Si hay un dispositivo moderno que podamos considerar como la definición de versatilidad, ese es la Raspberry Pi. Esta placa de desarrollo es utilizada en infinidad de proyectos diferentes, desde para hacer las veces de servidor hasta para control de cámaras, o incluso para ser una consola portátil. Y precisamente por esto, es muy probable que te hayas planteado el convertir tu Raspberry Pi en un dispositivo portátil, ¿verdad?
Son decenas los proyectos publicados en Internet que convierten a una Raspberry Pi en un dispositivo portátil para uno u otro propósito: puede ser una consola portátil, como ya hemos mencionado, pero también un portátil per se, una herramienta de «hacking ético» como el famoso Flipper Zero, o aunque sea un reloj de pared. Pero obviamente, para que un dispositivo electrónico sea portátil, hace falta como mínimo una batería.
¿Qué hace falta para convertir una Raspberry Pi en portátil?
Una de las mayores ventajas de la Raspberry Pi es que consume muy poquita energía, si bien es cierto que los modelos más nuevos ya tienen un consumo un poco más elevado. Con todo, sigue siendo un dispositivo que podemos alimentar simplemente por USB, y de hecho modelos antiguos se pueden alimentar conectándolos directamente al USB del router, no necesitan más. Esto significa que, como ya hemos mencionado, el requisito fundamental y primordial para hacer que puedas tener tu Raspberry Pi funcionando en cualquier parte es añadirle una batería.
Antes de decidir cómo darle alimentación a tu dispositivo, primero necesitas tener claro para qué la vas a utilizar o cuál va a ser su cometido. Dicho de otra manera, no necesitas la misma fuente de alimentación si vas a usar tu Raspberry para ser un reloj de pared, para lo que incluso podrías alimentarla con pilas, que una consola portátil, para lo que ya necesitarías una batería bastante más grande. Además, también influye, como hemos ya mencionado antes por encima, el modelo de Raspberry que vas a usar. Por poner unos ejemplos:
- La Raspberry Pi Zero 2 requiere 2.0 A de alimentación.
- La Raspberry Pi 4 Model B requiere que le entren 3.0 A.
- El último modelo, la Raspberry Pi 5, ya requiere 5 amperios de corriente.
Por este motivo, lo primero que debes tener en cuenta es esto: el modelo que tienes y sus requisitos de alimentación. Ahora, una vez que lo tengas claro, pasemos a la siguiente sección: ¿cómo darle alimentación a una Raspberry Pi para convertirla en portátil?
Opciones de batería para Raspberry Pi
Las opciones son muchas, puesto que como ya hemos dicho antes las Raspberry Pi se alimentan por USB, pero también tenemos la opción de darles alimentación de forma diferente. Por si te lo estabas preguntando, sí, puedes conectar tu dispositivo a una powerbank y funcionará sin problemas, siempre y cuando el powerbank sea capaz de entregar los amperios que hemos mencionado antes.
No obstante, hay otras muchas formas de darle alimentación a uno de estos dispositivos. Muchas muchas, así que vamos a quedarnos con un par para utilizarlas de ejemplo que, personalmente, nos parecen bastante fáciles de utilizar.
Por ejemplo, Waveshare UPS Module 3S, un «hat» para la Raspberry que nos permitiría utilizar tres pilas de formato 18650 (ojo, no es el formato AA tradicional que todos conocemos, pero es muy sencillo encontrar este tipo de baterías porque es el mismo que utilizan muchas linternas y vapers) capaces de proporcionar 5A de forma estable y durante mucho tiempo, ideal para una Raspberry Pi 5. Se conecta internamente a su interfaz I2C, por cierto.
Tienes otras alternativas, como por ejemplo este de GeeekPi, que es igual pero con dos baterías 18650.
Otra opción que te evitaría usar pilas o baterías porque ya viene con su batería de 5000 mAh incorporada es Pisugar 3 Plus.
¿Y la pantalla?
Luego ya, depende de para qué vayas a usar tu proyecto, tendrás que añadir otras cosas como por ejemplo una pantalla, algo indispensable para poder usar la Raspberry Pi de forma portátil, ¿no? Te dejamos algunas opciones.
La primera es la más obvia: la pantalla oficial. Tiene 7 pulgadas, es táctil y una resolución de 800 x 480 píxeles. No es gran cosa, pero dependiendo del uso que vayas a darle suele ser más que sobrada. También puedes irte a por una de las opciones preferidas de muchos usuarios, la ASUS ZenScreen, una pantalla de 15.6 pulgadas con resolución Full HD que funciona a través de USB.
Por supuesto hay muchas otras alternativas, como esta pantalla de 3,5 pulgadas de marca china que te viene con una carcasa integrada para la Raspberry Pi 5. No es gran cosa, pero nos consta que funciona bastante bien.
Opciones hay muchísimas, y nosotros te hemos puesto un par que consideramos interesantes, pero si prefieres alguna otra cosa tan solo tienes que irte a Amazon o similar y buscar «pantalla Raspberry Pi» para navegar entre las opciones que hay.