Hoy en día es muy común ver en todas las tiendas los famosos mini PC. Son equipos pequeños, de bajo consumo y rendimiento decente, que generalmente cuestan poco dinero. Pero debemos tener cuidado, porque la mayoría de estos mini PC son en realidad barebones a los que tendremos que añadir hardware por nuestra cuenta, y no PC completos que sea cuestión de conectar y funcionar.
Barebone es una palabra compuesta por otras dos en inglés, bare y bones, que se podría traducir como «apenas en los huesos» y hace referencia a ordenadores que no tienen más que lo básico para funcionar. Por lo que gracias a ello son muy pequeños en tamaño pero en contra tienen el inconveniente de que tal y como los compramos en las tiendas andan con las prestaciones justas para servirnos para algo.
Sin embargo, no siempre es así y por ejemplo las torres de altura reducida también se consideran por lo general barebones, debido a que también tienen lo necesario para llevar a cabo funciones esenciales. Es por ello que es importante profundizar para conocer las diferencias de estos con lo que normalmente todo el mundo define como MiniPC.
¿Qué es un barebone?
Se considera como barebone a un ordenador integrado que trae de serie los siguientes elementos:
- La caja donde van todos los componentes.
- La placa base con el procesador
- Una pequeña fuente de alimentación.
- Algunos traen una gráfica integrada en el procesador, otros la tienen dedicada, pero soldada a la propia palca. Aunque nos podemos encontrar con modelos con una ranura PCI Express para conectar una tarjeta gráfica de pequeño tamaño.
- En general, la gran mayoría no traen de serie ni la memoria RAM ni tampoco el almacenamiento, sea este en disco duro o SSD. Por lo que lo tendremos que comprar aparte.
Ventajas y desventajas de un barebone
La principal desventaja de este tipo de dispositivos si lo comparamos con un mini PC es que carece tanto de memoria RAM como de unidad de almacenamiento, componentes que debemos comprar de forma independiente o bien aprovechar los que ya tenemos.
Eso, a su vez, es también una ventaja, especialmente en equipos muy potentes donde el tipo de almacenamiento predeterminado no cubre con las necesidades del usuario, ya sea en cuanto a espacio de almacenamiento o velocidad de transferencia de datos, aunque esto último va determinado también por el tipo de interfaz utilizada y su versión.
El barebone es un dispositivo enfocado principalmente a las empresas, aunque los particulares también pueden comprarlos sin problemas. Al no incluir la memoria y el almacenamiento, estos pueden ser adquiridos directamente a través del fabricante de componentes que queramos utilizar para así obtener un mejor precio por el conjunto que comprándolo ya montado. Además, permite elegir los componentes que sabemos cubrirás las necesidades de rendimiento.
Relacionado con el párrafo anterior, debido a que carecen de memoria RAM y almacenamiento, son más económicos que los mini PC ya montados, lo que permite jugar con el precio final en base a los componentes que vayamos a utilizar sin tener que pasar por el aro y adaptarnos a los modelos disponibles.
Muchos fabricantes de barenones, ofrecen diferentes opciones de configuración para que los clientes compren el equipo completo en lugar de solo la base. Al no incluir unidad de almacenamiento, no incluye el sistema operativo. Si se trata de Windows, estamos hablando de un ahorro de unos 150 euros para la versión Home y de más de 250 euros si se trata de la versión Pro o superior de Windows.
Ejemplos de barebone
Un ejemplo claro lo tenemos en los Intel NUC, pequeños mini PC de bajo consumo y rendimiento bastante decente para tareas multimedia y ofimáticas que, en ningún caso, se venden sin memoria RAM ni almacenamiento (los que veáis que se venden completos es porque la tienda le instala la RAM y el SSD). Es decir, que tanto para funcionar como para almacenar información, es necesario llevar a cabo un desembolso extra más allá de lo que nos cuesta el propio sistema.
Por este motivo podemos encontrar Intel NUC bastante baratos, por poco más de 200 euros (o incluso menos en los casos de procesador Celeron), pero a los que tendremos que sumar el precio de la memoria RAM y el almacenamiento que queramos instalarles. Además, es algo que tendremos que hacer nosotros mismos (salvo en el comentado caso de que lo haga la tienda), que, si bien no es algo complicado para una persona que no tenga nociones de hardware, puede suponer un mundo para muchos usuarios que no están por la labor de complicarse la vida. Así que debes tenerlo en cuenta cuando vayas a la tienda a por uno de estos artefactos.
La conclusión de esto es que, si pretendéis comprar un mini PC, antes os fijéis muy bien en si incluye memoria RAM y dispositivo de almacenamiento, porque de lo contrario os llevaréis una desagradable sorpresa. En algunos casos, incluso tendremos que añadir nosotros mismos el procesador, lo que es un punto extra de complejidad a la que muy pocos usuarios suelen querer llegar.
Ejemplo de configuración de hardware
Vamos a poner un ejemplo para que podáis verlo claro. Este es uno de los Intel NUC más vendidos en Amazon:
Como podéis ver, su precio lo hace bastante atractivo, pero ya en las especificaciones nos está diciendo que tiene «2 slots para memoria RAM DDR hasta 64 GB» y «Conexión de disco duro M.2 (PCIe x4) y slot 2,5″ adicional para HDD/SSD». Además, la propia tienda online nos sugiere qué componentes de hardware necesitaremos para hacerlo funcionar, con lo que el precio final sube considerablemente.
Sin embargo, y aunque pueda parecer una desventaja, aquellos usuarios con los suficientes conocimientos sobre hardware pueden instalar memorias RAM y SSD de mejor calidad, capacidad o rendimiento según la plataforma. Esto permitirá que o bien ahorremos dinero o bien tengamos mayores características, todo a nuestro gusto.
Ahora la pregunta sería, ¿nos saldrá más barato hacerlo así, o buscar ya un mini PC entero montado? Por qué sí, puede parecer económico, pero una vez que añadimos un buen SSD y RAM, el precio empieza a subir bastante, y más ahora, que estos componentes están aumentando su valor.
Cómo saber si un mini PC es barebone o un PC completo
Tal y como hemos dicho antes, hay que fijarse bien en las características técnicas del equipo. Si no se menciona por ninguna parte qué capacidad de RAM tiene (no el máximo que admite) y su dispositivo de almacenamiento, lo más probable es que se trate de un barebone y no de un PC completo.
De hecho, las tiendas que venden estos equipos ya completos con memoria y almacenamiento lo suelen dejar bien claro desde el principio, para que se pueda ver que, efectivamente, no se trata de un barebone sino de un PC funcional que podremos empezar a utilizar de inmediato sin complicarnos la vida.
Por ejemplo, esto que os dejamos justo aquí debajo es un barebone, y normalmente recibido advertencias que así lo indican por parte del vendedor, como son esas frases de «Espacio para hasta…». Sin embargo, los que sí traen esos componentes esenciales como son la memoria RAM o el SSD ya indican la cantidad instalada de serie –en este caso– en un miniPC como es el Intel NUC.
Y esto es un mini PC Intel NUC completo:
En este último caso, incluso se han molestado en instalarle el sistema operativo. Y, como es lógico, el precio también difiere bastante. Por ello, si no lo tenemos claro, lo ideal es preguntar al vendedor y en caso de no responder o ser ambiguo mejor dejar pasar la oportunidad sobre el equipo, ya que puede ser peor el remedio que la enfermedad.
Qué usos tiene un barebone
Es normal que lo primero que pensemos a la hora de ver estos ordenadores es conocer qué tipo de usos pueden tener, y es que resulta bastante común creer que son modelos que no merecen la pena cuando los vemos en un principio ya que no ofrecen algunos de los componentes básicos que podemos encontrar en un ordenador. Los usos son aquellos que se le pueden dar a un ordenador de bajo rendimiento, y aunque no lo parezca, son bastante amplios si tenemos en cuenta que muchas personas necesitan ordenadores para tareas que incluso un PC de este estilo puede manejar con facilidad.
El mayor punto negativo que puede encontrar una persona a la hora de comprar un modelo de este tipo está en creer que incluye todos los componentes, pero para aquellas personas que conocen un poco sobre este tipo de especificaciones, esto es incluso una ventaja, ya que les permite configurarlo con módulos de RAM y almacenamiento mejores o más baratos. Los usos son bastante comunes, aunque no lo puedan parecer:
- Ofimática: uno de los primeros usos que podemos pensar en darle a este tipo de ordenadores pasa por lo más básico que hace un PC, ya sea para estudiar o para tareas que no requieren una potencia muy alta como es usar una suite ofimática son la solución ideal.
- Consola retro: a través de una distribución de Linux o mediante emuladores que podemos encontrar en Windows, podemos convertir uno de estos modelos fácilmente en una consola que nos permita utilizar juegos de hace bastantes años.
- Media Center: si conocemos un poco del mundillo de los servidores caseros, podemos ver que son una solución perfecta para montar un Media Center si no tenemos una Smart TV, permitiendo acceder a una gran variedad de contenidos o creando nuestro propio servidor mediante Plex.
- NAS: relacionado con el almacenamiento de datos, también podemos recurrir a montar un NAS para alojar todos nuestros datos de forma local, lo que permite acceder a ellos desde cualquier lugar de una casa u oficina.
¿Merece la pena comprar uno?
Hay que destacar que no todo el mundo y tampoco todas las aplicaciones requieren tener la máxima potencia. Es más, en un mundo donde tener un ordenador es algo esencial, la existencia de estas soluciones no está injustificado, pero cruzamos una línea muy peligrosa cuando se intenta hacer pasar una cosa por otra. Es ahí cuando nos tenemos que poner en alerta y afilar todos los sentidos para identificar un posible timo (o una información manipulada a sabiendas) que nos lleve a adquirir un producto esperando que nos llegue otro diferente.
Dependerá también de los componentes que ya poseas o puedas reutilizar. En caso de tener que adquirirlos todos, será mejor irse directamente a por un mini PC, salvo que queramos una configuración muy específica y personal.
Si por ejemplo tenemos una consola vieja que utiliza un SSD M.2 y ya no la estamos aprovechando, podremos quitárselo y añadírselo a nuestro barebone, con lo que ya nos ahorraríamos un componente, y es probable que así nos salga más económico que un ordenador ya premontado.
No en vano hemos llegado al punto donde no tener un PC en casa es casi como no tener una lavadora o una nevera y los teléfonos móviles y tablets no han sido capaces de reemplazarlos para ciertas tareas básicas. Por lo que tener uno de estos ordenadores, aunque sea para emergencias, siempre viene bien si somos conscientes de las limitaciones que tienen y lo máximo que pueden rendir dentro de tareas muy concretas. Si este último es tu caso, enhorabuena porque un barebone lo mismo te arregla el día.