Cuando compramos un PC de sobremesa, estamos comprando un equipo que modular, equipo donde podemos reemplazar todos sus componentes, desde el procesador hasta la gráfica, pasando por la memoria RAM, unidad de almacenamiento, disipadores y placa base entre otros.
Sin embargo, cuando compramos un equipo portátil o mini PC, estamos comprando un equipo que tiene una fecha de caducidad, donde únicamente podemos ampliar la RAM y el almacenamiento. Si el procesador o incluso la gráfica, deja de funcionar, sale más barato comprar un equipo nuevo que llevarlo a reparar, siempre y cuando el servicio técnico tenga la posibilidad de arreglarlo. También puede suceder que, el sistema operativo no sea compatible con procesador y no se pueda actualizar, como ha pasado con Windows 11, sistema operativo que, para funcionar, necesita de un chip TPM sí o sí.
En el mercado podemos encontrar fabricantes como Framework que permite a los usuarios diseñar sus portátiles, ya que son equipos modulares por lo que el usuario puede configurar con el procesador, RAM y almacenamiento que quiera y no tener problemas para ampliarlos.
Obviamente, los principales fabricantes de portátiles no están dispuestos a que equipos sean ampliables y fáciles de reparar, ya que afectaría a sus ventas, o al menos es lo dan a entender al no haber presentado una propuesta como la que acaba de anunciar Intel.
Intel no está de acuerdo con el diseño actual de los portátiles y miniPCs y ha propuesto un diseño de cómo tendrían que ser los portátiles: modulares y fáciles de reparar. Esto, además, ayudaría a reducir los desechos electrónicos de los equipos que han cumplido su ciclo de vida y que, desgraciadamente, no se reciclan, en la mayoría de los casos, como es debido.
¿Cómo sería el portátil modular ideal para Intel?
Intel no se ha limitado a decir como deberían ser los portátiles, sino que ha creado su propio diseño. Este diseño estaría formado por tres módulos: placa base y dos módulos E/S. Los módulos E/S estarían conectados a la placa base a través de un circuito impreso flexible.
Estos módulos se podrían utilizar en todas las generaciones, lo que permitirá a los fabricantes de portátiles, no tener que rediseñar por completo sus equipos cuando se lanza un nuevo procesador o GPU, lo que les permitiría actualizar tanto el procesador como la memoria, almacenamiento, chips de conectividad y demás de forma muy sencilla.
Intel no solo ha presentado el diseño de cómo tendrían que ser los portátiles, sino también los mini-PCs que no es más que una versión reducida de los portátiles que tiene las mismas limitaciones a la hora de actualizar sus componentes al estar soldados a la placa base con excepción de la memoria RAM y el almacenamiento interno.
El diseño que propone Intel para los mini-PC también estaría formado por 3 módulos: CPU, GPU y PCH. Este último se encargaría de conectar la CPU, la GPU y el resto de componentes PCIe que se quieran utilizar. De esta forma, cualquier usuario e incluso los fabricantes podrían actualizar las prestaciones de equipo cómoda y rápidamente cuando necesite.