción que no podemos contemplar debido a que se basa en conectar un dispositivo de almacenamiento directamente a un equipo, ya sea un PC, servidor o estación de trabajo y se utiliza principalmente para hacer copias de seguridad.
Un DAS no se tiene la capacidad de conectarse a una red local por lo que no tiene acceso a Internet y, aunque tiene un funcionamiento muy similar a SAN (diseñado para ofrecer acceso a almacenamiento remoto) en un DAS solo funciona en local. Un DAS es, básicamente, varios discos duros conectados entre sí para unificar todo el espacio que ofrecen las unidades conectadas en una sola, siempre y cuando tenga soporte JBOD, aunque estos sistemas también suelen proporcionar compatibilidad para hacer RAID de discos.
Qué opción elegir
Si buscamos el dispositivo más económico, fácil de configurar y que nos permite acceder desde cualquier lugar de forma remota para subir, descargar, reproducir contenido de forma remota o compartir archivos, el NAS es el dispositivo que estamos buscando. Si tenemos una empresa, un NAS puede ser útil hasta cierto punto (hay modelos que realmente son de gama muy alta y más que sobrados para PYMES), sin embargo, en este caso es mejor utilizar un SAN o bien un DAS, ya que este último es más económico y fácil de configurar.
En cualquier caso y contestando a la pregunta, para montarte tu propia nube en casa la respuesta es que el mejor dispositivo que puedes comprar es un NAS.