GT Omega Apex Steering Wheel Stand, review: excelente soporte para tu volante

Cada vez hay más volantes para jugar en el mercado. Gracias a ellos, podemos disfrutar de experiencias mucho más inmersivas en juegos y simuladores de conducción, además de ser muchísimo más rápidos en nuestros tiempos por vuelta. El problema es que normalmente se requiere mucho espacio para poner un volante, pero por suerte hay soportes para volantes que permiten guardarlos y que ocupen poco espacio. Hoy analizamos el que probablemente es el mejor de su segmento por las prestaciones que ofrece: el GT Omega Apex Steering Wheel Stand.
Índice
GT Omega Apex Steering Wheel Stand: características técnicas
El GT Omega Apex Steering Wheel Stand es, básicamente, un soporte pesado y con acero como material por todas partes, pensado para soportar largas sesiones de juego con nuestro volante. Este modelo es una evolución del anterior wheel stand que tenía la compañía, donde han mejorado la estructura y la versatilidad a la hora de ajustar diversas posiciones.



Este tipo de productos están pensados para los apasionados del simracing que no tienen espacio suficiente para tener un cockpit completo en casa, con la ventaja de que los wheel stands pueden plegarse después de usarlos para que ocupen todavía menos espacio. La relación perfecta entre poder tener un gadget así y que no nos monten un pollo en casa porque ocupa mucho sitio.
En cuanto a volantes compatibles con el wheel stand, la placa principal para el volantem, la de la caja de cambios y la de los pedales ya vienen con los correspondientes agujeros para ser compatible con los volantes más populares del mercado. Además, se incluyen todos los tornillos y herramientas necesarios para el montaje. El listado de volantes compatibles para los que está diseñado el stand es el siguiente:
- Logitech G25, G27, G29, G920
- Fanatec Clubsport
- Thrustmaster T500RS, T300RS, TX Ferrari F458
Además de los de este listado, también debería compatible con otros de Fanatec. En cuanto a la palanca de cambios, cuya posición es de las más ergonómicas que encontramos, podemos ponerla tanto a la derecha como a la izquierda, ya que encontramos los agujeros para ello.


En cuanto a medidas, el stand plegado sin volante y con la placa de la planca de cambios puesta mide 89 cm de alto, 56 cm de largo, y 22 cm de ancho, con un peso de 14 kg. Como veremos más adelante, podemos ajustar la altura del volante, así como la inclinación o posición de los pedales. Ajuste total y completo.
Unboxing y montaje
El proceso de unboxing es un tanto complicado al principio, ya que nos encontramos el paquete dividido en varias secciones, y no sabemos exactamente qué parte del marco principal va hacia arriba y hacia abajo. Lo primero, una vez sacado todo de la caja, es ponerle los pies engomados al wheel stand para poder ponerlo de pie e ir añadiéndole los elementos que necesitamos. Estos pies son de goma adherente, ideal para que no se nos mueva el stand de sitio cuando estamos jugando.


















Una vez hemos colocado los pies, ya podemos desplegar el stand de la forma que lo pondríamos si fuéramos a usarlo. El siguiente paso es colocar el soporte principal para el volante, el cual podemos colocar primero y seguidamente el volante, o atornillar primero el volante y posteriormente atornillarlo al marco. En el caso de que elijáis poner primero la placa, es recomendable que el tornillo central lo dejéis para lo último para poder atornillar más fácilmente el volante.




Para la placa del volante, tenemos tres tuercas que se aprietan bastante fácil, y que apenas hay que rotar un giro completo para terminar de apretar, para lo cual hay que tener la llave inglesa en una mano, y la llave de Allen en la otra para apretar. A la hora de enganchar la palanca de cambios el proceso es similar, pero es necesario hacer más fuerza porque las tuercas están como más prietas y no se enroscan fácil con la mano. Para ello, recomendamos usar una llave inglesa del 13 más rígida que las que incluye la compañía en el empaquetado.
El volante que hemos usado en este caso, un Logitech G27 con muchas historias que contar, requiere sólo de dos tornillos situados en la parte frontal de la parte inferior. Son los dos únicos agujeros que incluye el volante con rosca para tornillos, y el volante pasa a quedar perfectamente sujetado después de ello.
Una vez hemos atornillado la primera parte de la estructura de la palanca con los tornillos más largos del kit, que la aleja un poco del marco, atornillamos con dos tornillos pequeños la placa donde irá enganchada la palanca de cambios. A su vez, para atornillar la palanca, tan sólo necesitamos usar dos tornillos. La palanca de cambios queda en la parte derecha inferior, en una posición muy natural y muy parecida a lo que tenemos en un coche de calle.









La última pieza en montar es la pedalera, que al igual que el volante y la palanca de cambios, sólo requiere de dos tornillos. En este caso, para no raspar el metal, la compañía incluye dos arandelas de sobrado espesor. Los tornillos de la pedalera del G27 están situados en la parte de debajo, donde están los pedales propiamente dichos. La plataforma nos permite situar la pedalera prácticamente debajo del volante, o en una zona bastante alejada del mismo para poder estar más tumbados si queremos jugar en un sofá o un asiento ligeramente recostados.



Una vez hayamos colado todo en su sitio, podemos colocar los cables como nos sea más conveniente. En mi caso he preferido enrollarlos en las barras de la estructura de manera temporal. Por desgracia, no se pueden pasar por la parte interior del marco porque no hay agujeros para ello, a pesar de que en los laterales de las barras horizontales tenemos piezas de plástico que se pueden quitar. Habría sido un puntazo poder pasarlos por ahí para que no nos estorben.



En total, el proceso de montaje no nos lleva más de una hora si queremos dejarlo todo ordenado.
Prueba
El volante estaba previamente en un Wheel Stand Pro, y las comparaciones son inevitables porque son dos productos con un mismo fin, con sus pros y sus contras, y con un precio ligeramente superior en el caso del Apex que estamos analizando.
El Wheel Stand Pro destaca por ser la forma más compacta en la que podemos tener montado siempre un volante. Además, está hecho de metal y tiene bastante goma en la parte inferior, evitando que se resbale. Sin embargo, no es todo lo rígido que podría ser, y tampoco permite ser utilizado en algo que no sea un sofa o una silla muy baja. En la foto con el volante montado está en su máxima altura.


Sin embargo, si juegas en un sofá, la posición es muy cómoda, y puedes alejarte lo que quieras la pedalera ya que la palanca central puedes inclinarla mucho y acercarte el volante. La solidez es magnífica, y aunque la estructura se cimbrea ligeramente cuando jugamos (sobre todo si tenemos fuerte el force feedback), no supone ningún problema a la hora de jugar.
Todo eso viene acompañado de su principal ventaja: lo compacto que es. Echando el volante hacia delante (choca un poco con el pedal del freno), el espacio que ocupa es mínimo. No es de extrañar que esta sea una de las opciones más populares para poner el volante, ya que además es de las más baratas y tiene encima una segunda iteración con diversas mejoras. Y todo con un peso de apenas 7,5 kg (sin el volante).


Sin embargo, el GT Omega Apex Steering Wheel Stand juega en otra liga, tanto en características, como en dimensiones y peso. El metal está presente en todo el stand, y la rigidez que ofrece es magnífica. La personalización también es mucho mayor, ya que tenemos más superficie para ajustar la distancia de los pedales para ponerlos muy alejados o muy cerca, e incluso ajustar la inclinación para no tener que doblar tanto los pies y poder acelerar y frenar haciendo menos fuerza que cuando los pedales están planos.


A nivel de peso, estamos hablando de que el Apex pesa el doble que el Wheel Stand Pro, además de ocupar un mayor volumen ya que tenemos un cuadro más grande. Este cuadro de metal nos permite poder «introducirnos» dentro de la zona de uso sin tener un trozo de metal en medio, y pudiendo regular los pedales en profundidad, así como el volante en altura.
De hecho, la versatilidad de posiciones del Apex nos permite utilizarlo con todo tipo de asientos. En la parte más baja, podemos utilizarlo con un sofá, mientras que, si elevamos el volante, podremos utilizarlo con una silla de manera o cualquier sillón gaming con ruedas que tengan frenos. Con el Wheel Stand Pro no es posible jugar en una silla, ya que, con la altura máxima, el volante queda demasiado bajo y poco natural.
A cambio de esto, tenemos que el Apex podría estar algo más inclinado para ofrecer una sensación de uso similar a la de un coche, ya que el volante está situado demasiado en «vertical» con respecto a los pedales. Esto se puede compensar elevando más el volante, pero también hace que sea incompatible con jugar echado para atrás en un sofá por queda demasiado lejos el volante del cuerpo. Sin embargo, si vas a usarlo con una silla, ya sea rígida de madera normal y corriente o un sillón de escritorio más cómodo, el Apex es perfecto.
Jugando, el Apex se comporta de manera excelente, ofreciendo una rigidez magnífica y sin que se mueva ni un ápice gracia a los pies de goma y a lo duro de la estructura. El volante puede ajustarse en inclinación (yo lo tengo con la inclinación al máximo, es decir, levantada de atrás), mientras que la palanca de cambios queda en una posición muy natural.
A la hora de plegarlo también tenemos muchas diferencias. El Wheel Stand Pro se pliega de tal manera que el volante queda encima de los pedales, con un tamaño en general bastante compacto y fácil de transportar gracias a su ligero peso. Además, el Wheel Stand sólo requiere empujar y listo, y el Apex requiere girar las dos ruedas que enganchan en posición la superficie de la pedalera, y luego volver a apretarla para que no se venza al dejarla plegada.


En cambio, el Apex es más voluminoso, aunque si lo ponemos en 2D en un mismo plano, al plegarlo ocupa menos. Gracias a las ruedas de ajuste de altura del volante, podemos apretarlo para que la pedalera no se venza sola y se quede en el mismo plano que el resto del marco, con el volante sobresaliendo por encima.
Es cuestión de lo que prefieras: si dejar el volante tumbado en el suelo o de manera inestable de pie con el Wheel Stand Pro, o ponerlo de pie para que apenas ocupe espacio en el suelo. Normalmente suele ser preferible ganar espacio en horizontal, ya que en vertical solemos tener más espacio disponible hacia el techo una vez hemos ocupado una superficie determinada en el suelo. Por ello, aunque ocupe más espacio el Apex, éste lo hace en vertical, y por ello para mi es más cómodo. Eso sí, la suma del Apex y el volante le dan a la estructura un peso total de 20 kg, por lo que tienes que estar algo fuerte para llevarlo de un lado para otro.
Conclusión
El GT Omega Apex Steering Wheel Stand es, directamente, el mejor stand que podemos comprar para nuestro volante. Su calidad no la encontramos en otros productos, y es el único por menos de 200 euros en el que podemos regular la inclinación de la pedalera. Esta serie de ventajas vienen a cambio de costar 125 libras (unos 141 euros en el momento de escribir la noticia), que es en torno a 30 euros más de lo que cuestan otras opciones más compactas del mercado, pero que no llegan a ser tan completas como el Apex.
Por tanto, si estás buscando un soporte para el volante que sea resistente, te permita jugar en una silla o un sillón relativamente alto, tienes fuerza suficiente para levantarlo en peso, y prefieres que ocupe más espacio en vertical que en horizontal, no dudes en comprarlo.
Pros
- Excelente calidad de materiales
- Compatibilidad con los mejores volantes del mercado
- Fácil de montar
- Gran variedad de ajustes en altura
Contras
- El volante podría quedar algo más alejado en profundidad de los pedales
- No poder pasar los cables por dentro de la estructura
Por tanto, el GT Omega Apex Steering Wheel Stand recibe nuestra medalla de oro y nuestra recomendación por su diseño.


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