Llega cierto momento en el que el PC empieza a ir lento, y aunque formateemos el equipo no conseguimos mejorar su rendimiento. Llegados a este caso, debemos pensar en actualizar el hardware del equipo, y salvo que queramos comprar un equipo completamente nuevo deberemos elegir. Pero, ¿qué pieza de hardware influye más en el rendimiento del equipo? Vamos a daros una serie de consejos para que podáis saber qué deberíais actualizar para mejorar el rendimiento del equipo.
El rendimiento de los componentes de un PC puede ser medido de manera individual (por ejemplo, los TFLOPs que tiene una GPU), pero el rendimiento total del equipo no es necesariamente la suma de todas sus partes. Para determinar si un PC va lento, seguramente el problema venga de que una de las piezas ya no da la talla y el síntoma es que percibimos precisamente eso, que el PC va lento.
Por supuesto hay excepciones para todo, y esta percepción dependerá en gran medida de para qué se utilice el equipo. Ya que ejemplo, podríamos tener un equipo con un procesador de última generación y mucha memoria RAM, pero iría muy lento en juegos si no tenemos una tarjeta gráfica dedicada. Por este motivo, lo que os vamos a contar a continuación asume un aspecto general de usuario medio con una utilización «normal» de un PC.
Mejora el rendimiento actualizando el hardware
Vamos a ver, por orden del que más mejora al que menos, cuáles son los elementos que más van a mejorar el rendimiento del PC. Ten en cuenta que no necesariamente tendrías que ir por orden si buscas mejorar el rendimiento de tu equipo: por ejemplo, podrías añadirle un SSD y luego cambiar de plataforma pero sin llegar a actualizar la memoria RAM y no habría ningún problema.
Un SSD le dará una nueva vida tu PC, y te permitirá mejorar el rendimiento
Sin duda el elemento que más mejora el rendimiento, o al menos el que más impacto real para el usuario tiene, es un SSD. Pasar de un disco duro mecánico a un SSD, aunque sea uno SATA 3 de gama de entrada, le da una nueva vida al PC desde el momento en el que pulsas el botón de encendido y ves que tarda tan solo unos segundos en iniciar, cuando antes tardaba muchísimo más tiempo.
Por lo tanto no cabe duda: si tu PC va lento y no tienes un SSD, es el primer componente que deberías actualizar, dado que el rendimiento que se obtiene con un SSD así como la mejora en la experiencia de uso merecen la pena. En general, es la actualización de hardware que más se nota en términos de rendimiento general del equipo. El motivo principal por lo que esto es así, se debe a que disminuye en general los tiempos de carga de todo el software que incorpora nuestro ordenador.
En el caso de los videojuegos, suele ser una de las mejoras que más se nota, ya que evita la mayoría de las pantallas de carga que podemos encontrar, mejorando de esta forma la experiencia de juego. Y esto podemos destacar que donde más lo podemos notar es en aquellos que incorporan un mundo abierto extremadamente amplio, ya que en muchas ocasiones para géneros como los MMO, que tienen un mapa muy grande, suelen ayudarnos a evitar por ejemplo, que no se generen las texturas de forma correcta.
Más memoria RAM por favor
Cuando un ser humano está resolviendo un acertijo, a menudo necesita hacer que cierta información pase por su cerebro para poder recordarla más tarde. Esto se llama memoria a corto plazo, y es precisamente lo que hace la memoria RAM en el PC. Tener más memoria RAM en el PC, básicamente expande la memoria a corto plazo del mismo permitiendo que más programas hagan más cosas al mismo tiempo.
Especialmente notarás una mejoría en el rendimiento al ampliar la RAM cuando tenías muy poca. Por ejemplo, pasar de 4 a 8 GB de RAM es una actualización muy recomendable, ya que hoy en día con menos de 8 GB bajo Windows 10, se considera insuficiente y es por algo. Ahora bien, si por ejemplo ya tenías 16 GB de RAM, instalar 32 GB no va a mejorar el rendimiento del equipo salvo que lo estés utilizando para tareas pesadas que necesitan mucha RAM, como edición de vídeo por ejemplo.
Lo recomendable a día de hoy es tener 16 GB, con dicha configuración todo te ira suave y tus aplicaciones no notaran la falta de RAM. Eso si, en el caso de que trabajes en edición de video, renderizado 3D e incluso composición de imagen te recomendamos ir a los 32 GB a día de hoy. Si utilizas a menudo videojuegos, por lo general también es bueno superar la barrera de los 16 GB, ya que cada vez los requisitos para estos son mayores, y hay casos en los que un título puede llegar a utilizar más de lo que tenemos, causando problemas e inestabilidad en nuestro sistema operativo.
El procesador también mejora el rendimiento
El procesador siempre es, generalmente, lo primero en lo que nos fijamos a la hora de comprar un nuevo PC. Y, por supuesto, también debemos fijarnos en él a la hora de mirar componentes para actualizar. Actualizar el procesador a uno más rápido, con más núcleos y con más caché por supuesto va a mejorar el rendimiento del PC, pero la parte mala es que junto con el procesador generalmente deberemos actualizar también la placa base y, probablemente, incluso la memoria RAM si la nueva plataforma ya usa otra generación.
Es posible que entre el lanzamiento de una nueva generación de procesadores y el que tienes en tu ordenador hayan aparecido otras generaciones de CPU entremedio que utilizan la misma placa base que tu procesador, así que no es una mala idea echar un vistazo si no quieres gastar demasiado dinero en ello, y muy especialmente porque si han salido nuevas generaciones, las anteriores probablemente hayan bajado de precio.
La placa base marca el cambio de generación
Como bien hemos indicado anteriormente, si queremos cambiar de procesador, por lo general también tendremos que cambiar de placa base si la versión que buscamos utilizar es superior, ya que los cambios generacionales de procesadores no son compatibles con las placas base que incorporan un socket o un chipset distinto. Aunque las placas base no son compatibles con distintas generaciones de procesadores, si que podemos encontrar que una misma placa permite el uso de todos los procesadores de la serie que tengamos, es decir, si tenemos un Ryzen 5 de la serie 7000 y queremos hacer un cambio por un Ryzen 7 de la misma generación, podemos hacerlo.
Esto obviamente implica que si compramos una placa base de última generación, el procesador también tiene que serlo, por lo que a la hora de actualizar uno de los dos componentes debemos tener siempre esto en cuenta, al igual que si hacemos un cambio de marca. Y es que si por ejemplo tenemos un procesador de Intel de última generación, pero queremos cambiarnos a AMD, nuestra placa base no funcionará ya que utilizan zócalos completamente distintos, siendo además esto, algo completamente necesario de conocer si estamos comprando un ordenador por piezas por primera vez, ya que es posible que compremos una placa base que no es compatible con la CPU.
Una nueva gráfica ayudaría a mejorar el rendimiento (en juegos)
Bueno, realmente en juegos y si usamos el equipo para edición de vídeo, también ayudará a mejorar el rendimiento. En cualquier caso, actualizar la tarjeta gráfica es bastante condicional porque, por norma general, solo servirá para usuarios que utilicen el PC para jugar. Evidentemente si tenemos, por ejemplo, una Radeon HD 6870 (que en su día era muy buena), los juegos modernos nos funcionarán bastante mal, y actualizar a una gráfica de generación actual será una inversión que mejorará enormemente el rendimiento en juegos.
Volvemos a incidir en el hecho de «en juegos» pero también en aplicaciones profesionales que hagan uso de la GPU. En cualquier caso, no esperes que cambiar a una tarjeta gráfica mejor mejore el rendimiento general del sistema.
¿Y la refrigeración?
Puede parecer una tontería, pero la temperatura de tus componentes puede reducir el rendimiento de los mismos, por lo que, a veces, la solución más sencilla no es cambiar estos, sino mejorar su refrigeración. En este caso tenemos varios sistemas, desde el mejor, que sería adquirir y montar una refrigeración líquida, a otros más simples como acoplar nuevos ventiladores o modificar la distribución de los que tenemos, si no es del todo correcta, ya que es posible que no hayamos instalado bien alguno de los componentes que forman parte de los sistemas de refrigeración.
Para ello solo tendremos que bajarnos un programa que mida la temperatura de los componentes de nuestro equipo y ver si están en los valores adecuados, de ser así, lo mejor es sustituirlos, pero es probable que tengas sobrecalentamiento, entonces primero prueba a mejorar ese punto, y luego comprueba la diferencia. Ya que al final si tenemos un componente que está funcionando con una temperatura demasiado alta, el rendimiento de este se verá afectado ya que tratará de disminuir la potencia que tiene para poder mantenerse con un índice menor de grados, siendo una función básica que tienen todos los componentes de nuestro ordenador para evitar que se quemen.
¡Cuidado con la fuente de alimentación!
Un aspecto que se suele olvidar con bastante frecuencia a la hora de actualizar los componentes de algo que es bastante importante, y es que es uno de los pilares de nuestro PC ya que permite suplir con energía a todas las demás piezas que podemos encontrar. Esto como tal tiene que ver con el rendimiento ya que en caso de no tener una fuente de alimentación decente, puede que nuestro PC experimente grandes problemas como reinicios y similares, pero tal y como podemos imaginar esto no tiene únicamente un motivo por el que sucede, ya que pueden ser varios.
Aunque una de las cosas que debemos tener claras es la capacidad que tiene antes de ponernos a actualizar cualquier componente de nuestro PC, y es que por lo general lo más común es que tengamos una fuente de 650 W o de 750 W, que suele ser más que suficiente para los equipos actuales. Pero en caso de tener una inferior, puede que todo se complique un poco a la hora de actualizar un componente en concreto, ya que es posible que la propia fuente no tenga la potencia suficiente para suministrar energía a los componentes, lo que implica que obviamente el ordenador no funcionará, o por lo menos no lo hará como debería.
En general para las gráficas y procesadores de gama media, lo normal es utilizar una que como bien hemos dicho, sea de 750 W, pero en caso de querer optar por los modelos de componentes de mayor gama posible tendríamos que buscar una que nos ofrezca un poco más. Para conocer cual debemos comprar, siempre podemos comprobar el consumo de cada una de las piezas que vayamos a comprar, lo que nos permitirá conocer si realmente es necesario que también la cambiemos, o si por el contrario podemos mantener la que teníamos.
¿Cómo se exactamente qué me dará un mayor incremento de rendimiento?
Todos los componentes de un ordenador actúan en mayor o menor medida al rendimiento que este puede tener, tal y como habéis visto prácticamente todos pueden llegar a influir en el caso de que sea necesario aumentar la potencia en cada caso. Pero el problema está en que puede que no tengáis muy claro cuál de todos tenéis que sustituir o si directamente tenéis que hacer un cambio completo de PC para poder aprovechar todo lo que puede llegar a ofrecer un modelo de última generación, haciendo que la inversión obviamente sea mucho mayor en el caso de que optéis por esta opción.
El caso está en que cada componente influye de cierta manera, por lo que si queremos conocer cuál de todos nos dará la mayor mejora de rendimiento debemos hacer una serie de pruebas para identificar el culpable de que el PC vaya más lento de lo que debería. Para esto podemos utilizar diversos benchmarks que harán una valoración completa de nuestro ordenador, como UserBechmark, que nos indicará cómo funciona el conjunto completo de nuestro ordenador, indicándonos cuál es la pieza que más está reduciendo el rendimiento además de ofrecernos consejo sobre cuál podemos utilizar para reemplazarla.
Además de este, también podemos hacer otros tipos de pruebas que midan componentes específicos y comparar los datos con las configuraciones de otros usuarios, si por ejemplo nuestra tarjeta gráfica tiene una puntuación inferior a la media, podemos imaginar que no está bien configurada o que tiene algún problema adicional. Estas formas son bastante más sencillas de comprobar cómo funciona el PC en lugar de estar mirando uno a uno los componentes con el administrador de tareas de Windows cuando iniciamos alguna aplicación, así que es algo que recomendamos encarecidamente si no queréis perder el tiempo.
El software también influye a la hora de mejorar el rendimiento
Finalmente debemos dedicarle también unas palabras al software, y ya no solo el formatear el equipo e instalarlo todo de nuevo como decíamos al principio. Si quieres que el PC vaya rápido, aunque tengas un hardware de última generación el equipo empezará a ir lento si lo tienes copado de programas y software que no necesitas, así que es necesario mantener un cierto orden a este respecto también.
- Sistema Operativo: tener Windows 10 u 11 en un PC de gama baja nos dará la sensación de que va muy lento, cuando por ejemplo con versiones anteriores iba mejor. Así que investiga si no es mejor contar con un OS con más años pero que ayude a que el ordenador rinda medianamente bien. Por otra parte, las versiones que ofrece Microsoft por lo general son muy pesadas y contienen una gran cantidad de programas innecesarios, por lo que en muchas ocasiones es mejor optar por un sistema operativo más ligero.
- Programas: si todo lo que necesitas es Chrome y el Notepad, no tienes de qué preocuparte. Pero evita tener programas innecesarios que no usas y mucho menos dentro del arranque. Evita colapsar la memoria según enciendes el PC desactivando todo lo que no necesites como programa de inicio, aunque lo mejor es directamente desinstalar todo lo que no utilices.
- Programas en segundo plano: muchos programas instalan otros en segundo plano que se ejecutan al iniciar el PC y que hacen que todo funcione más lento.
Cabe destacar que obviamente hay programas que requieren un ordenador mucho más rápido, en el caso por ejemplo de los videojuegos es posible que necesitemos prácticamente hacernos con todas las piezas necesarias de última generación, debido a que sus requisitos son bastante más altos que los de una aplicación o programa normales.