Son muchos los discos duros específicos para NAS que presumen que nos van a proporcionar un mayor rendimiento en este tipo de dispositivos, además de una mayor esperanza de vida. Pero, ¿realmente merece la pena pagar el sobrecoste de un disco duro para NAS con respecto a uno normal? Vamos a comprobarlo con un artículo que os va a despejar muchas de las dudas que tenéis ahora mismo.
Puedes pensar que no existe diferencia entre las unidades de almacenamiento comunes y las destinadas a sistemas NAS. La realidad es que existen bastantes diferencias, siendo la principal que un HDD NAS están diseñados para un funcionamiento 24 x 7. Por lo que en caso de que quieras montar uno, tendrás que tener en cuenta esos requisitos mínimos que debes cumplir. Ahora bien, ¿es posible conseguir un servicio parecido con otro tipo de alternativas más económicas y menos profesionales?
No solamente están pensados los discos NAS para funcionar de manera ininterrumpida, tienen otras tecnologías que les acompañan y que permiten esperar una fiabilidad de uso que no está al alcance de las soluciones destinadas al usuario estándar. Estas soluciones Pro para montar NAS pueden variar según el fabricante y también el público objetivo para el cual se diseñan las unidades. Dentro de este segmento tenemos las soluciones destinadas a NAS domésticos o de pequeñas empresas y otras unidades para grandes empresas o Data Centers.
Y dependiendo de a dónde estén dirigidos, así tendremos que optar por una solución u otra. Así que es en ese punto donde queremos aportar nuestro pequeño granito de arena.
Por qué los discos duros para NAS son mejores
Las unidades de almacenamiento destinadas a sistemas Network Attached Storage (NAS) cuentan con diferentes tecnologías. La más importante de todas es que están pensados para un funcionamiento ininterrumpido las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Pero, no es la única característica de este tipo de soluciones de almacenamiento aunque sin duda es una de las más importantes.
El primer factor es la compatibilidad. La mayoria de sistemas NAS disponibles en el mercado pueden albergar cualquier tipo de disco duro mientras use la interfa SATA3. Pero los NAS más profesionales integran un firmware especial de optimización en su interior que les permite trabajar en un régimen mucho más preciso y exigente. Una de las caracteristicas de este firmware, por ejemplo, es hacer que todos los discos dentro de los HDD giren al mismo tiempo y a la misma velocidad, sincronizando el acceso a la información de tal forma que nos permite acelerar los tiempso de acceso a la información.
Luego, tenemos la optimización según el uso. Un disco duro genérico (por ponerle un nombre) está pensado para funcionar «a ratos» y no de manera ininterrumpida. Tampoco están optimizados para ser usados en red, que es otra característica que agregan los NAS. Los discos duros genéricos cuando se dan grandes transferencias de archivos sufren mayor desgaste que los destinados a NAS, que están pensados para ofrecer el máximo de rendimiento cuando sea necesario. Así que no es muy recomendable usar uno de estos modelos estándar para un uso intensivo y tan exigente como el que llevan a cabo los modelos específico para NAS.
Los discos para NAS incorporan una mayor memoria caché que ayudará a la corrección de errores en caso de pérdida de corriente, para que no perdamos datos. Por último, cabe destacar su mejor funcionalidad en configuraciones RAID de discos duros, es decir, en formatos de dos o más unidades sincronizadas para realizar copias de respaldo.
Entonces, ¿merece la pena comprar un disco específico?
Sí y no. En este caso, los discos duros para NAS están de verdad optimizados y no se trata de una mera estrategia de marketing para cambiarles la estética y venderlos más caros. Sí que tienen diversas facultades que van a mejorar el rendimiento, su desempeño general, y su durabilidad cuando los utilicemos en NAS. Claro está que a fin de cuentas el sobreprecio es bastante notorio, pero ya sabéis el dicho de que quien algo quiere, algo le cuesta.
No obstante, los discos duros normales también pueden funcionar en un NAS, y no deberíamos tener problemas. Claro que, con un funcionamiento 24 x 7 con un disco duro que no ha sido diseñado para ello, serán más propensos a estropearse antes. Vamos a poner un ejemplo con una captura en un NAS Synology DS414j con un disco duro Seagate Barracuda Green de 2 TB, que lleva más de 38.000 horas funcionando 24 x 7 (esto son casi 4 años y medio) y no ha dado ningún problema.
Sin embargo, hemos de decir que su pareja (estaba con otro disco igual en RAID 1) se estropeó cuando tenía unos 3 años de vida, y lógicamente tuvimos que sustituirlo por otro.
Así pues, aquí tenéis un ejemplo claro: dos discos duros de uso general en un NAS, uno que falla a los tres años y otro que lleva cuatro y medio sin dar problemas. Hay que decir que esto mismo podría habernos sucedido con discos duros específicos para NAS, pero los otros dos discos que tiene este NAS del ejemplo instalados son WD Red de 4 TB y llevan, igual que el primero, casi 4 años y medio funcionando sin problemas.
La conclusión es que si puedes pagar el sobreprecio que cuestan los discos duros específicos para NAS, te recomendamos que lo hagas. El rendimiento y su durabilidad (aunque sea teórica, porque luego es una lotería) serán mayores, así como tu tranquilidad. Pero si no puedes permitírtelo, tampoco te hagas mala sangre por invertir en discos duros normales porque también te van a dar un funcionamiento correcto, si bien es cierto que deberás tener en cuenta que serán más propensos a fallar, ya que normalmente un NAS está encendido 24×7 y ese tipo de discos duros no están pensados para un funcionamiento así.
Por tanto, todo dependerá de tu uso, no es lo mismo que vayas a tener el NAS funcionando a pleno rendimiento como un servidor estilo Netflix al que se conecten varias personas al día, a que simplemente sea tu copia de seguridad a la que accedes de vez en cuando. En ese caso daría igual qué disco comprar, pero si tu opción es la primera, te recomendaríamos ir a por un disco especial sino quieres llevar algún susto. Lo barato sale caro, recuérdalo.
Opciones y diferencia de precio
Conociendo ya todos los datos, vamos a ver las diferencias de precio para la misma capacidad. Para que la comparativa sea lo más justa posible, hemos cogido dos soluciones del mismo fabricante. En este caso, hemos cogido un Western Digital Blue de 4 TB y un Red Plus de 4 TB.
Podemos ver que el Blue de 4 TB cuesta 126 euros y el Red Plus de 4 TB cuesta 123 euros. Vemos que la diferencia de precio es mínima entre ambas unidades. Ambos trabajan a 5.400 RPM y tienen 256 MB de caché, además de usar la interfaz SATA. La diferencia está en lo que no se ve, en las tecnologías que se integran para mejorar la estabilidad y la vida de la unidad.
Como vamos a destinar la unidad a un sistema NAS que estará operativo 24/7, por 15 euros de diferencia, no es interesante el WD Blue. Si hablaremos que una diferencia de 100 euros, entonces si que podríamos pensárnoslo, pero por tan poco dinero no vale la pena.
Igual que en otros aspectos de la informática, el ahorro tan mínimo no compensa y a la larga, puede ser perjudicial. Al final, debes recordar que dentro de la unidad tendrás datos muy importantes que quieres conservar, de ahí que uses un NAS.
Mejores discos duros para NAS
En el apartado anterior os hemos mostrado un ejemplo de por qué merece pagar el extra de más que cuestan los discos duros diseñados para dispositivos NAS, ya que nos garantizan una durabilidad superior a la de los discos duros convencionales. Si quieres comprar un disco duro diseñado especialmente para dispositivos NAS, a continuación os mostramos las mejores opciones que podemos encontrar actualmente, siempre bajo nuestro punto de vista y experiencia.
Comenzamos con el disco duro para NAS más vendido, el WD Red de 4 TB, y si es el más vendido es básicamente por su relación calidad / capacidad / precio, ya que realmente su relación de precio por GB es bastante buena, y eso siendo un disco duro diseñado específicamente para NAS.
Hace un tiempo, Western Digital decidió diferenciar sus discos duros para NAS lanzando la variante «Plus», más cara pero sin el famoso problema de tener tecnología SMR. Por si no recuerdas o no te suena este «problema», la tecnología SMR permite a los fabricantes aumentar la densidad (y con ello la capacidad) reduciendo los costes de fabricación, pero a costa de que causa ciertos problemas de rendimiento e incluso incompatibilidad con algunos sistemas RAID.
Como decíamos, la familia WD Red Plus no tiene SMR y, por lo tanto, evita esos problemas, y su variante de 4 TB es la que consideramos que tiene mejor relación prestaciones / precio.
Otra familia de discos duros específicamente diseñados para sistemas NAS son los Seagate IronWolf, que a pesar de que muchos usuarios los consideran «malos», en nuestra experiencia funcionan sin problemas (nosotros mismos tenemos en un NAS una unidad de 4 TB desde hace muchísimos años).
El modelo de 4 TB es bastante barato y sale por unos 110 euros, mientras que su variante de 8 TB prácticamente se va a los 200 euros. En cualquier caso, debes saber que de esta familia de productos tienes variantes IronWolf Pro que llegan hasta los 24 TB de capacidad por disco, una auténtica salvajada.
Finalmente, también queremos destacar los Toshiba N300, discos duros bautizados como «NAS Systems» porque están específicamente diseñados para sistemas NAS, y que también funcionan muy bien. En este caso os vamos a recomendar la unidad de 8 TB por el simple hecho de que suele estar frecuentemente de oferta y se puede encontrar por 200€ o incluso menos, y tiene muchísimas valoraciones positivas en Amazon.
