Muchas veces os hablamos de mini PC, el formato de moda porque son equipos que apenas ocupan espacio y ofrecen una potencia sobrada para prácticamente lo que necesites, incluyendo jugar en muchos casos. Sin embargo, es bastante raro encontrar mini PC fanless, sin ventiladores y por ello completamente silenciosos, motivo por el que un modder ha decidido fabricarse el suyo propio, y además con un rack de SSD conectados por USB4. Te lo contamos.
Si os fijáis en la foto principal, lo más llamativo de este mini PC es su enorme disipador pasivo; concretamente, es un Wakefield Vette PADLED-13080 que el modder compró en DigiKey, una tienda que lamentablemente no sirve a España. Sin embargo, este artículo lo estamos escribiendo más a modo de curiosidad que por el producto en sí mismo, así que vamos a verlo.
El mini PC sin ventiladores con rack de SSD es una pasada
El corazón de este proyecto de modding es un mini PC ASRock Industrial Box 7640U, un mini PC que ya era fanless de fábrica pero cuyo disipador pasivo era bastante pequeño y pobre, a todas luces insuficiente en términos de rendimiento, lo cual provocaba que en cuanto le dabas un poco de caña al equipo, entraba en funcionamiento la tecnología Thermal Throttling y el rendimiento caía en picado.
Por lo tanto, lo primero que hizo el usuario fue modificar la carcasa del mini PC para poder instalar el enorme disipador pasivo que podéis ver en las imágenes, y para ello esencialmente tuvo que sustituir toda la carcasa externa del mini PC de ASRock por un diseño personalizado fabricado con la ayuda de una impresora 3D.
En cuanto al hardware del mini PC, utiliza un procesador AMD Ryzen 5 7640U de bajo consumo, un procesador orientado a ordenadores portátiles cuyo rendimiento no es que sea sobresaliente precisamente y que equipa una gráfica integrada Radeon 760M con solo 8 CU RDNA3. El procesador de este mini PC tiene un TDP de 28 vatios, pero el modder activó una opción de overclock en la BIOS que permite al procesador funcionar a 45 vatios, ofreciendo un rendimiento bastante mejor, y como ahora el disipador lo permite de sobra, pues ¿por qué no?
Pero claro, para lo que el usuario quería utilizar este mini PC tampoco necesitaba demasiada potencia… y es que aprovechando que el mini PC cuenta con conectividad USB4 de fábrica, decidió volver a su impresora 3D para fabricarse una carcasa para conectar dos SSD y así tener una especie de servidor de almacenamiento. De esta manera, no solo logró ampliar notablemente la capacidad del mini PC, sino que lo hizo con una velocidad bastante elevada que poco o nada tiene que envidiar a los SSD M.2 instalados de fábrica en los mini PC contemporáneos.
Como decíamos al principio, os estamos contando esto más por curiosidad que por otra cosa, porque sin duda curioso es este proyecto. La verdad es que con un poco de imaginación, ingenio y una impresora 3D se pueden crear proyectos muy interesantes, ¿verdad?