Todas las consolas que salen al mercado suelen tener el mismo problema dentro de una generación entera, muchas veces tienen unos componentes que por ciertos motivos cuando se lanzan no son una novedad. En algunos casos podemos ver que los plazos de desarrollo son más cortos de lo que imaginamos, pero por querer exprimir al máximo el hardware anterior no se lanzan cuando todavía representan una novedad, siendo el mayor problema que tienen las consolas su propio hardware.
Las consolas conforman una gran parte de la industria de los videojuegos, si bien es cierto que en los últimos años hemos visto cómo PC ha logrado conseguir una influencia muy grande, uno de los mercados prioritarios sigue siendo el que lideran las marcas de PlayStation, Xbox y Nintendo. Que PC tenga una versatilidad tan grande ha hecho que muchos juegos se desarrollen para un hardware que cambia prácticamente cada dos años con los lanzamientos de nuevos procesadores y gráficas algo que ha afectado de forma negativa a las consolas ya que mantienen los mismos componentes durante periodos de tiempo bastante más grandes, aunque este no es su mayor problema.

Los componentes de consola podrían ser mejores de lo que te imaginas
Seguramente muchas personas piensen que las consolas pueden soportar una generación que dura entre seis y ocho años por el hecho de que incorporan un hardware realmente bueno, pero realmente la magia está detrás de los equipos de desarrollo que logran optimizar todos los juegos para que salgan en este tipo de hardware, algo que lleva mucho trabajo si no se hace desde un principio. La realidad al final nos demuestra que las capacidades que tienen los componentes de una consola no son tan altas como hacen que parezca por optimizar bien el software que utilizan ya que al final cuando se lanza la consola muchas veces llega con unos componentes muy por detrás de lo que se considera la última generación.
Uno de los grandes ejemplos que podemos encontrar es la Nintendo Switch 2, es una consola que ya estaba prácticamente lista para salir en 2021 ya que toda la estructura relacionada con el hardware estaba preparada en estas fechas, pero en lugar de llegar con uno o dos años de diferencia al mercado, ha tardado prácticamente cuatro. Si hablamos de hardware podemos ver que en un PC cambia por completo prácticamente cada dos o tres años, que una consola se lance con componentes de 2021 evita que se aprovechen todas las tecnologías que se han desarrollado en los años posteriores.

Esto sucede por el hecho de que cuando las compañías establecen una colaboración para comenzar a desarrollar las consolas hay una serie de acuerdos que se firman por el propio hardware, pero esto puede llevar a que su desarrollo sea más largo y si ya metemos en la ecuación el tiempo que quieren mantener la versión anterior pasan estas cosas. Aun así logran ejecutar juegos de última generación con una calidad bastante buena, pero aquí ya entran en juego otros aspectos que en PC no se tienen en cuenta como un sistema operativo creado específicamente gestionar bien los recursos, algo que en PC si hablamos de Windows por ejemplo no existe.