Si llevas tiempo dándole vueltas a la posibilidad de comprar una consola retro que te permite disfrutar de tus juegos favoritos de cuando eras joven, no es necesario que sigas haciéndolo ya que puedes utilizar una Raspberry Pi que tengas en casa para llevar a cabo este proyecto.
La Raspberry Pi se ha convertido en uno de los dispositivos más utilizados para crear consolas retro, no solo por su bajo coste, sino también por el elevado número de opciones en forma de sistema operativo para ejecutar juegos antiguos.
¿Qué tipo de consola quieres emular?
Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de montar una consola retro con una Raspberry Pi es saber qué tipo de consola queremos emular, ya que el hardware que necesitamos no es el mismo.
De 8 y 16 bits
Si queremos contar una consola retro para emular consolas de 8 y 16 bits como la NES, SNES, Mega Drive el modelo más bajo de la gama Raspberry Pi que necesitamos es la Raspberry Pi 3 B ya que no es necesaria tanta memoria RAM con las consolas de 32 o 64 bits.
De 32 o 64 bits
Pero, si lo queremos es emular consolas de 32 o 64 bits como la PlayStation, Nintendo 64, Dreamcast y demás, necesitamos, como mínimo la Raspberry Pi 4 en adelante, siendo la Raspberry Pi 5 la mejor opción disponible en este momento ya que están disponible en configuraciones de hasta 16 GB de RAM.
Mejores Raspberry Pi para montar una consola retro
Los primeros modelos que debemos descartar a la hora de montar una consola retro con una Raspberry Pi son los modelos Zero y Pico. Los modelos Pico y Zero de Raspberry Pi no están orientados al gran público ya que carecen de las prestaciones básicas que necesitamos para montar una consola retro.
La Raspberry Pi Zero se ha diseñado para utilizar en proyectos de reducidas dimensiones, que requieren de un muy bajo consumo de energía y donde el espacio disponible es muy reducido.
Aunque cuenta un puerto mini HDMI, Wi-Fi, USB y ranura para tarjetas SD, la velocidad del procesador (1 GHz) y la memoria RAM (512 MB) son suficientes. Se utiliza principalmente en proyectos de electrónica y domótica del hogar (controlar luces, sensores entre otros) gracias a su perfecta integración con Home Assistant).
Si hablamos de la Raspberry Pi Pico, no hablamos de un ordenador, sino de un microcontrolador programable diseñado para proyectos de electrónica, automatización y control de hardware. Al carecer de todo tipo de puertos y no se un ordenador en sí no es una opción como consola retro.
Raspberry Pi 5
De todos los modelos disponibles actualmente en el mercado, la Raspberry Pi 5 es el modelo más completo y potente que podemos utilizar para crear una consola retro. Este modelo supone una importante renovación en comparación con la Raspberry Pi 4.
Está gestionada por el procesador Cortex A-76 de 64 bits con 4 núcleos a 2,4 GHz (900 MHz más que la generación anterior) y está disponible en versiones de 2, 4, 8 y 16 GB LPDDR4.
Cuenta con soporte para Wi-Fi de doble banda, Bluetooth 5.0, un cabezal de 40 pines GPIO, Gigabit Ethernet, 2 puertos USB 3.0 a 5 Gbps, 2 puertos USB 2.0, soporte para PCIe 2.0, lector de tarjetas microSD y dos salidas de vídeo micro HDMI compatibles con resolución 4K.
Si quieres montar una consola retro con una Raspberry Pi para emular consolas de 8, 16, 32 y 64 bits, el modelo con 16 GB de RAM es el que necesitas, aunque con 8 GB tampoco deberías tener muchos problemas, sin embargo, si el dinero no es un problema, la versión de 16 GB es la recomendada.
Raspberry Pi 4 Model B
La siguiente como mejor opción para montar una consola retro con una Raspberry Pi es la Raspberry Pi 4 B. Este modelo cuenta con un procesador Cortex-A72 de 64 bits con 4 núcleos con una velocidad de reloj de 1,5 GHz. Está disponible en versiones de 1, 2, 4 y 8 GB de memoria RAM LPDDR 4, cuenta soporte para Wi-Fi de doble banda, Bluetooth 5.0 y Gigabit Ethernet.
En cuanto a las opciones de conectividad, la Raspberry Pi 4 B cuenta con dos puertos USB 3.0, dos puertos USB 2.0, dos puertos micro HDMI compatible con 4K, un puerto de alimentación USB-C, un cabezal de 40 pines GPIO, ranura para tarjetas microSD y conector jack de 3,5 mm.
La Raspberry Pi B es perfecta para emular consolas de 32 y 64 bits. Si queremos que los juegos se ejecuten de la forma más fluida posible, es recomendable optar por el modelo de 4 GB de RAM como mínimo.
Raspberry Pi 3 Model B
La primera Raspberry Pi 3 que llegó al mercado fue la Raspberry Pi 3 B, un modelo llegó al mercado en 2016. Este modelo está gestionado por una CPU Cortex A-53 a 1,2 GHz, junto con un 1 GB de memoria RAM LPDDR2.
Cuenta con Wi-Fi de 2.4 GHz, Bluetooth 4.1, puerto RJ-45 100 Mbps, 4 puertos USB 2.0, lector de tarjetas microSD, puerto mini HDMI y un cabezal de 40 pines GPIO. Como hemos comentado más arriba, este modelo es prefecto para emular consolas de 8 y 16 bits.
Raspberry Pi 3 Model B+
Dos años después, se lanzó la Raspberry Pi 3 B+. Este modelo cuenta con un procesador Cortex A-53 a 1.4 GHz, 1 GB de memoria LPDDR2, soporte para Wi-Fi de doble banda (2,4 GHz y 5 GHz), Bluetooth 4.2, RJ-45 300 Mbps, lector de tarjetas microSD, 4 puertos USB 2.0, un puerto mini HDMI y un cabezal de 40 pines GPIO.
Dentro de los 3 modelos de Raspberry Pi 3 que han lanzado al mercado, este modelo es el más potente de todos para emular consolas de 8 y 16 bits. La Raspberry Pi 3 A+ es una versión compacta de la Raspberry Pi 3B+, con la mitad de memoria RAM, sin puerto ethernet y con tan solo 1 puerto USB-A, por lo que no es una opción para montar una consola retro.
¿Cuál es la mejor Raspberry Pi para montar una consola retro?
Si quieres crear con una consola retro que te permite emular consolas de 8, 16, 32 y 64 bits, el modelo que buscas es la Raspberry Pi 5 con 8 GB de RAM como mínimo. La siguiente opción más barata es la Raspberry Pi 4 Model B con 8 GB de RAM o de 4 GB como mínimo.
Pero, si lo que queremos es emular consolas de 8 y 16 bits, no es necesario gastarnos mucho dinero ya que con la Raspberry Pi 3 B+. Otra opción más económica la encontramos en la Raspberry Pi 3B cuenta tiene una velocidad de reloj interior y soporte para Wi-Fi de 2,4 GHz, también es una opción, aunque menos potente.
Independientemente de cuál sea el modelo vayamos a utilizar muy importante es no olvidarse de utilizar un disipador, par que evitar que la CPU se caliente en exceso cuando está trabajando a pleno rendimiento como los que os mostramos a continuación.
