Muchas de las tecnologías que se lanzan al mercado lo hacen con un propósito concreto, hay algunas destinadas a aumentar la producción mientras que otras buscan cambiar la forma que tienen los usuarios de utilizar un sistema. En el caso de la tecnología háptica podríamos categorizarla dentro del segundo grupo ya que su objetivo es ofrecer una inmersión superior, os explicamos qué es y cómo funciona.
Durante los últimos años hemos visto una evolución clara en la industria de los videojuegos, muchos de los aspectos que se han desarrollado ofrecen a los usuarios la capacidad de vivirlos como nunca antes, pero ahora también se suma una tecnología que poco a poco va captando más la atención de las compañías. Una de las principales que ha introducido cambios en sus productos para tratar de hacer que llegue a más usuarios es Razer, quienes cuentan con una serie de productos hápticos diseñados específicamente para jugadores.
Un tipo de tecnología que sirve para potenciar la inmersión
¿Alguna vez os habéis preguntado cómo sería sentir cada curva en un juego de carreras o el peso de un arma en un shooter? No es algo que actualmente tenga mucho mercado ya que implica hacer unas configuraciones bastante complicadas así como tener un setup bastante específico, pero poco a poco vemos como varias marcas comienzan a dar el paso para llegar a ofrecer este tipo de sensaciones. La gran mayoría de ellas pasan por utilizar la tecnología háptica que básicamente se dedica a estudiar la posibilidad de transmitir sensaciones mediante el tacto.
Los periféricos que hacen uso de este tipo de tecnología no están demasiado extendidos ya que es algo bastante caro de desarrollar, si escogemos como ejemplo la almohadilla háptica Razer Freyja veremos que tiene un precio bastante alto, cuesta 300€ y no es algo que la mayoría de las personas consideren necesario. El funcionamiento que tiene no es para nada simple, utiliza un total de seis motores hápticos para representar diversas zonas de movimiento. Realmente lo que hace es aplicar una respuesta física a cosas que suceden dentro de un juego.
Esto implica que si estamos jugando a un título de carreras la almohadilla utiliza los seis motores para tratar de trasladar la sensación que habría a la hora de conducir un coche, aplicando cierta presión sobre la espalda y el asiento. Obviamente tampoco hay muchos juegos que sean compatibles con este tipo de dispositivos ya que como bien hemos indicado no están muy extendidos y por lo tanto no forma parte de las prioridades de la compañía.
No hay muchos más productos que ofrezcan una respuesta física a lo que sucede dentro de un juego, la propia Razer cuenta con unos auriculares que también tienen dos motores hápticos en las almohadillas para generar una sensación distinta pero obviamente también tienen un precio bastante elevado y es una función bastante limitada actualmente. Está claro que es una tecnología en desarrollo que seguramente no veremos como algo normal hasta dentro de bastante tiempo, y más después de ver cómo se ha dejado de lado la realidad virtual (el principal mercado que tenía esta tecnología).