Muchas veces podemos ver cómo los SoC se denominan como CPU, pero esto es un error realmente común ya que no son lo mismo, cuentan con muchas diferencias y en la mayoría de las ocasiones, tratarlos como si fuesen lo mismo puede llevar a una confusión. Para aclarar los problemas que podemos tener en caso de no saber diferenciarlos, a continuación os vamos a explicar qué es cada uno, así como en qué se diferencian.
Al igual que con muchos términos que podemos escuchar a diario, en el sector de la informática hay varios que tienen un significado distinto pero que se utilizan de forma similar, lo que puede causar una confusión para aquellas personas que no conocen demasiado del tema.
Qué es una CPU
Empezando por el término que más podemos conocer tenemos la CPU, que es un componente integrado en un chip único e independiente que realiza diversas funciones dentro de un ordenador, entre las que se encuentran el procesamiento de datos, gestión del almacenamiento y recuperación de datos y manejo de los procedimientos de entrada/salida. La Unidad Central de Procesamiento consta de tres unidades principales, la unidad de memoria, la unidad de control (CU) y la unidad aritmética lógica (ALU).
La CPU se conoce por ser el «cerebro» de un ordenador, ya que contiene la información y circuitos necesarios para que el sistema pueda hacer los diversos cálculos y ejecute las tareas dependiendo de lo que hagamos. En este caso, este componente suele incorporarse en una placa base, en la cual podemos encontrar más piezas que permiten al ordenador realizar más funciones, como pueden ser una tarjeta gráfica dedicada, la propia memoria o el almacenamiento del sistema.
Qué es un SoC
Una vez conocemos qué es una CPU, será extremadamente fácil diferenciarla de un SoC, y es que como su propio nombre indica (System-on-Chip), podemos imaginar por donde va la cosa, y es que es básicamente es un chip en el que se incorporan todos los aspectos que tiene un sistema informático. Esto implica, dentro de este chip podemos encontrar todos los elementos que de normal tendríamos distribuidos en la placa base de un ordenador, incluida la CPU, por lo que obviamente podemos entender el motivo por el que no son lo mismo.
Estos chips tienen todos los componentes que hemos mencionado anteriormente en el apartado de la CPU embebidos, es decir, que pueden incorporar una GPU integrada, junto con la memoria RAM o el almacenamiento, algo que podemos ver en los dispositivos móviles, y que cada vez es más común en los portátiles.
Cuáles son sus diferencias
Una vez hemos visto qué es cada cosa, ya podemos entender cuales so las diferencias que presentan, cada una, y la mayor que podemos encontrar obviamente es que el SoC incorpora todos los componentes que hemos mencionado anteriormente. Pero además de esto, también pueden tener otras, como la plataforma en la que se utilizan, ya que las CPU por ejemplo suelen utilizarse mucho por ejemplo en ordenadores de sobremesa, ya que pueden ofrecer un rendimiento mayor sin tener que preocuparse por ejemplo de las temperaturas o de la energía que consumen.
Mientras tanto, los SoC suelen utilizarse en otros sistemas que requieren menos energía y que a su vez ofrecen un rendimiento inferior, como es el caso de los smartphones o de los ordenadores portátiles.