De acuerdo a las declaraciones de Madj Bakar, vice presidente de ingeniería de Google, jugar con Stadia será más rápido que si lo hiciéramos con hardware local, es decir, con nuestros PC gaming y videoconsolas actuales. Google Stadia, la nueva plataforma de entretenimiento de la compañía, estará disponible a partir de noviembre de este año.
Antes de que nos aventuremos a decir que las afirmaciones de Google son un disparate, hay que matizar que Bakar habla de dentro de un tiempo. Según dice, gracias a los avances en la tecnología de modelado y aprendizaje automáticos, Stadia reclamará su superioridad en el entorno gaming con su servicio de juegos en streaming en un par de años desde su lanzamiento.
«Al final, en un año o dos tendremos juegos que funcionen más rápidamente y que se sientan más fluidos que los que hay actualmente con hardware local, sin importar lo potente que sea el hardware que los mueva».
¿Cuáles son las características de Stadia?
Google Stadia es un servicio gaming en la nube que permitirá jugar a cualquier título en streaming a través de Internet, con máxima calidad y sin tener que invertir en hardware. Según Google, esta plataforma nos va a permitir jugar a resoluciones 1080p e incluso 4K a 60 FPS y con HDR desde el momento del lanzamiento, y afirman que en el futuro adoptarán resoluciones 8K y 120 FPS.
Como requisito, únicamente se establece una conexión a Internet con 10 Mbps de descarga y 1 Mbps de subida para el servicio a 720p, que se eleva a 35 Mbps de bajada si queremos jugar a resolución 4K y 60 FPS. Tendrán su propio mando, el Stadia Controller, pero no será obligatorio y podremos jugar con casi cualquier mando gaming del mercado.
¿Tiene Google Stadia potencial para que ser más rápida que el hardware local?
Google sugiere que utilizarán una tecnología llamada «Negative Latency«, o latencia negativa, que se describe como un buffer de grandes dimensiones que podrá impulsar los FPS de los juegos en el lado de los servidores, y que evitará la ralentización de los juegos incluso aunque la conexión no sea buena. Esta tecnología también podría contar con un algoritmo que predecirá los botones que pulsará el jugador a continuación gracias al machine learning, para compensar la latencia.
Con todo y con eso, siempre va a haber dos factores intermedios entre los servidores de Stadia y el usuario: por un lado, el más problemático, que es la conexión a Internet. No todo el mundo posee conexión de fibra óptica de alta velocidad, e incluso los que la tienen, siempre existe una latencia, bastante elevada en ocasiones, además de que nunca es totalmente estable.
Google dice que evitarán esto con un buffer muy grande y la inteligencia artificial, pero si es la inteligencia artificial la que va a determinar qué botones vamos a pulsar a continuación, puede ser un gran foco de fallos porque el juego no haga lo que el usuario le está diciendo que haga con su mando.
Y aquí entramos en el segundo punto: el mando. Dejando de lado que no es obligatorio utilizar el Stadia Controller, los mandos también tienen latencia, y más todavía los inalámbricos. Y aunque la latencia sea nimia, al final todo suma.
En resumen, las afirmaciones de Google son un tanto atrevidas, al menos de momento, pero antes de desmerecerlas será mejor esperar a los plazos que se han marcado para ver si son o no reales. Desde luego, si lo fueran, representarían toda una revolución en el gaming doméstico.