Los fabricantes no paran de lanzar especificaciones de monitores gaming, que si contraste, que si pixel pitch, que si curvaturas… hasta el punto de que el usuario común no entiende de lo que le están hablando y como mucho, el gamer medio habrá escuchado términos como GtG o MPRT para valorar la velocidad del monitor. De un tiempo a esta parte se ha dejado de usar el primero para enfocarse al segundo, y por ello hoy conoceremos a fondo qué es MPRT.
Para medir si un monitor es realmente más rápido que otro para gaming hay una serie de factores que deben ser medidos in situ, pero esto expone a los fabricantes a una comparativa de la que no quieren formar parte (salvo que los datos que vayan a obtener van a ser más elevados y por lo tanto sería una mala publicidad para ellos) y que solo se esgrime en las correspondientes reviews.
Hasta hace poco, facilitaban un valor que tenía mucha polémica y que trataremos en otro artículo como es GTG, pero actualmente la tendencia se ha movido hacia otro parámetro más representativo y «fiel» de la realidad. Por supuesto, se trata del tiempo de respuesta MPRT que seguramente habréis visto que ofrecen algunos monitores de los que se destinan principalmente para juegos. ¿Sabéis de lo que os estamos hablando?
MPRT: la forma de medir más acertada
Ese parámetro nace como acrónimo de Motion Picture Response Time y como bien atesora su traducción hace referencia al tiempo de respuesta de una imagen en movimiento, o dicho más técnicamente, es el tiempo en el que un píxel está visible. Aquí la teoría es bastante básica: cuanto más lento es el tiempo de respuesta más desenfoque de movimiento muestra una imagen que aparezca en pantalla y por tanto más borrosa se verá.
Esto es muy importante para los monitores gaming, donde las imágenes se suceden cada vez a mayores tasas de refresco y en consecuencia, se realizan más refrescos en el mismo tiempo de la pantalla en busca, casi siempre, de una mayor nitidez, sin ghosting ni estelas que provoquen que sea imposible seguir la partida bajo ciertas circunstancias. Por ejemplo en shooters, donde la precisión de a dónde disparamos es clave para sobrevivir un minuto más.
Si el tiempo de respuesta es muy alto y la frecuencia de respuesta en pantalla también es alta, lo que tendremos es precisamente unos cambios de movimiento que dejarán una especie de estela en el peor de ellos o una falta de nitidez en el mejor. Lo cual se ve limitado por el hecho de que el MPRT está claramente limitado por la duración del ciclo de actualización de cada panel y por el tiempo de fotograma.
Y aquí debemos tener en cuenta que existe un periodo en el que el valor de calor de cada pixel cambia por uno nuevo, según el tipo de panel este será mayor o menor. Y es un fenómeno que se llama persistencia y en los paneles más antiguos es un problema que agrava la borrosidad de las imágenes. ¿No recordáis cómo en aquellas primeras pantallas planas era imposible jugar con un videojuego? Aquellos 8 ms era mortales de necesidad…
Si queréis saber cuál es el nivel de MPRT de vuestro monitor, solo tenéis que pasar el motion test de BLUR Busters. para comprobarlo. Un test que os dirá rápidamente cuál es ese valor que tiene vuestra pantalla y que lo mismo no sabíais. O simplemente os fiasteis del fabricante y este no os dio toda la información necesaria porque no le convenía, por lo que la camufló convenientemente bajo un divertido lema marketiniano.
MPTR versus GTG
Muchos fabricantes cuando dan un valor MPTR realmente están dando el valor de gris a gris o GTG y es importante conocer esto por el hecho que es literalmente hacer trampas. Por un hecho bastante claro, cuando hablamos de MPRT nos referimos al tiempo en que un pixel se encuentra visible en pantalla, lo que incluye también el tiempo de persistencia. En cambio, el GTG lo que mide es el tiempo de respuesta.
El motivo por el cual se les llama de gris a gris es por el hecho de que cada pixel está compuesto por 3 componentes, donde cada uno de ellos tiene un valor de los componentes RGB. En realidad son luces blancas con un filtro a color y cuando hablamos de GTG nos estamos refiriendo al tiempo en que tardan en responder cada uno de los puntos en pantalla una vez se han enviado la información de la imagen nueva.
La regla no escrita del MPRT
Hay una regla que no verás en ningún documento técnico, whitepaper o similar, ya que es algo que los profesionales de los paneles siempre han comentado y los jugadores profesionales han terminado aceptando. Dicha regla afirma que el MPRT del monitor tiene que ser, al menos, 4 veces inferior al tiempo de renderizado de la tarjeta gráfica para que todo fluya como debe. Esta regla tiene en cuenta el input lag del panel en términos generales, ya que todo acompaña a sumar tiempo de representación y cambio en pantalla.
Por ejemplo, si nuestro monitor tiene un MPRT de 1 milisegundo, entonces la tarjeta gráfica tendrá que generar cada uno de los fotogramas en 4 ms, lo que teniendo en cuenta que la frecuencia es la inversa al tiempo esto nos da una tasa de refresco de 240 Hz. Es por esto que la mayoría de monitores que se ven en el mercado están en el rango de los 120 Hz y los 144 Hz, ya que un MPRT cercano a ms es más fácil de conseguir. En cambio, si hablamos de monitores de mayor velocidad de refresco nos podemos ir a los 0.5 ms o menos en el valor del MPRT.
Es por ello que los monitores de más de 200 Hz de tasa de refresco son escasos y caros, ya que las tecnologías pensadas para un nivel de persistencia bajo son caras y escasas. Por lo que no te extrañe que tu flamante monitor de 240 Hz te haya costado más por hercio que uno con la mitad de tasa de refresco.
El MPRT no es la única característica de los monitores gaming
Es posible que pensemos que el MPRT es uno de los aspectos clave que tienen los monitores gaming, y si bien es cierto que es algo realmente importante que debemos mirar, no es el único que incluyen este tipo de pantallas especializadas para jugar. Una de las primeras cosas que debemos saber es que muchos de los monitores que ofrecen este tipo de etiqueta pueden resultar bastante caros dependiendo de lo que incluyen, sobre todo aquellos que tienen resoluciones mucho más altas, pero para gaming, no es una de las más importantes en la mayoría de los casos.
Y es que hay otros factores clave que debemos tener en cuenta en estos casos, pero uno de los más importantes que debemos conocer junto al MPRT es la frecuencia de refresco que incluya el monitor que queramos comprar, ya que es lo que determina en muchas ocasiones el rendimiento que vamos a tener en los juegos. Mayores tasas de actualización implican directamente que se mostrarán más imágenes por segundo, lo que hace que la experiencia sea mucho más fluida en comparación con aquellas que tienen esta característica más baja.
Es por ello que a la hora de comprar un monitor gaming debemos comprobar varios aspectos fundamentales, pero sin dejarnos llevar por lo que nos indican en la mayoría de los casos las compañías, ya que es posible que nos parezca que un periférico es realmente bueno por un precio más bajo, pero que tienen algunas especificaciones más bajas. En cualquier caso, lo mejor es siempre comprobar todos y cada uno de los detalles que nos ofrezca un monitor, aunque debéis tener en cuenta que cuanto mejores sean sus características, obviamente más dinero costará, así que siempre hay que buscar un punto medio que nos ofrezca un periférico de buena calidad sin que cueste demasiado.