Cinco años después de una campaña fallida en Kickstarter, el fabricante alemán Roto ha anunciado que van a poner en el mercado su silla gaming especialmente diseñada para la realidad virtual, la Roto VR Chair, con el principal aliciente de que es una silla motorizada que gira automáticamente proporcionando una integración total con los juegos -especialmente los de simulación de conducción-. Eso sí, si te gusta y quieres hacerte con una deberás ir ahorrando porque barata no es.
Según Roto VR, esta silla para realidad virtual garantiza una mayor inmersión en los juegos y, al mismo tiempo, reduce los mareos en este tipo de experiencias -algo bastante común especialmente para usuarios que no estén acostumbrados- ya que las impresiones sensoriales de los ojos se corresponden mejor con el movimiento percibido en la habitación. Para este propósito, la silla es capaz de girar hasta a 22 revoluciones por minuto con los movimientos de la cabeza del usuario, siempre y cuando éste no pese más de 120 Kg. Si su peso es superior, esta cifra se reduce a 18 RPM, y la silla soporta hasta 250 Kg de peso.
Roto VR, ¿la silla para realidad virtual perfecta?
La silla incorpora un accesorio independiente de la plataforma que incluye un sensor para la cabeza, el cual se instala en el costado de las gafas para realidad virtual y envía los movimientos al motor integrado en la silla. De esta manera, es posible hacerla funcionar adecuadamente incluso con aplicaciones para móviles, si bien por supuesto está pensada para gafas de realidad virtual «fijas».
La silla también ofrece un «modo cabina», que mediante una serie de accesorios específicos con los que se pueden acoplar volantes, pedaleras o sistemas HOTAS se logra que la silla se mueva en línea con los movimientos del juego, generando una mejor sensación de inmersión en los juegos.
Al igual que con las cintas para correr de 360 grados que hemos visto muchas veces en demostraciones, el control del movimiento se debe poder desacoplar de la vista del usuario. Así, han integrado dos pedales táctiles unidos al riel para los pies que están destinados para convertir los pasos del usuario en el movimiento del juego, y eso mientras está sentado.
Estos dos «pedales» se conectan al un PC conectado a su vez a la silla como un dispositivo de entrada HID independiente; tal y como dice el fabricante, estos pedales corresponden básicamente a un ratón digital de dos botones, al que con tocar el botón izquierdo se activa un paso, al tocar con el derecho otro paso y al pulsar los dos a la vez se salta.
Conexiones desactualizadas
Un problema importante que tienen los largos procesos de desarrollo de productos como esta silla para realidad virtual es que pueden quedarse desactualizados incluso antes de ser lanzados al mercado. En principio, y aunque la silla está pensada para poder funcionar con sistemas inalámbricos que permitan un movimiento de giro de 360 grados, como hemos dicho antes está diseñada para funcionar con sistemas de realidad virtual que no lo son.
Así, la Roto VR Chair está diseñada para sistemas de primera generación como Oculus Rift y HTC Vive que dependen de una conexión HDMI entre el PC y las gafas VR, pero las gafas de realidad virtual de última generación ya hacen uso de DisplayPort o incluso USB-C. Esto significa que esta silla de 2.149 euros está un poco desfasada, ya que solo tiene conectividad HDMI para las gafas de realidad virtual.
Según el fabricante, en el mes de diciembre lanzarán una nueva revisión de la silla que será compatible con los cascos de realidad virtual más modernos del mercado, aunque todavía no han dicho nada sobre precios y disponibilidad.