Tras toda la controversia y problemas que ha generado y está generando Windows 11, tras múltiples actualizaciones de este SO que llegó hace nada a nosotros es de recibo entender que es posible que algo más nuevo no siempre sea lo mejor, al menos por el momento. Windows 10 es sólido, el rendimiento es mejor que en Windows 7 u 8.1 y está consolidado, sin problemas de envergadura o similares, pero… ¿Qué tal rinde frente a Windows 11? ¿Es la comparativa Windows 10 vs Windows 11 con NVIDIA y AMD realmente necesaria vistos los precedentes?
Los chicos de Tom’s Hardware han lanzado una curiosa comparativa con multitud de juegos que centra las cosas y pone varios puntos de luz a todo este problema. No es solamente un Windows 10 vs Windows 11 en gaming, es comparar dos exponentes de AMD y NVIDIA frente a frente para determinar la media de mejora o empeoramiento entre dos GPU concretas: RTX 3080 Ti y RX 6900 XT.
Windows 11 vs Windows 10 en gaming
La comparativa ofrece 14 juegos de diversa índole, motores y desarrolladoras donde se hace uso de DX12 en su haber para así mantener un punto en común entre ambos SO. Aparte del desglose por juego y resolución tenemos las medias y… Hay datos curiosos
Comenzaremos con los datos de la RTX 3080 Ti en Average FPS, donde las diferencias son solamente de +0,6% para W10 y 1080p, -0,3% y -0,9% para Windows 11 en 2K y 4K. No hay sorpresas aquí y de hecho las mediciones entran dentro del rango de la tolerancia para las mediciones.
Lo interesante aquí es el percentile, donde en 1080p la diferencia a favor de Windows 10 es de un 2,2%, mientras que en 2K y 4K entra dentro de lo esperable con un +0,1% y un -1,1%. Quizás en la resolución más exigente Windows 11 marque la mínima diferencia, que es de menos de 1 FPS, inapreciable para cualquier jugador, incluso profesional.
AMD muestra «mayores» varianzas de datos
Con AMD curiosamente tenemos por un lado estabilidad casi total con un -0,1%, +0,3% y 0% en 1080p, 1440p y 4K respectivamente, por lo que no hay diferencia alguna entre ambos sistemas operativos. Pero mirando los percentile todo cambia, aunque también por la mínima con -0,7%, -0,2% y -0,3% en favor de Windows 11.
El problema es que son diferencias tan nimias que no pueden ser apreciables jugando, ya que en 1080p 0,7 FPS de GAP, 0,1 FPS en 2K y en 4K solamente 0,2 FPS. Por lo tanto y a modo de conclusión hay que ser objetivos y mirar las cosas con una mayor perspectiva.
Globalmente Windows 11 no aporta un solo beneficio real frente a Windows 10 siempre que no tengamos en nuestro poder una plataforma Alder Lake de Intel (Intel Thread Director es vital aquí para la arquitectura).
Lo que debemos hacer es mirar específicamente el juego que nos interese y decidir, porque sí que se pueden ver algunas diferencias de rendimiento puntuales por juego y resolución, pero en general donde uno le quita al otro, el otro se lo devuelve y terminan en un empate técnico que no justifica el cambio de sistema operativo salvo el caso comentado de Alder Lake.