Hoy se cumplen 30 años del lanzamiento de la primera PlayStation en Japón y con ella se inauguró la época de éxito más prolongado de la historia de los videojuegos a manos de una marca que, desde ese instante, ha gobernado la industria de los videojuegos ininterrumpidamente, a diferencia de todos los competidores con los que se ha topado en ese tiempo: SEGA, Nintendo y Microsoft. Pero aunque ahora celebramos esas tres décadas, nadie en Sony confiaba en aquel 1994 del éxito de su máquina.
El fracaso (relativo) de MSX fue la primera muesca en la desconfianza de Sony, que cuando se vio casi obligada a desarrollar su propia consola no esperaba una recepción así. En España, la prueba de esa poca confianza fue que la empresa encargada de distribuir la máquina en 1995 fue Columbia, la filial en nuestro país encargada de distribuir películas. Y no lo decimos nosotros, nos lo confesaban aquellos primeros trabajadores en petit comitè de lo que luego se convertiría en PlayStation España.
De la nada a ser la rama más exitosa de Sony
En 1994 Sony tenía divisiones a patadas. La de las cámaras de fotos, las de vídeo, la de los aparatos de reproducción de música portátiles, la de las cadenas musicales, las televisiones, los portátiles, los sensores fotográficos y un largo etcétera y, al final del todo, también se acordaban de que tenían videojuegos. Esos «dichosos jueguecitos que solo nos han dado problemas» cuando en los 80 intentaron tener su propio universo gracias a los MSX.
En Sony los videojuegos fueron testimoniales, accesorios, prescindibles… hasta que las cifras fueron aumentando. Primero con PlayStation a finales de los 90, luego con PS2, donde crecieron exponencialmente y la cosa ya parecía ser importante, y más tarde en PS3 o PS4 y PS5 ahora reinando. Y no nos olvidamos de PSP que, a su manera, fue revolucionaria hasta que la piratería la mató, o PS Vita, que todo lo bueno que tenía el hardware fracasó por la indefinición de los japoneses y una estrategia errática.
El resultado del lanzamiento de aquella primera PlayStation es que ahora Sony ya apenas retiene dos o tres divisiones importantes. Fotografía y vídeo, obviamente, aparatos de música y, sobre todo, por encima de los demás, los videojuegos. Que es lo que de verdad ha convertido a los japoneses en una auténtica potencia tecnológica en los últimos años. Lo que son las cosas: de no creer nadie en el éxito de los videojuegos a, prácticamente, tener que vivir de ellos.
Cuando tener una «play» era tener una consola
Pero el éxito económico continuado de PlayStation no está solo en sus cifras de ventas, sino también en el impacto que ha tenido en la cultura popular donde ha llegado a convertir la palabra que define a sus máquinas, «la play», en la descripción de todo un segmento. Cuando un padre se enfada con su hijo, da igual la máquina que tenga, sea un PC, una Xbox o una Switch: «apaga la play» es lo que le sale del alma.
Y esa conquista en sí misma es el fiel reflejo de lo ocurrido en los últimos 30 años. Que ni SEGA, ni Nintendo ni Xbox han logrado un éxito tan constante y continuado con sus máquinas jamás. De ahí la importancia de un día como el de hoy.