Si bien es cierto que los SSD NVMe tienen una mayor velocidad de transferencia y de acceso respecto a los discos duros, todos ellos vienen con un problema asociado del que ningún fabricante habla y que realmente no tiene nada que ver con este tipo de unidades. Hablamos del proceso de copia de datos a través del PCI Express hacía la RAM del sistema y viceversa, el cual a grandes anchos de banda hace que se necesite una gran potencia del procesador central. Algo que ha solventado Samsung en sus SmartSSD de segunda generación.
Entendemos un proceso de copia, el traslado de información de una memoria a otro, de tal manera que se lee la memoria de origen y se escribe sobre la memoria destino. Desde el momento en que el acceso a la RAM lo realiza el controlador de memoria integrado en la propia CPU, está claro que cualquier movimiento de datos que afecte a esta también lo hará a la unidad central. El problema se agrava si es necesaria una comprobación de la información, lo cual afecta en gran medida al rendimiento si hablamos de transferencia de varios gigabytes por segundo, como es el caso de los SSD NVMe más avanzados. Pues bien, parece ser que Samsung ha encontrado la solución y es muy probable que se estandarice en los PC del futuro.
Samsung SmartSSD con procesador integrado Xilinx Versal
Una de las cosas que tienen la consolas de videojuegos de nueva generación y que de momento no hemos visto en PC son unidades de apoyo especializadas en la copia de datos desde la unidad SSD a la memoria RAM. ¿El objetivo? Liberar al procesador central de dicha tarea y poder dirigir su trabajo a otras. Por desgracia, esto en el mundo del PC todavía no ha llegado y ninguna CPU se encuentra preparada para ello, lo que lleva a tener que usar otras medidas alternativas.
Pues bien, Samsung ha implementado una de esas soluciones en sus SmartSSD de segunda generación, donde para ello hacen uso del Versal Adaptive SoC de Xilinx, propiedad ahora de AMD. Con dicho procesador el tratamiento de los datos que normalmente lleva a cabo la CPU son llevados a cabo dentro de la unidad. Por ejemplo, procesos de descompresión de datos, comprobación de la integridad de los mismos, etcétera. ¿Los efectos sobre ello? Pues bastante positivos:
- En bases de datos de gran tamaño puede llegar a recortar el tiempo de acceso a la información a la mitad.
- El consumo energético se reduce en el 70%.
- La carga sobre el procesador para gestionar el SSD se reduce hasta el 97%.
Por lo que se trata de una unidad DMA con funciones extra para un SSD NVMe, pero mucho más avanzada. Hemos de partir del hecho de que a medida que la velocidad de los SSD vaya aumentando será una forma de reducir el coste sobre el sistema. Dado que nadie le interesa perder una parte importante del rendimiento de su sistema solo para controlar la transferencia de datos del almacenamiento a la RAM, en especial en sistemas con pocos núcleos o que dependen de gran manera de la potencia del procesador.
Un adelanto al futuro de los SSD NVMe
Los Xilinx Versal son un ejemplo de lo que llamamos eFPGA, es decir, unidades FPGA dentro de un procesador heterogéneo de la misma manera que tenemos a veces una GPU o chip gráfico integrado en un procesador. La compra de Xilinx por parte de AMD apunta a que veremos este tipo de unidades en el futuro. Seguramente como chipsets en las placas base. Por lo que el SmartSSD de segunda generación de Samsung puede ser un adelanto de lo que veremos en futuros sistemas de AMD. No hay duda de que AMD irá incluyendo la tecnología de Xilinx en sus futuros productos y esta es una de sus aplicaciones. La diferencia será en que vendrá integrada en la placa base, lo que se traducirá en un aumento de rendimiento al usar un SSD NVMe convencional.