Elegir los diversos periféricos que podemos encontrar en nuestro PC puede ser algo que en un principio no nos parezca que tiene demasiada importancia, pero conforme vemos las diferencias entre unos y otros, nos damos cuenta de que es algo muy importante, y más si hablamos de un monitor. Y es que el resto de periféricos pueden tener ciertas especificaciones que permiten que la diferencia entre ellos no sea demasiada grande, pero en los monitores, todas y cada una de las características importan.
Los monitores de PC son uno de los periféricos más importantes que podemos encontrar, ya que independientemente del uso que le demos es absolutamente vital para poder utilizar un ordenador, teniendo en cuenta que no podríamos hacer nada si no viésemos todo lo que sucede. Pero existen una gran cantidad de especificaciones que debemos tener en cuenta, por lo que elegir uno puede ser complicado, por eso, os vamos a explicar lo que aporta cada una de estas especificaciones, además de recomendaros algunos de los mejores monitores del mercado.
La importancia de elegir un buen monitor desde el principio
Cuando elegimos cualquier tipo de periféricos siempre debemos tener en cuenta el uso que le vamos a dar, desde un principio debemos conocer si queremos que tenga una calidad excepcional para poder detectar todas las gamas de colores en caso de utilizarlo en un ámbito profesional, o si por el contrario necesitamos uno que nos ofrezca la mayor tasa de refresco posible aunque la calidad sea inferior para poder ver todos los movimientos exactos que hacen nuestros enemigos en cualquier videojuego que dependa activamente de la frecuencia de actualización de nuestro monitor.
Existen muchos tipos, extremadamente variados que nos permiten elegir una serie de características dependiendo de lo que necesitemos, ya que existen monitores que ofrecen un gran nivel de color, una calidad muy alta junto con una gran resolución y tasa de refresco, pero son modelos que tienen un gran precio, y en muchos casos, tamaño. Es por ello que la mejor opción es optar por un modelo más específico en vez de uno de propósito general, por el simple hecho de que nos permite ahorrar dinero a la vez que nos ofrece todo lo que buscamos.
Características técnicas de un monitor
Dentro de todas las características que podemos encontrar en un monitor tenemos algunas que obviamente resaltan mucho más a la vista, por el simple motivo de que tienen que ver con la forma que tiene la pantalla como puede ser el tamaño del monitor. Pero además, también tenemos el resto de especificaciones que influyen principalmente en cómo funciona el dispositivo y en la propia calidad de visualización, junto con el rendimiento y otro tipo de tecnologías que permiten ajustar diversos parámetros que nos permiten, por ejemplo, evitar problemas como el tearing.
Esto implica que debemos mirar una serie de especificaciones adicionales, no solo la resolución y las pulgadas que tiene, sino también la tasa de refresco, el tiempo de respuesta junto con otras tecnologías que pueden estar especializadas en ofrecer una mejor calidad o rendimiento. A continuación, os vamos a enseñar cuales son las especificaciones más importantes que mirar a la hora de elegir un monitor, así como las diversas tecnologías que pueden incluir algunos de estos dispositivos.
El tamaño del monitor
Una de las primeras cosas en las que nos fijamos cuando vemos un monitor está claro que es el tamaño, y es que dentro de esta especificación podemos encontrar muchos tipos distintos de monitor, desde los que tienen 24 pulgadas, lo que consideramos un tamaño bastante básico, hasta aquellos que representan a la élite de estos periféricos, ofreciendo hasta 58 pulgadas.
- 24 pulgadas, el tamaño ideal para jugar: suelen ser ideales para jugar por el hecho de que ofrecen un tamaño y una resolución adecuadas para cualquier uso, destacan principalmente por ofrecer las tasas de refresco más altas.
- 27 pulgadas, un punto intermedio: pueden encontrarse con resoluciones 1080p, pero por lo general lo normal es encontrarlos con 1440p o 2160p, ofrecen una mayor calidad que los de 24″ pero son más grandes y caros, además de tener una menor tasa de refresco.
- 32 pulgadas, grandes y con una mayor calidad: a diferencia de los de 24 y 27 pulgadas, estos monitores suelen ser curvos, y podemos encontrarlos con resoluciones 4K con frecuencias de refresco muy básicas, o en 1080p/1440p con tasas de refresco superiores.
- Monitores UltraWide: los monitores UltraWide llegaron como una alternativa que ofrecen una resolución extendida, tienen una resolución mínima de 1440p extendida y suelen ofrecer mínimo 120 Hz y panel curvado
- Monitores BFGD: son monitores de gran tamaño, generalmente superando las 65 pulgadas, pero que además ofrecen tasas de refresco de 120 Hz o superiores junto con HDR en resoluciones 4K u 8K.
Cada uno de los tamaños que hemos visto permiten adaptar el monitor a lo que necesitamos, pero si tenéis dudas sobre cual elegir, más adelante os daremos unas recomendaciones para algunos usos que puede tener un monitor.
Plano o curvo
Los monitores planos son los que llevan toda la vida en el mercado y generalmente se utilizan en relaciones de aspecto 16:9, independientemente de su resolución y tamaño. De un tiempo a estar parte, el número de monitores curvos disponible en el mercado no hace más que crecer. Este tipo de monitores generalmente están asociados a los modelos ultrapanorámicos, modelos que, debido a su ancho más largo que el alto, si no se curva la pantalla, hace que la información que se muestra en los laterales sea imposible de ver fácil y rápidamente.
En el mercado podemos encontrar monitores curvos de con diferente grado de curvatura, desde 1000R que la curvatura más cercana a la plana hasta 4000R, pasando por 1500R y 1800R. Como hemos comentado, la curvatura 1000R curva ligeramente los bordes para que toda la pantalla se encuentre a la misma altura de los ojos.
La curvatura 1500R se utiliza principalmente en los monitores para videojuegos en formato 16:9 para ofrecer una mayor sensación de inmersión. Si hablamos de la curvatura 1800R esta se encuentra en los monitore ultrapanorámicos con relación de aspecto 21:9, aunque también la podemos encontrar en modelos 16:9. Este tipo de curvatura ofrecer la mayor sensación de inmersión y al igual que la 1500R, también se utiliza para videojuegos.
También podemos encontrar monitores con curvatura 3800R. Esta se utiliza únicamente en monitor ultrapanorámicos con relación de aspecto 21:9, especialmente en monitores enfocados al uso de aplicaciones de ofimática.
Es recomendable probar un monitor curvo antes de comprarlo ya que no todos los usuarios se acostumbran fácilmente o tienes problemas para utilizarlo en el día a día.
La resolución de la pantalla
Entrando ya en detalles técnicos, una de las características que más importancia suelen tener a la hora de elegir un monitor es la resolución, ya que en general es la que nos permite conocer si desde un principio la pantalla que queremos comprar va a ser más cara o más barata. Actualmente, el estándar que podemos encontrar en todos los tipos de monitor es de 1080p o como se le suele conocer de normal, Full HD, ya que las resoluciones inferiores como 480p, o 720p ya no suelen tenerse en cuenta principalmente por el hecho de que ofrecen calidades muy bajas.
- FHD (1.920 x 1.080)
- WUXGA (1.920 x 1.200)
- 2K (2.048 x 1.080)
- QHD (2560 × 1440)
- UHD (3.840 x 2160)
- 4K DCI (4.096 x 2.160)
Cada una de estas resoluciones tienen un tipo de pantalla y uso específico, por ejemplo, las resoluciones FHD, WUXGA y 2K suelen ser las utilizadas en monitores para juegos que además cuentan con tasas de refresco más altas y con tiempos de respuesta mucho más bajos. Mientras tanto, las QHD, UHD y 4K DCI son resoluciones que podemos encontrar en monitores que buscan ofrecer la mayor calidad posible, dejando de lado otros aspectos técnicos siempre y cuando no miremos los modelos más caros, que pueden incorporar una gran calidad con otras especificaciones más altas.
En general, para un uso casual, lo mejor es optar por la primera resolución, ya que es la más barata y ofrece una calidad bastante alta, mientras que si queremos un monitor para jugar podemos optar por elegir resoluciones FHD, 2K o QHD, que son las más comunes, ofreciendo una gran calidad sin dejar de lado otros aspectos técnicos. Si solo nos importa tener la mejor calidad de imagen posible, entonces deberíamos optar por los modelos UHD o 4K DCI.
La frecuencia de refresco
Hace un tiempo, la frecuencia de actualización que era capaz de ofrecer un monitor no se tenía demasiado en cuenta, ya que al igual que con la resolución, no había necesidad de mejorarla principalmente por el hecho de que no había nada que pudiese aprovecharse de una tasa de refresco superior. Esto ha cambiado en los últimos años principalmente gracias a los videojuegos, ya que a diferencia de otras obras audiovisuales como son los vídeos, películas o series, la frecuencia de actualización influye en gran medida ya que tiene que ver con la forma en la que vemos las imágenes.
Sin entrar en demasiados detalles, una tasa de refresco más alta nos permite ver una secuencia de imágenes mucho más fluida, lo que hace que en muchas ocasiones, sobre todo en los juegos, nos proporcione una ventaja al permitirnos reaccionar mucho más rápido. Esto hace que en el caso de querer buscar un monitor para gaming, debemos optar por aquellos que tengan una tasa de actualización más alta, por lo general ahora mismo el estándar se encuentra entre los 120 Hz y los 144 Hz, pero no sería raro que dentro de poco aumentase a los 165 Hz o los 240 Hz.
Por otra parte, si no queremos el monitor para este uso, podemos optar por aquellos que ofrecen frecuencias de actualización más bajas pero que tienen una mayor resolución, como pueden ser aquellas que ofrecen 60 Hz, 75 Hz o 90 Hz. Para usos más casuales, deberíamos juntar la resolución de 1080p junto con los 60 Hz, lo que nos da una pantalla que es barata que cuenta con una calidad decente y que es perfecta para utilizar de normal si no necesitamos mirar por temas de calidad o rendimiento.
El tiempo de respuesta
Al igual que pasa con la frecuencia de refresco, en un principio el tiempo de respuesta depende mucho de si queremos un monitor para jugar o para un uso mucho más general, ya que no debemos darle demasiada importancia si queremos utilizarlo únicamente para trabajar por ejemplo. En el caso de querer uno para gaming, por lo general debemos buscar un tiempo de respuesta que sea de 5 ms o inferior, aunque prácticamente se ha establecido como un estándar actualmente en los monitores el hecho de que incorporen 1 ms.
Pero también existen otros modelos que son capaces de ofrecer un tiempo de respuesta mucho más bajo, como es el caso de uno de los monitores top gama de ASUS que es capaz de reducir el tiempo de respuesta hasta los 0,03 ms. Conocer el motivo por el que un tiempo de respuesta inferior es importante en este tipo de periféricos realmente no es demasiado complicado, ya que tan solo debemos conocer que es lo que tarda en reaccionar a la entrada que se el da, lo que obviamente implica que cuanto más bajo sea, antes veremos las imágenes y demás que se muestran en la pantalla.
Como bien hemos indicado anteriormente, para trabajar o para un uso casual no es necesario optar por monitores que tengan un tiempo de respuesta más bajo, por lo que podemos simplemente comprar uno que incluya, por ejemplo, 12 ms.
Tecnologías adicionales
En los monitores, también existen una serie de tecnologías adicionales que podemos tener en cuenta, pero no todos incluyen todas y cada una de ellas, ya que hay algunas que solo podemos ver en monitores de alta gama, mientras que otras son bastante específicas.
- HDR: es una tecnología busca mejorar la gama dinámica de iluminación que ofrecen todas las representaciones visuales de la pantalla, ofreciendo más niveles de brillo y contraste.
- Protección ocular: un tipo de tecnología que suele incluir diversos filtros para evitar el cansancio o el daño que pueden provocar las pantallas sobre nuestros ojos.
- G-Sync o Freesync: tecnologías utilizadas para sincronizar la tasa de actualización para evitar artefactos visuales como el tearing, Freesync, desarrollado por AMD es más compatible, mientras que G-Sync, desarrollado por NVIDIA requiere un componente físico, lo que lo vuelve más caro.
¿Cuáles son los mejores monitores para gaming?
Una vez hemos visto todas las especificaciones que podemos encontrar en cada uno de los monitores que hay, está claro en lo que nos debemos fijar cuando queremos comprar un monitor específico para jugar, es por ello que os vamos a hacer un breve resumen, junto con una serie de ejemplos que podéis comprar actualmente.
- Tamaño: entre 24″ y 32″, la mejor opción suele ser optar por las 24″ para tener un mejor rango de visión.
- Resolución: FHD o 2K, son las mejores resoluciones ya que ofrecen una buena calidad sin utilizar demasiados recursos.
- Frecuencia de refresco: mínimo entre 120 Hz y 144 Hz, si queremos optar por lo mejor podemos ir a por los 240 Hz e incluso los 360 Hz.
- Tiempo de respuesta: lo recomendable es entre 5 ms y 1 ms, pero si queremos el menor tiempo de respuesta podemos ir a por los que tienen 0,03 ms.
- Tecnologías adicionales: podemos optar por los monitores con HDR para mejorar la calidad, los que incorporan Freesync son más baratos, mientras que la mayoría tienen filtros de protección ocular.
Esto es todo lo que debemos encontrar en un monitor gaming para que podamos decir que es realmente bueno, también podemos optar por modelos que ofrecen curvatura ya que ayudan a la hora de ver todo lo que sucede en la pantalla en caso de querer optar por aquellos que tienen un tamaño más grande.
La solución más barata
Dentro de los monitores que podemos encontrar para jugar, hay uno que destaca, no solo por ofrecer unas grandes características, sino también por el hecho de que resulta extremadamente barato, y es que uno de los mejores monitores viene de la mano de la marca ASUS. Este monitor tiene una frecuencia de actualización de 165 Hz, un tamaño de 24 pulgadas, una resolución FHD de 1920 x 1080 y un tiempo de respuesta de 1 ms, todo por tan solo 140€, lo que lo convierte fácilmente en uno de los monitores gaming más baratos, pero con las especificaciones adecuadas de todo el mercado.
El mejor rendimiento para competir
Conseguir el mejor rendimiento puede resultar caro, esto lo sabemos por el hecho de conocer que muchos ordenadores requieren componentes de última generación para poder ofrecer la mayor tasa de FPS posibles, y en el caso de los monitores sucede algo similar. En este caso, si quisiéramos optar por el mejor monitor que podemos encontrar para jugar de forma competitiva, tendríamos que optar por uno de la marca BenQ, que ofrece una resolución FHD en un tamaño de 24,5 pulgadas, pero que destaca por tener una frecuencia de actualización de 360 Hz.
En caso de querer optar por la mejor calidad de imagen posible
Como bien hemos indicado anteriormente, es posible que en vez de buscar rendimiento queramos la mejor calidad posible, para poder disfrutar de nuestros juegos, vídeos o imágenes de una forma espectacular. En este caso, una de las mejores opciones que tenemos es uno de los monitores de Corsair, y es que este ofrece una resolución UHD 3840 x 2160, con una frecuencia de refresco de 144 Hz, un tiempo de respuesta de 1 ms y obviamente la tecnología HDR para mejorar todavía más la calidad visual que es capaz de ofrecer.
¿Y para trabajar?
Para un uso mucho más común como puede ser trabajar podemos optar por monitores que son mucho más básicos, siempre y cuando no nos dediquemos a algo que esté relacionado, por ejemplo con diseño gráfico o trabajos que requieren una pantalla que represente perfectamente los colores y otros aspectos de una imagen. Si tenemos un caso de este estilo, una de las mejores opciones que tenemos es optar por gamas de monitores especializadas en ofrecer una experiencia profesional, como es el caso de los PROArt de ASUS, diseñados específicamente para ofrecer la mejor calidad de imagen para profesionales.
El modelo ASUS ProArt PA278QV es un monitor con resolución QHD con panel IPS y 27 pulgadas de tamaño de pantalla. Ofrece soporte para el 100% de la gama de colores sRGB y REC.
Por otra parte, si queremos utilizar un monitor que sea mucho más básico y no queremos pasarnos de precio, siempre podemos optar por los más básicos que hay en el mercado, aquellos que no ofrecen ningún tipo de característica que sea demasiado especial y que cumplen una función realmente básica. Este tipo de monitores son los que podemos encontrar en cualquier tienda física, y no suelen tener precios demasiado altos, por lo general, no suelen superar los 100€ o 110€.
El monitor que os mostramos a continuación del fabricante Philips es perfecto para tareas de ofimática. Cuenta con una pantalla de 27 pulgadas con resolución Full HD y una tasa de refresco de 60 Hz. No ofrece soporte para una amplia gama de colores, pero es más que suficiente para tareas de ofimática, consultar el correo, ver las redes sociales e incluso para disfrutar de nuestras películas favoritas.
Pero si buscamos un monitor más pequeño, de 24 pulgadas, una de las mejores opciones que podemos encontrar con una excelente relación calidad-precio es el monitor de Samsung LS24C312EAUXEN, un monitor de 24 pulgadas, con resolución Full HD y con una tasa de refresco de 75 Hz. Se trata de uno de los monitores mejor valorados y lo podemos comprar por menos de 100 euros a través de los siguientes enlaces.
