El lanzamiento de las nuevas tarjetas gráficas de AMD está resultando cuanto menos convulso, y es que mientras que para unos cumplen de sobras con lo que se les pide, para otros se quedan cortas en rendimiento. Son estos últimos los que han decidido realizarle overclocking a sus RX 7900 y se han encontrado con una sorpresa inesperada. Perdida de potencia. ¿Por qué ocurre esto?
Una de las polémicas más absurdas con el lanzamiento de las RX 7900 ha sido su velocidad de reloj, todo por el hecho que «filtradores de información» hablaban de velocidades de reloj por encima de los 3 GHz. En defensa del fabricante de las Radeon hemos de decir que ellos nunca hablaron de esas velocidades, sino en mejorar la eficiencia por vatio de forma oficial. En todo caso, dichos rumores han hecho que muchos usuarios hayan decidido realizar overclocking a sus tarjetas gráficas de nueva generación de AMD.
¿Por qué el overclocking a las RX 7900 recorta rendimiento?
El hecho de aumentar la velocidad de reloj debería significar una subida de rendimiento; sin embargo, en las RX 7900 el overclocking a veces puede resultar contraproducente. No olvidemos que una GPU es un chip cuanto menos complejo compuesto por diferentes piezas con diferentes velocidades y dominios de poder. Por lo que es habitual en los diseños darles diferentes dominios eléctricos. Pensad en ello como habitaciones de una casa con diferentes interruptores que se pueden encender y apagar.
Sin embargo, la cosa es más compleja, ya que sería más bien como tener interruptores de luz que se puedan regular para no pasar de cierto nivel de consumo energético en la tarjeta gráfica. Así pues, se han encontrado que cuando se hace overclocking a una RX 7900 y el chip supera ciertos límites de velocidad, entonces la velocidad de reloj del controlador de memoria empieza a bajar. El cual recordemos que se encuentra en los chips de pequeño tamaño alrededor del principal, en el caso de la primera GPU con chiplets.
¿Las consecuencias de ello? Fácil, debido a que las tarjetas gráficas dependen del ancho de banda para su rendimiento, al subir la velocidad de reloj la demanda por el mismo aumenta, pero si al mismo tiempo la tasa de transferencia entre GPU y memoria baja se acaba creando un cuello de botella que recorta su capacidad de trabajo. En la imagen que veis a continuación podemos ver como el hecho de subir la velocidad de reloj a 3281 MHz supone una bajada a 1461 MHz de la velocidad de la memoria. Es decir, pasar de los 2.5 GHz de 20 Gbps a una velocidad de 12 Gbps. Es decir, un recorte en el ancho de banda casi a la mitad, de 960 GB/s a 576 GB/s.
¿Cuáles son las causas de todo ello?
Bueno, en este punto nos podemos poner a especular, pero creemos que por la polémica del conector de 12+4 pines de alta potencia que muchos han relacionado con NVIDIA, cuando es un estándar del PCI-SIG que AMD usará llegado el momento justo, y los problemas asociados. Lo que ha llevado a que el fabricante de las Radeon haya lanzado sus RX 7900 con los conectores de alimentación tradicionales.
Todo ello nos indica que la GPU más potente de AMD podría ir a mayor velocidad de reloj, pero ya dentro de los parámetros de necesitar un nuevo conector. Lo que hace que nos preguntemos si en 2023 tendrán lista una eventual RX 7950 XT con un consumo mayor, pero también con un rendimiento mucho mejor. En todo caso, de sacar una versión mejorada, AMD no lo haría con el mismo chip, sino con una versión bineada del mismo o en su defecto con una optimización. En todo caso, una de las cosas que han de mejorar es la curva entre la velocidad de reloj y el voltaje, la cual es peor que en las de NVIDIA RTX 4090. Lo cual marca que en las RX 7900 el overclocking es peor y, por tanto, a no ser que haya cambios en ese aspecto, alcanzaría velocidades más bajas.