Seguramente te suenen Spectre y Meltdown, las primeras vulnerabilidades encontradas en procesadores a nivel de silicio. Debemos destacar que antes solo se atacaba al software, no al hardware, hasta que un grupo de investigadores se puso a ello. La última ha sido Downfall que solo afecta a los procesadores Intel Core y que, a su vez, le ha costado una demanda a la compañía.
Downfall es una vulnerabilidad en los procesadores Intel Core que tiene que ver con las instrucciones AVX2/AVX-512. Concretamente, afecta a las cargas de trabajo que utilizan este tipo de instrucciones.
La vulnerabilidad, explicado de manera sencilla, revela los registros almacenados en el hardware. Esto podría generar un robo masivo de datos, como puedan ser contraseñas de acceso de diferentes servicios. Debes saber que las vulnerabilidades, normalmente, no se consideran culpa de la empresa si se mitigan rápidamente.
Intel podría verse en serios problemas legales
Según ha podido saber The Registter, la demanda tiene que ver con cinco clientes de procesadores Intel. Alegan que la compañía conocía la vulnerabilidad desde el año 2018. Concretamente, ese mismo año es cuando se descubrieron las primeras vulnerabilidades a nivel de chip de Intel, que recibieron el nombre de Spectre y Meltdown.
Los demandantes alegan que Intel no arreglo el problema en la arquitectura hasta detectarse Downfall. Algo que habría generado un importante riesgo de seguridad para millones de usuarios. También destacan que las correcciones habrían provocado una pérdida de rendimiento de hasta el 50%.
Parece ser que, en verano de 2018, mientras estaban con Spectre y Meltdown recibieron un informa de otras vulnerabilidades. Advertían de la existencia de un problema den las instrucciones AVX. Un conjunto de instrucciones que permite realizar operaciones múltiples de datos de manera simultánea con mejora de rendimiento.
Dentro de la demanda destacan que Intel era muy consciente de la vulnerabilidad existente en sus procesadores. Alegan que la compañía no hizo nada para solucionar el problema en esos cinco años. Solo a raíz de su conocimiento público, se han puesto a trabajar en el problema.
Además, la demanda dice que se han implementado «búferes secretos» relacionados con dichas instrucciones. Todo pese a que AVX está pensado para suprimir amenazas durante un cierto periodo de tiempo. El resultado fue justamente el contrario, ya que hacía más sencillo el robo de datos confidenciales.
Mayor presión para la compañía
Según la demanda, estos búferes secretos junto con los restos almacenados en caché, dejarían abierta una puerta trasera en el procesador. A su vez, permite al atacante mediante el uso de instrucciones AVX, obtener información confidencial de la memoria. Entre otros, se pueden obtener las claves de cifrado AES.
Los demandantes alegan que pueden explotarse gracias a las vulnerabilidades Spectre y Meltdown. En teoría, ambas vulnerabilidades están mitigadas y se han eliminado en arquitecturas modernas.
Intel, de momento, no ha dicho absolutamente anda al respecto de la demanda. Lo cierto es que parece ser que a la compañía «no le molestan» estos problemas de seguridad dentro de la arquitectura. Algo que pone en riesgo la seguridad y privacidad de sus clientes.
Dicho esto, de momento no sabemos si es cierto, ya que solo se ha presentado la demanda. Ahora habrá que demostrar las acusaciones y que un juez diga si están equivocados o aciertan.