BG Raven, review: un teclado mecánico gaming básico que solo cuesta 30 euros

En un mercado extremadamente copado de oferta de periféricos gaming, es bastante complicado destacar con innovaciones, y además éstas siempre suelen estar reservadas a la gama más alta, lo que también suele ser sinónimo de precios elevados. Sin embargo, tenemos fabricantes como BG que centran sus esfuerzos en ofrecer una gran relación prestaciones / precio, y en el análisis que os presentamos en el día de hoy esta premisa se cumple en su grado máximo: se trata del nuevo teclado BG Raven, un teclado mecánico que podemos encontrar a precios que rondan los 30 euros.
Y es que no todos los usuarios pueden gastarse los 150 ó 180 euros que cuestan los teclados mecánicos gaming de primer orden, y sin embargo también quieren tener un teclado con interruptores mecánicos para jugar a buen nivel. Para todos ellos, BG nos presenta este Raven con una sencilla disposición pero que no renuncia a características básicas para gaming, como es la facultad anti ghosting N-Key rollover.
Índice
Características técnicas
BG ha instalado en este Raven interruptores Outemu, que si bien dicen que son de gran calidad la realidad es que, entre todos los interruptores mecánicos del mercado, son los de menor calidad. Esto no quiere decir que sean malos, ni mucho menos, pero lógicamente no podemos esperar ni el rendimiento ni la durabilidad que ofrecerían, sin ir más lejos, los archiconocidos interruptores Cherry MX.
Es lógico, por otro lado, que BG haya optado por este tipo de interruptor puesto que, recordemos, estamos ante uno de los teclados mecánicos más baratos del mercado y que, sin embargo, busca ofrecer todo lo necesario al usuario que busca un teclado mecánico pero que su presupuesto es demasiado ajustado. De igual manera, BG ha recortado gastos en la funcionalidad del teclado, puesto que aunque cuenta con iluminación RGB ésta no es personalizable tecla a tecla, sino que en su lugar incorpora en su memoria interna 12 efectos que el usuario podrá modificar a modo ciclo con accesos directos en el propio teclado. De igual manera, tiene multitud de funciones multimedia mediante accesos directos, que resumen en el siguiente croquis.
Lo que sí tiene este BG Raven es la funcionalidad anti ghosting N-Key Rollover, algo básico en cualquier teclado que presuma de estar diseñado para jugar, y el hecho de que su peso sea de 1250 gramos a pesar de que no tiene un gran tamaño ni florituras nos hace pensar que no han escatimado (al menos no demasiado) en cuanto a la calidad de los materiales. Eso vamos a verlo y juzgarlo a lo largo de este análisis.
Unboxing y análisis externo
El BG Raven viene embalado en una caja de cartón duro a todo color, con una imagen del teclado desde arriba sobre el fondo verde y negro característico de la marca. En la parte trasera tenemos un croquis del dispositivo, acompañado de una descripción y sus características técnicas.


La caja se abre en forma de cofre, y en su interior además del manual de instrucciones no hay ningún accesorio más allá del propio teclado.


Aquí tenemos el dispositivo ya fuera de su embalaje. A primera vista, tiene pinta de ser bastante robusto a pesar de que está construido en plástico -pese a que el aspecto que le han dado a la parte superior es de metal-.
El BG Raven es un teclado de tamaño completo, aunque tiene aspecto de ser de tamaño reducido porque el fabricante así lo ha querido, dado que no lleva reposa muñecas ni tiene espacio “de sobra” por los laterales más allá de un mero embellecedor que sobresale de la zona donde están las teclas.
El teclado viene completamente en español, y aunque la tipografía es correcta el serigrafiado tiene un leve relieve, hecho que nos hace prever que la iluminación seguramente no sea del todo correcta.




Las caperuzas salen hacia arriba pues comparten con los mecanismos Cherry MX la cruceta que las engancha al interruptor. Éstos son, como decíamos al principio, OUTEMU Red, imitación de los MX Red con pulsación lineal sin feedback táctil y con 45 gramos de presión para su activación.




El teclado carece de USB Passtrough, y este hecho hace que solo sea necesario un conector USB 2.0 para hacerlo funcionar. El cable sale de la parte trasera y tiene un excelente mallado de hilo de nailon para proteger su integridad.




En la zona posterior del dispositivo, como de costumbre no encontramos nada más allá de una etiqueta identificativa en el centro salvo las habituales inserciones de goma anti deslizante que garantizan que el BG Raven no se moverá de su sitio durante el uso. Tenemos cuatro inserciones en total, y el fabricante ha tenido a bien añadir inserciones de goma incluso en las patas elevadoras, lo cual es un punto a favor.




Las patas elevadoras, por cierto, dan la impresión de ser algo endebles al desplegarlas, pero luego el teclado se eleva de manera robusta y sin problema.


Ya solo nos queda conectar el teclado y ver qué tal funciona, así como ver su iluminación. En condiciones de luz, ésta no se ve demasiado a decir verdad.


En condiciones de poca luz la iluminación del teclado se ve perfectamente, aunque tal y como nos temíamos al ver la serigrafía de las teclas según el ángulo que tengamos, ésta se ve mejor o peor. No es el mejor método de iluminación para un teclado, pero lógicamente de esta manera el fabricante se ahorra bastante en la fabricación y ayuda a permitirle ponerlo en el mercado al precio que tiene.



Hay que decir que la iluminación es configurable directamente sin software, con una serie de efectos que podremos elegir. No obstante, a pesar de que sea RGB en teoría, la realidad es que no lo es, puesto que de las seis filas horizontlaes de teclas con las que cuenta, realmente cada una de ellas tiene un color individual. De arriba hacia abajo: azul, rojo, naranja, verde, morado y blanco.
Pruebas de rendimiento
En uso, el BG Raven se comporta perfectamente en cualquier tipo de uso; a la hora de redactar textos o, en general, utilizarlo para escribir, es un teclado noble que no tiende para nada a realizar falsas pulsaciones, al menos no si estás acostumbrado de antemano a los teclados mecánicos. Los interruptores red de funcionamiento lineal y sin feedback táctil ejecutan cada pulsación sin el más mínimo retardo, y dado que necesitamos 45 gramos de fuerza para activar los interruptores es complicado realizar pulsaciones no deseadas. Siguiendo en esta misma línea, las pulsaciones son relativamente ruidosas, pero las caperuzas se mantienen estables así que, en definitiva, la experiencia de tecleo a la hora de escribir es grácil y agradable.
Ya sabéis, no obstante, que los interruptores Red (OUTEMU en este caso) son idóneos para jugar, así que también hemos estado probando el BG Raven en algunos juegos como League of Legends y Final Fantasy XIV. El comportamiento del teclado ha sido impecable, registrando cada pulsación de manera diligente en todo momento y, gracias a su capacidad antighosting N-Key Rollover, sin atorarse en ningún momento, ni siquiera cuando pulsamos cinco o seis teclas simultáneamente para realizar acciones complejas.
Conclusión y veredicto: un teclado mecánico asequible con el que no echarás de menos casi nada
La conclusión que hemos podido sacar después de haber estado utilizando el BG Raven durante unos días es que es un teclado que cumple su cometido. Sin florituras ni acciones complejas, pero cumple. Es evidente que podríamos echar de menos una mejor iluminación, o el poder realizar macros (en mi caso he echado de menos sobre todo un reposa muñecas), pero tampoco podemos pedirle mucho más a un teclado que cuesta 30 euros. Cumple, y cumple bien.
Si eres un usuario que utilizará su teclado principalmente para jugar y su presupuesto es muy ajustado pero quieres poder disfrutar de las ventajas que dan los teclados mecánicos, el BG Raven no te va a decepcionar porque cumplirá con su cometido de manera diligente. Y por 30 euros, desde luego será un muy buen punto de partida para usuarios que no estén muy seguros de si los teclados mecánicos son o no para ellos.
PROS:
- Buen rendimiento general, especialmente en juegos.
- Bastante robusto.
- Inserciones de goma anti deslizante incluso en las patas elevadoras.
- Configuración simple y sencilla.
- Precio (unos 30 euros).
CONTRAS:
- Iluminación y efectos muy mejorables.
- No tiene reposa muñecas.
- Sin posibilidad de configurar macros o acciones avanzadas.
Por todo ello, este BG Raven se hace merecedor de nuestro galardón de plata, así como de nuestra recomendación por su excelente relación prestaciones / precio.

